La insulina puede conservarse a temperatura ambiente durante meses sin perder potencia, según revela una nueva revisión de la red internacional Cochrane. De esta forma, da tranquilidad a los pacientes y profesionales sanitarios pertenecientes a comunidades con problemas para garantizar el almacenamiento en frío.
Las guías actuales establecen que, antes de su uso, este medicamento esencial para las personas con diabetes debe mantenerse refrigerado para preservar su eficacia.
Sin embargo, desde Cochrane recuerdan que para millones de personas con diabetes, que viven en países de ingresos bajos y medios, "la electricidad y la refrigeración son lujos que no están a su alcance". También, las poblaciones vulnerables de zonas asoladas por la guerra, catástrofes naturales y la crisis climática necesitan soluciones que no dependan de frigoríficos eléctricos.
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