La Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin) representa a más de 500 compañías fabricantes, distribuidoras e importadoras establecidas en España que facturaron 11.000 millones de euros en 2023, de los cuales 4.635 millones corresponden a exportaciones (con un incremento del 7% respecto a 2022), y generaron 32.000 puestos de trabajo directos y unos 100.000 indirectos.
Desde su creación en 1977, su peso en el ámbito sanitario ha ido creciendo y hoy es incontestable. El sector al que representa Fenin es "protagonista de la atención asistencial, y tiene un impacto determinante en toda la cadena de valor del diagnóstico, tratamiento y seguimiento del paciente". Así lo cree Pablo Crespo, quien desde el pasado mes de febrero es el secretario general de Fenin, una federación que aspira a "ser más influyente, para que la tecnología sanitaria sea una prioridad estratégica en nuestra política. De esta forma, será posible un sistema sanitario más moderno, eficiente, productivo y de calidad".
Crespo detalla para ello algunos objetivos de la organización, como maximizar su papel para que el Sistema Nacional de Salud pueda incorporar "de manera ágil y eficiente las tecnologías sanitarias que mejoren la salud y calidad de vida de los pacientes", y algunos otros sectoriales, "como la posible indexación de los contratos públicos y la aplicación de un IVA reducido a los productos sanitarios, alineándonos así con la reforma de la directiva europea del IVA que lo permite desde abril de 2022".
El reto es "aprovechar todo el potencial que tiene nuestro sector, y todas las capacidades y eficiencias que pueden aportar las nuevas tecnologías sanitarias para transformar los procesos asistenciales y conseguir una atención sanitaria más segura, eficaz y eficiente", añade. En este contexto, "Fenin debe ayudar a las instituciones públicas a encontrar los mecanismos para incorporar la innovación y encontrar las eficiencias que permitan acometer las necesarias inversiones, y ayudar a las empresas a afrontar un momento complejo, ya que estamos inmersos en un importante cambio regulatorio y una situación geopolítica y económica compleja".
Así, el secretario general de Fenin recuerda que el sistema sanitario español está en un momento clave en el que se juega mucho, en pleno proceso de tramitación de disposiciones legislativas, tanto en España como en Europa, que pueden "definir la Sanidad del futuro, y en las que las tecnologías sanitarias innovadoras deben ser clave. Esto hace más necesario, si cabe, estar cerca de los gestores públicos y políticos para que nuestro sector sea escuchado y su visión tenida en cuenta". Afirma que "Europa tiene una clara tendencia a sobre-regular si nos comparamos con otros continentes donde las regulaciones son más flexibles, y en España incluso a veces somos más estrictos que en el resto de los países de Europa".
Retos normativos
Para Pablo Crespo, la "escasa flexibilidad normativa puede ser una barrera para la competitividad a la hora de desarrollar y acceder a las nuevas tecnologías sanitarias, y de convertirnos en regiones atractivas para la innovación y las inversiones". Por ello, Fenin considera necesario un "marco regulatorio estable y flexible, que esté diseñado pensando en las peculiaridades de nuestro sector". La nueva legislatura en Europa "presenta importantes retos que afrontar en los próximos años, y muchos de ellos inciden directamente en las políticas de salud; debe focalizarse en implementar políticas que mejoren la calidad de la atención sanitaria de los ciudadanos y facilitar una autonomía estratégica abierta que reduzca la actual dependencia de terceros países en productos de primera necesidad, como lo es la tecnología sanitaria. La One Health, la salud digital, la medicina personalizada, la inteligencia artificial, el Espacio Europeo de Datos Sanitarios, la nueva reglamentación en torno a productos de diagnóstico in vitro, la sostenibilidad (Ley de Industria Net-Zero), etc. son otros proyectos que Europa debe tener entre sus prioridades".
"Pero no debemos olvidar -comenta el directivo de Fenin- que los Estados miembros tienen muchas competencias en materia sanitaria, por lo que tampoco debemos perder de vista el ámbito nacional, donde también se necesita un entorno regulatorio estable y donde también hay importantes normativas en tramitación: la Ley de Industria, la modificación de la Ley de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos y Productos Sanitarios, el RD de Financiación de Productos Sanitarios, el RD de Publicidad de productos sanitarios…Y otros cambios legislativos que también sería oportuno plantearse".
Desde Fenin, "estamos haciendo un importante esfuerzo por mantener encuentros institucionales con todos los agentes del sistema para ayudarles a definir las políticas sanitarias que maximicen el impacto de nuestro sector; las puertas de todas las organizaciones públicas y privadas están abiertas a nuestra Federación para encontrar líneas de trabajo. Ahora debemos ser capaces de convertir el diálogo institucional en medidas y políticas concretas que faciliten el acceso de la tecnología de mayor calidad al sistema sanitario de la forma más eficiente, o por ejemplo, un mayor aprovechamiento de los fondos europeos para nuestro sector. Tenemos claro que la evolución y transformación del sistema sanitario solo puede ser efectiva si se lleva a cabo desde la colaboración público-privada".
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