Solo se necesita formación, tiempo, un espacio adecuado y contar con los test adecuados para hacerlo. Y voluntad, claro. Estos son los requisitos, que no son pocos, que debería tener una farmacia comunitaria para poder ofrecer un servicio profesional centrado en el deterioro cognitivo leve.
Esto lo dice Amparo Bonilla Guijarro, coordinadora del Grupo de Abordaje y Tratamiento de la Salud Mental de la Sociedad Española de Farmacia Clínica Familiar y Comunitaria (Sefac). Se trata de una persona con experiencia, que conoce a fondo este trastorno y que, además, ha participado en la redacción de la guía Deterioro Cognitivo Leve. Guía de actuación en farmacia comunitaria, y en la que también han intervenido José Antonio Medina Gámez, del Grupo de Trabajo de Neurología de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), y Fernando Mora Pérez y Navidad Sánchez Marcos, farmacéuticos comunitarios y miembros del grupo que coordina Bonilla Guijarro.
Según la farmacéutica, "el abordaje temprano del deterioro cognitivo es, sin duda, un factor crítico para mejorar el pronóstico de la enfermedad, y cuantas más farmacias comunitarias sean capaces de hacer esta detección precoz mayor será el beneficio que obtenga la población".
Sin embargo, matiza que la implantación de un servicio profesional en una farmacia comunitaria requiere de una formación y "una capacitación muy exigente con el fin de ofrecer a la sociedad el mejor servicio posible". Por ello, considera que "cualquier farmacéutico que se forme y reciba esta capacitación necesaria para implantar un servicio profesional en su farmacia podría hacerlo y mejorar la salud de sus pacientes".
También apunta que esta prestación debería forma parte de programas "concertados y financiados por la Administración sanitaria para que sean efectivos y duraderos en el tiempo".
Conocer
Para empezar la casa por los cimientos y no por el tejado, antes de actuar, como dice Bonilla Guijarro, el farmacéutico debe conocer, formarse. Y por eso han editado esta guía, para "sensibilizar a los farmacéuticos comunitarios para acercarse al deterioro cognitivo leve y ofrecerles la formación necesaria para realizar esta detección precoz".
Así, un primer paso es reconocer los síntomas básicos con los que se manifiesta este trastorno, que, a efectos prácticos, la guía los resume en:
- Perder cosas con frecuencia.
- No recordar las fechas con facilidad.
- Olvidar citas o eventos importantes.
- Presentar menor destreza en las pequeñas tareas cotidianas.
- Olvidar los nombres de personas conocidas.
- Tener dificultad para encontrar las palabras adecuadas.
- Tener problemas para seguir conversaciones o instrucciones complejas.
- Experimentar cambios de comportamiento y humor (sensación de apatía o desgana, pérdida de habilidades sociales) o depresión.
Enrique Arrieta, médico miembro del Grupo de Trabajo de Semergen, afirma a este medio que "los farmacéuticos tienen una relación muy cercana con los pacientes y la farmacia es un lugar donde los pacientes van a resolver dudas, a preguntar, recoger información". Y es que, "por desgracias -continúa-, en los últimos años, en las consultas de atención primaria hay demoras, saturación, poco tiempo y, muchas veces, los pacientes plantean sus problemas de salud en la farmacia".
En el caso del deterioro cognitivo leve, constata que la "detección de quejas de memoria por su parte es muy importante y es un profesional que puede valorar la repercusiones a nivel cognitivo y funcional y dar una orientación clara de que tienen que acudir al médico para hacer un diagnóstico preciso".
De la misma opinión es Guillermo García Ribas, neurólogo del Hospital Ramón y Cajal, de Madrid, quien defiende que "todos los profesionales sanitarios deben estar preparados para esta pandemia y los farmacéuticos también, sobre todo por ese contacto tan estrecho que tienen con los pacientes y sus familiares", por lo que "pueden hacer una primera detección con unas técnicas muy sencillas.
También ayuda al farmacéutico conocer cuáles son los factores de riesgo, como son la edad avanzada; la genética ("tener un tipo de gen llamado APOE ε4 puede aumentar el riesgo de desarrollar deterioro cognitivo leve y demencia), los problemas de salud subyacentes; algunas enfermedades, como la diabetes, la hipertensión arterial, la obesidad, la depresión o la apnea del sueño pueden afectar la función cerebral y aumentar el riesgo de deterioro cognitivo leve; la falta de actividad física, el nivel educativo bajo.
Ahora bien, la farmacéutica advierte de que, aunque el farmacéutico debe tener en mente estos factores y asociarlos con el deterioro cognitivo leve, no quiere decir que un paciente con la tensión alta vaya a sufrir deterioro cognitivo. "Hay que considerarlos de forma global -matiza- y sabiendo que algunos factores suponen más riesgo para la enfermedad que otros".
De estos y de otros muchos aspectos se habló en un webinar La importancia del diagnóstico precoz y el abordaje multidisciplinar del deterioro cognitivo leve, organizado por Nutricia, cuyo objetivo fue sensibilizar sobre la importancia del diagnóstico temprano y aportar herramientas para que se pueda realizar en los diferentes dispositivos asistenciales.
Test más recomendados
Para ayudar a la detección, existen unos cuestionarios que pueden utilizarse en la farmacia comunitaria de forma muy sencilla y eficaz.
Bonilla Guijarro apunta que hay muchos test: el del reloj, el MiniMental, el test de las fotos o fototest,… "En general, son test muy sencillos de utilizar con un número corto de preguntas y un punto de corte definido y validado que nos indicará qué pacientes debemos derivar al médico de atención primaria o al especialista para confirmar el diagnóstico de deterioro cognitivo leve".
También recalca el algoritmo que se ha incluido en la guía y que es muy útil para el farmacéutico. En este protocolo se menciona en concreto el test AcceXible, basado en biomarcadores vocales para la detección y el seguimiento de enfermedades relacionadas con la salud mental. Como se explica en la guía, "es un método preciso, no invasivo, que puede realizarse en farmacia comunitaria".
Para la realización de la prueba es necesario únicamente un dispositivo móvil con micrófono y conexión a internet. "Actualmente, el modelo de AcceXible utiliza algoritmos de machine learning para el análisis del habla y presenta un 89% de especificidad, 90% de sensibilidad y 90% de precisión en la detección del deterioro cognitivo leve", reza el documento. Además, "es un test muy rápido (se ejecuta en un tiempo máximo de 5 minutos) y coste-efectivo que permite valorar el estado cognitivo del paciente y hacerle un seguimiento, incluso en remoto", añaden los autores de la guía, donde también se indica que, actualmente, está siendo utilizado en diferentes ensayos clínicos en España, Estados Unidos y Reino Unido.
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