El próximo 17 de junio comenzará la adjudicación de plazas MIR, por segundo año consecutivo, de forma telemática debido a la pandemia por covid-19. Los médicos que opten por una de las 491 plazas ofertadas este año de pediatría tienen aquí los datos de interés sobre cómo es la residencia en esta especialidad con información de primera mano.
Paula Rodríguez Molino, que realizó la residencia de Pediatría en La Paz, señala que la especialidad es muy amplia, por lo que resulta esencial integrar e interrelacionar los diferentes aparatos y patología, si bien "el niño no viene solo, sino que lo acompaña un entorno social y familiar con el que debemos mostrarnos empáticos y considerar aliados en el cuidado del niño".
La especialidad "abarca desde la vida intrauterina hasta la adolescencia y entrada en la vida adulta, y cada etapa tienes sus propias características".
Perfil del pediatra
"Dos buenas cualidades para un futuro pediatría son la empatía y la capacidad de trabajo en equipo. Es fundamental la colaboración entre compañeros, con otros especialistas y con Enfermería", comenta Teresa del Rosal, tutora de residentes del Hospital la Paz.
Rodríguez añade que "como todo médico, uno debe estar preparado para enfrentarse a situaciones complicadas y desagradables, que, en el caso de los niños, siempre se acentúa más".
Dificultad para obtener plaza MIR
Pediatría suele ser la segunda especialidad que más plazas ofertadas en el MIR tras Medicina Familiar y Comunitaria, este año con 491 plazas dispobibles. "En las últimas convocatorias, las plazas se agotaron en torno al número 3900", apunta Del Rosal.
Por su parte, Rodríguez aconseja a los futuros especialistas "plantearse si tiene claro, por ejemplo, que quiere dedicarse a ser pediatra en atención primaria, en cuyo caso tal vez saque buen provecho de una residencia en un centro más pequeño con menor número de residentes, o si le gusta la pediatría hospitalaria o alguna subespecialidad concreta. En ese caso, un hospital grande con pacientes complejos puede ser mejor complemento para su formación".
Horario
El horario es variable en cada centro, aunque lo más habitual es que sea de 8 de la mañana a 15 ó 17 horas de la tarde, según si hay descanso para la comida o no.
Guardias
Lo habitual es unas 5 guardias al mes. "Se cubre Urgencias, planta de hospitalización, partos y recién nacidos ingresados en maternidad. En los centros que cuentan con unidades de cuidados intensivos (pediátricos y neonatales), éstas suelen tener sus propios adjuntos y residentes mayores de guardia. La carga de trabajo es mucho mayor en otoño-invierno por las epidemias de virus respiratorios, especialmente VRS", apunta la tutora.
Principales rotaciones
Las principales rotaciones incluyen Urgencias, atención primaria, Neonatología, planta de hospitalización, consulta de las diferentes subespecialidades pediátricas, cuidados intensivos pediátricos y cuidados intensivos neonatales, explica Del Rosal.
Rodríguez señala que, al menos en La Paz, las rotaciones año a año están repartidas de la siguiente manera:
- R1: Pediatría y enfermedades infecciosas, Neumología, Urgencias, Cirugía Pediátrica, Centro de Salud
- R2: Neonatología y reanimación de RN, Nefrología, Patología Crónica Compleja, Gastroenterología, Centro de Salud, Rotación optativa
- R3: Cardiología, Endocrinología, Neurología, Cuidados Intensivos Pediátricos y Neonatales
- R4: Rotatorio de especialización o de complemento a la formación, a elección del residente en consenso con su tutor y de acuerdo a las posibilidades de los servicios
¿Cómo es la actividad habitual del residente?
"En el ámbito asistencial, habitualmente el residente realiza una primera valoración del paciente con historia y exploración física completas y posteriormente presenta el caso a un adjunto que le supervisa", afirma Del Rosal. Recuerda que, además, los residentes suelen preparar cada año varias sesiones de diferentes formatos (revisión bibliográfica, caso clínico, actualización de un tema) y que en determinados centros se facilita también su incorporación a proyectos de investigación.
¿Qué tipo de pacientes trata?
"La mayoría de pacientes que se atienden en urgencias, atención primaria y hospitalización son niños previamente sanos con procesos agudos, principalmente infecciosos. En atención primaria se realiza además el seguimiento del niño sano", apunta la tutora MIR. "En las consultas de las diferentes subespecialidades se trata patología médica variada. En las unidades de cuidados intensivos pediátricos y neonatales se tratan pacientes graves a menudo con pluripatología".
Carga emocional
La carga emocional es variable en cada rotación, siendo mayor en aquellas con pacientes más graves y riesgo de mortalidad. Del Rosal apunta además que "los problemas sociales que sufren algunos de los menores que se atienden también pueden suponer una carga emocional significativa".
Rodríguez señala que en un hospital pediátrico "la carga emocional no es nada despreciable, y más si tenemos en cuenta que a nuestro centro muchas veces llegan pacientes derivados de otros hospitales tras fracaso de las terapias iniciales y con baja expectativa de vida. De todas formas, una parte inherente a nuestros pacientes es la enorme capacidad de recuperación y superación, con la que muchas veces a nosotros mismos nos sorprenden en situaciones muy desafortunadas".
Situación actual de la especialidad y perspectivas laborales
Las oportunidades laborales tras la residencia son muy variadas, incluyendo la pediatría de atención primaria (donde hay una falta importante de pediatras que previsiblemente se mantendrá en los próximos años), la pediatría hospitalaria y la investigación a través de contratos específicos como los Río Hortega.
"Las condiciones de los mismos varían mucho de unas comunidades a otras, pero es una especialidad en la que ahora mismo no hay demasiado paro una vez concluida la residencia", apunta la R4.
La tutora señala que "en los hospitales públicos, los contratos tras la residencia suelen ser de guardias, sustituciones por bajas, etc., y a veces se compaginan con la realización de la tesis doctoral o el año adicional de subespecialidad".
Subespecialidades
"El último año de la residencia se puede dedicar total o parcialmente a alguna de las diferentes subespecialidades pediátricas, que abarcan la práctica totalidad de especialidades médicas, además de atención primaria, urgencias, neonatología y cuidados intensivos pediátricos", explica Del Rosal.
Estas especialidades no están reconocidas de forma oficial por el ministerio, sí por algunas sociedades científicas, "aunque en estos casos suele ser necesario realizar un año adicional una vez finalizada la residencia".
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