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sábado, 12 de agosto de 2023

Cómo prevenir la queratosis actínica gracias a la fotoprotección

Farmacia Comunitaria
gemasuarez
Sáb, 12/08/2023 - 08:00
Dermofarmacia
Se estima que la prevalencia de la queratosis actínica es del 28,6% en la población española de más de 45 años. Foto: SHUTTERSTOCK.
Se estima que la prevalencia de la queratosis actínica es del 28,6% en la población española de más de 45 años. Foto: SHUTTERSTOCK.

Si un paciente llega a la farmacia y se detecta que tiene pequeñas lesiones en forma de pápulas, rojizas, con presencia de descamación o costritas en superficie localizadas en zonas fotoexpuestas, como en la cara, frente o cuero cabelludo de personas sin pelo, son señales que hacen sospechar una queratosis actínica. Carlos Serra, de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), describe de esta manera los síntomas de esta patología cutánea, cuya prevalencia estimada es del 28,6% en la población española de más de 45 años, según datos de una encuesta realizada por Almirall. 

La principal causa de la queratosis actínica es la exposición frecuente o intensa a los rayos ultravioleta del sol y los "procedentes de otras fuentes como las cabinas de bronceado", como añade Ana Coba, farmacéutica comunitaria en la botica Bolós, situada en Barcelona.

Según Nuria Sacristán Palacios, vocal de Dermofarmacia del COF de La Rioja, el estrés oxidativo provocado por la radiación ultravioleta A (320-400 nm) induce de forma indirecta mutaciones características del ADN, mientras que los ultravioleta B (290-320 nm) provocan directamente la formación de dímeros de timina en el ADN y el ARN. "Cuando fallan o se agotan los mecanismos reparadores estas alteraciones del ADN -prosigue- se produce el inicio de mutaciones en los queratinocitos que conducen al desarrollo de queratosis actínica". No se olvida de que existen otros factores capaces de inducir la aparición de queratosis actínica como son "las repetidas exposiciones iatrogénicas a fuentes artificiales de ultravioleta, como rayos X y radioisótopos. Además, la infección por el virus del papiloma humano (VPH) puede desempeñar un papel etiopatogénico como cocarcinógeno". 

Coba destaca que las zonas más afectadas por estas lesiones son, además de las mencionadas por el dermatólogo, "los párpados, las orejas, los labios -queilitis actínica, si aparece en el inferior-, el cuello, los hombros, los antebrazos, el dorso de las manos, las piernas y el escote".

Lo primero que debe hacer el farmacéutico con estos pacientes es derivar al dermatólogo para que valore las lesiones, según Coba. "El dermatólogo hará un diagnóstico por palpación e inspección visual y, en caso de duda, utilizará la dermatoscopia y, tal vez, la biopsia", comenta la vocal de La Rioja. Además, son ellos, "los que deciden cómo tratar cada caso en particular con medicamentos o cirugía", refuerza Coba. 

Pero de camino a la consulta, el paciente se puede llevar el consejo farmacéutico de la fotoprevención, que es evitar la exposición solar y usar fotoprotectores durante todo el año, comenta Coba, y "desde la infancia", subraya el miembro de la AEDV. "La famosa frase de que la piel tiene memoria se explica porque la radiación solar que nos va dando desde que somos niños va produciendo cambios en las células y mutaciones que, con el paso del tiempo, se van acumulando, y van generando carcinomas o, al menos, aumento el riesgo de producirse. Por tanto, si desde pequeños nos vamos protegiendo del sol y evitamos las quemaduras solares, cuando la piel es más madura está más sana y con menos riego de queratosis actínica", explica Serra.

Cremas de amplio espectro y reparadoras

La pregunta es: ¿qué fotoprotector se puede recomendar desde la farmacia para prevenir la queratosis actínica? El dermatólogo responde que "hoy en día todos los protectores solares que salen al mercado les avala una metodología para su fabricación y todos pasan el mismo sistema de validación y, en principio, todos serían buenos". Lo que pasa -matiza- es que "hay protectores solares más sofisticados, con más espectro de protección o que cosméticamente pueden ser más agradables, pero con que sea con un FPS por encima de 30 sería adecuado". Eso sí, enfatiza que siempre y cuando "se aplique bien: un tiempo antes de la exposición, que se renueve en caso de sudar o bañarse y en la cantidad suficiente y por toda la superficie de la piel, aunque, a veces, es difícil abarcar toda la piel o llegar a zonas como el cuero cabelludo, donde no puedes poner una crema". 

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