Empezamos fuerte el año 2023 en lo tocante a efemérides médico-literarias. Hoy, primer día del año, se conmemora el sesquicentenario natal del que para muchos es el mejor médico escritor mejicano* de la historia: Mariano Azuela. Y también en enero tenemos por delante, el día 20, el sesquicentenario natal de Johannes Vilhelm Jensen, nobel de literatura; y el día 22, el centenario de la muerte de Max Nordau.
Mariano Azuela estudió medicina y cirugía en el Instituto de Ciencias de Jalisco, que había tomado el relevo de la histórica Real Universidad de Guadalajara. Concluida la carrera en 1898, regresó a su localidad natal de Lagos de Moreno, donde adquirió una botica, se casó con Carmen Rivera Torre (con quien tuvo diez hijos) y ejerció la medicina hasta 1911.
Desde su época de estudiante en Guadalajara venía escribiendo artículos y relatos, pero hasta 1907 no publicó su primera novela, María Luisa. A ella seguirían otras siete más (entre las que destaca Mala yerba [1909]) antes de la Revolución mejicana.
De afiliación maderista, Azuela desempeñó brevemente un cargo político local, pero tras el derrocamiento y asesinato del presidente Francisco I. Madero en 1913, se sumó al ejército revolucionario de Pancho Villa en calidad de médico militar. Junto a las tropas de Villa asistió en primera persona a los enfrentamientos de pobres contra ricos, de instruidos contra ignorantes, de oprimidos contra opresores, de violentos contra mansos, de federales contra revolucionarios..., de hermanos contra hermanos. Tras la derrota de Pancho Villa y Emiliano Zapata frente a las fuerzas constitucionalistas de Carranza, el joven galeno jalisciense se exilió en la localidad tejana de El Paso. Aprovechó su estancia en suelo gringo para escribir, a partir de sus sangrientas experiencias militares y de lo contemplado en el campo de batalla, una novela ambientada en el México convulso que le había tocado vivir, esos años difíciles de revolución y conflicto armado que, con un doloroso saldo de millones de muertos, pusieron fin a los treinta y cinco años de porfiriato. Publicada en forma de libro en 1916, Los de abajo dio a su autor fama mundial, fue la obra iniciadora de la corriente narrativa de la Revolución mejicana y está considerada como una de las mejores novelas de la literatura hispanoamericana de todos los tiempos.
En 1916, retirado ya de la política, Mariano Azuela regresó a la Ciudad de Méjico para ejercer de nuevo la medicina y seguir escribiendo ya de forma más disciplinada. Incursionó en el cuento, la biografía, el ensayo crítico y el teatro; pero destacó especialmente como novelista: con más de veinte novelas publicadas. Influido por el costumbrismo, el naturalismo y el modernismo, su estilo literario aboca en un realismo en el que destacan la visión desencantada de la vida y la denuncia social: «En mis novelas exhibo virtudes y lacras sin paliativos ni exaltaciones, y sin otra intención que la de dar con mayor fidelidad posible una imagen fiel de nuestro pueblo y de lo que somos».
Fundador del Seminario de Cultura Mexicana (1942) y de El Colegio Nacional (1943), en sus años postreros recibió diversos honores, como el Premio de Literatura (1942) concedido por la Sociedad de Artes y Letras y, en 1949, el Premio Nacional de Ciencias y Artes en la categoría de lingüística y literatura.
Fernando A. Navarro
* Ya sé, ya sé que muchos prefieren la grafía arcaizante ‘México’, pero yo soy partidario de terminar de asumir en nuestra lengua, de una vez por todas, la reforma ortográfica de 1844, que ya ha llovido desde entonces. Sin ánimo ninguno de ofender a nadie, por supuesto, escribo en esta entrada ‘Méjico’, ‘mejicano’ y ‘Tejas’.
Se cumple el sesquicentenario natal del que para muchos es el mejor médico escritor de Hispanoamérica: Mariano Azuela. Off Fernando A. Navarro Offvia Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/DYnqHdS
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