Convulsa e insatisfactoria para todas las partes está siendo la negociación del Estatuto Marco, las tablas de la ley con los derechos y deberes del personal sanitario. Un Estatuto Marco (EM) que fue aprobado en 2003 siendo ministra de Sanidad Ana Pastor con el apoyo mayoritario del Parlamento de entonces y que en estos 20 años no ha sufrido apenas modificaciones -algún retoque legislativo y la revisión del artículo 9 sobre los contratos temporales, que se ajustó en julio de 2022 a la Ley 20/2021 de Temporalidad por exigencias de Europa-, pero que según los sindicatos y el Ministerio -y en esto todos están de acuerdo- se ha quedado "obsoleto". Para los primeros, es necesario mejorar las condiciones laborales de un sector que ha cambiado mucho en estas décadas; para la ministra de Sanidad, Mónica García, el EM es el "causante de los malestares actuales".
Pero la negociación está siendo accidentada y llena de parones. La adaptación a la Ley de Temporalidad contenía el compromiso de negociar la actualización del EM y hasta abril de 2023 ministerio y sindicatos se reunieron quincenalmente a lo largo de ocho meses, pero la situación estaba en punto muerto y la convocatoria de elecciones generales dejó 'colgada' la negociación. Se retomó en la nueva legislatura, pero antes del verano pasado hubo un parón impuesto por el ministerio de hasta siete meses, retomándose en enero las conversaciones con bastantes prisas, según denunció UGT Servicios Públicos, que indicó que la nueva propuesta de EM se remitió el 13 de enero con importantes cambios estructurales y de contenido y se convocó una reunión del Ámbito de Negociación para nueve días después, el 22 de enero, pidiendo alegaciones, sin dar tiempo a estudiar de manera exhaustiva la nueva propuesta.
Todo se ha torcido desde entonces y nadie está contento. Por un lado, el ministerio ha presentado un borrador de EM que no convence a ninguna parte y ha puesto en pie de guerra especialmente al colectivo médico. Por otro, los sindicatos médicos, que no han dejado de apretar después de que Mónica García, poco después de presentar el borrador en enero, hiciera unas declaraciones hablando de exclusividad para los jefes de servicio que prendieron la mecha.
Puntos de fricción del Estatuto Marco
Los principales puntos de escollo en este borrador para los médicos son, aparte de rechazar "de manera frontal" ese sistema de incompatibilidades "tanto para jefes de Sección y Servicio como para especialistas en los siguientes cinco años tras finalizar el MIR", la equiparación de categorías con diferente formación: piden una nueva clasificación profesional A1+ que tenga en cuenta la mayor responsabilidad y número de horas formativas, y que eso conlleve aumentos retributivos equiparados a otros países europeos para evitar la fuga de talento; el reconocimiento de la Medicina como una profesión de riesgo; o la regulación de la jornada laboral ya que este documento "no elimina la obligatoriedad de hacer guardias, y no contabilizan estas horas como tiempo trabajado para la jubilación; la retribución de las guardias sigue siendo inferior a la de la hora ordinaria y mantiene para los médicos una jornada obligatoria de 48 horas", denuncian desde la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM).
via Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/OYcZ8FW
No hay comentarios:
Publicar un comentario