Oficina Virtual GRATIS 2 MESES

Oficina Virtual GRATIS 2 MESES
CONSIGUE TU OFICINA VIRTUAL GRATIS

sábado, 22 de mayo de 2021

Las cinco claves del ‘modelo de Taiwán’ contra el SARS-CoV-2

Medicina Preventiva y Salud Pública
Josezarate
Dom, 23/05/2021 - 08:00
José María Liu, representanta de la Oficina Económica y Cultural de Taiwán en España
Zona de cuarentena en Taiwán para contactos de covid-19.
La disciplina de la ciudadanía y las medidas precoces de control que se tomaron explican en parte la benignidad de la pandemia en Taiwán.

A finales del mes pasado, las autoridades de Taiwán trasladaron a más de 400 personas a una instalación centralizada de cuarentena desde un hotel del aeropuerto donde se había detectado un raro brote de covid-19 que afectó a nueve pilotos de la aerolínea China Airlines. Luego procedieron a esterilizar el hotel. Es un ejemplo del rigor con que aplican allí las medidas de prevención y seguridad, y que le han convertido en un caso de éxito mundial de gestión de la pandemia.

José María Liu, representante de la Oficina Económica y Cultural de Taipéi en España -sería el embajador si España reconociera a Taiwán-, ha explicado a Diario Médico las claves de esa política sanitaria que, en un país de 23 millones de habitantes, ha limitado las infecciones a 2.533 casos hasta ayer, con solo 14 fallecidos, teniendo en cuenta el repunte de los últimos días.

Imagen eliminada.
José María Liu, representante de la Oficina Económica y Cultural de Taipéi en España.

-¿A qué se deben estas cifras tan bajas? ¿Qué les impulsó a tomar medidas antes que los demás países?

-Creo que por nuestras cifras podemos seguir siendo considerados como un ejemplo a seguir por el resto del mundo, y podemos estar satisfechos por eso que se ha llamado el “modelo de Taiwán”, del que yo destacaría cinco claves: experiencia, rapidez de respuesta, aplicación de la tecnología moderna, transparencia y colaboración ciudadana. Así lo atestiguan además numerosos informes y estudios, como el del Instituto australiano Lowy, que dice que Taiwán, junto con Nueva Zelanda y Vietnam, encabezan el ranking de los casi cien países que mejor han gestionado la pandemia. O el más reciente publicado en Journal of the American Medical Association (JAMA), que destaca la rapidez y combinación de medidas efectivas como la clave del éxito de Taiwán para contener el avance del virus: políticas basadas en casos (cuarentenas) y políticas basadas en poblaciones (medidas de distanciamiento social y uso de mascarillas), junto con la colaboración ciudadana.

-¿Qué medidas de control establecieron? ¿Han sido más exigentes que las de otros países asiáticos o europeos?

-Ya cuando en diciembre de 2019 tuvimos noticia de la posibilidad de transmisión entre humanos en Wuhan, pese a que tanto China como la Organización Mundial de la Salud todavía lo negaban, procedimos a controlar todos los vuelos procedentes de la región afectada y, posteriormente, cerrar nuestras fronteras. Por desgracia, estamos ya acostumbrados a desconfiar de la falta de transparencia del régimen chino. Por eso fuimos especialmente cuidadosos y exigentes. A partir de ahí, un secreto de nuestro éxito para frenar la pandemia ha sido precisamente el de no tener secretos, el haber sido transparentes desde el primer momento explicando a la población lo que estaba sucediendo y las medidas que era necesario tomar: lavado de manos, distancia social y uso de mascarilla. Y que la ciudadanía haya respondido con total aceptación y colaboración lo ha hecho todo mucho más sencillo.

-¿Cuál ha sido la gestión de los hospitales durante la pandemia para evitar brotes?

-Después de sufrir la epidemia del SARS en 2003, Taiwán ya estableció una red nacional de atención médica para enfermedades infecciosas, con más de un centenar de hospitales de aislamiento y de respuesta principal repartidos por todo el país. Esto ha sido fundamental para proteger los sistemas de salud y evitar que los profesionales sanitarios se vieran desbordados, y ha permitido que la mayoría de los servicios de salud al margen de la covid-19 continuaran funcionando sin interrupciones durante la pandemia. Hasta la fecha, solo ha habido dos brotes de covid-19 asociados a hospitales en Taiwán. Ambos fueron correctamente controlados, dando como resultado un total de 11 casos y cero muertes de profesionales de la salud.

-¿Ha contribuido el sistema sanitario de Taiwán, su estructura y carácter público, al control de los casos?

-Evidentemente. Taiwán cuenta con un sistema de salud que ha sido calificado durante tres años consecutivos como el número uno del mundo en el índice de atención médica que publica el portal Numbeo, que determina la calidad general de la atención médica en cerca de cien países. Bajo los esfuerzos concertados del Gobierno y de los ciudadanos, y mediante un sistema médico y de salud pública único, el espíritu democrático y la capacidad científica y tecnológica, Taiwán se ha servido de un sistema de inteligencia artificial de prevención epidémica que ha sido foco de atención internacional por su eficaz control de la pandemia.

-En general, Asia ha sufrido menos los efectos de la pandemia que Europa y América. ¿Qué razones puede haber para ello?

-Cada país posee sus propias circunstancias y es difícil establecer comparativas y sacar conclusiones. Más aún si hablamos de continentes. Fíjese en lo que está ocurriendo ahora en la India. En algunos países asiáticos, como ocurre en Taiwán, ya existía la costumbre de usar mascarillas de forma habitual para defenderse de la contaminación, y ello ha favorecido que en ningún momento existieran reticencias entre la población para el uso de esta forma de protección que se ha visto tan eficaz. También nos hemos visto favorecidos sin duda por nuestro carácter insular, que facilita un mejor control fronterizo. En Taiwán ni siquiera ha sido necesario decretar confinamientos, y las cuarentenas se han hecho de forma individual, caso por caso. Nuestro Gobierno ha tratado en todo momento de buscar el equilibrio entre el derecho de las personas a la información y la privacidad y libertad personales. Y los taiwaneses hemos sabido poner en la balanza nuestras libertades individuales y nuestra seguridad sanitaria, inclinándonos hacia esta última, pero siendo conscientes de que a largo plazo el resultado final va a ser favorable para todos.

-¿Cómo ayudó la experiencia con anteriores brotes de coronavirus o de epidemias de gripe?

-En los 17 años transcurridos desde que fue duramente golpeado por el brote de SARS, Taiwán ha mantenido una preparación constante ante la amenaza de enfermedades infecciosas emergentes. Cuando el 31 de diciembre de 2019 se confirmó por primera vez la información relativa a un nuevo brote de neumonía en China, ese mismo día Taiwán comenzó a aplicar la cuarentena a bordo de los vuelos directos procedentes de Wuhan. El 2 de enero de 2020, Taiwán estableció un equipo de respuesta a la enfermedad y el 20 de enero activó el Centro de Comando Central de Epidemias (CECC), un organismo ya establecido desde la irrupción del SARS en 2003. Bajo la supervisión del ministro de Salud y Bienestar, el CECC ha sido la herramienta más eficaz para integrar los recursos de varios ministerios y organismos y dedicarse plenamente a la contención de la pandemia.

Imagen eliminada.
Protestas en Taiwán contra su exclusión de la Organización Mundial de la Salud.

-¿Ha colaborado China para avisar con tiempo, transmitir experiencias o ayudar a controlar la expansión de la pandemia? ¿Cómo se juzga la actitud de China en los países de su entorno?

-Si algo nos preocupa de la gestión que el Gobierno de Pekín ha hecho de la pandemia ha sido precisamente la falta de transparencia, un punto clave para afrontar la respuesta a una crisis sanitaria como la que estamos viviendo. Por eso, ya en enero de 2020 iniciamos la cancelación de vuelos procedentes de la región afectada y el control exhaustivo de fronteras, casi dos meses antes del anuncio de la OMS de la declaración como pandemia, y de que el Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades comenzara a recomendar la adopción de medidas. Ello nos permitió el rápido y eficaz control de contagios que pudieran llegar del exterior, identificar los casos sospechosos y decretar, en su caso, cuarentenas individuales. La falta de colaboración de China es una prueba más de la falta de democracia en su régimen. Organismos como la OMS deben obtener informaciones más detalladas de China.

-¿Qué opina de la misión de la OMS a China y de su informe sobre el origen de la pandemia?

-Creo que, desgraciadamente, sigue habiendo más dudas que certezas. Al presentar las conclusiones de la misión de expertos de la OMS que se desplazó a Wuhan el pasado enero, el propio director general de la OMS ha aclarado que son necesarios más datos y más estudios para llegar a conclusiones que sean sólidas sobre lo ocurrido en Wuhan al principio de la pandemia. Y el jefe de la misión internacional allí ha reconocido la existencia de presiones políticas durante el trabajo. Durante aquellos primeros días, en enero de 2020, en Taiwán decidimos actuar por nuestra cuenta sin esperar las indicaciones de la OMS, que hubieran llegado, dada nuestra cercanía al continente, sin lugar a dudas demasiado tarde. Lo sucedido posteriormente nos ha dado la razón.

-Hasta ahora, Taiwán ha vacunado a muy poca gente. ¿Cuál es el plan de vacunación? ¿Qué vacunas están empleando?

-Hemos firmado contratos para comprar cerca de 20 millones de dosis: 10 millones de dosis de la vacuna AstraZeneca, 5,05 millones de dosis de la de Moderna, y 4,76 millones de dosis de otras marcas a través del programa de asignación COVAX de la Organización Mundial de la Salud. Hasta ahora hemos recibido poco más de 310.000 dosis, y en marzo ya empezamos a suministrar las primeras dosis de la de AstraZeneca. Damos prioridad al personal sanitario de primera línea, y luego a las personas que trabajan en el campo de la prevención de pandemias, a quienes tengan obligación de viajar al extranjero en misión oficial, a los cuerpos de seguridad del Estado y a los trabajadores del sistema de bienestar social. Existe además la alternativa de que por negocios y estudios internacionales y tratamiento médico en el exterior se pueda acceder a la vacuna pagando una cantidad mínima, de aproximadamente 15 euros.

-¿Están desarrollando alguna vacuna propia?

-Siguiendo un programa de doble vía, el Gobierno ha optado por adquirir dosis de múltiples fuentes externas y, al mismo tiempo, desarrollar vacunas nacionales, entre ellas dos que comienzan ahora la fase 3 de los ensayos, para obtener con ambas fuentes una cobertura suficiente para toda la población.

-¿Cuál es la movilidad actual en el país? ¿Sigue habiendo restricciones y controles?

-Seguimos manteniendo un control estricto de nuestras fronteras aplicando cuarentenas a los nacionales y extranjeros que llegan del exterior. Esperamos poder vivir pronto sin mascarillas, hoy todavía de uso obligatorio en determinados espacios públicos, como centros de salud, transporte público, instalaciones educativas, espacios deportivos y de exhibición, tiendas, lugares de entretenimiento, espacios religiosos y lugares de negocios, como bancos y oficinas de correos. En restaurantes y oficinas se toma la temperatura y se registra el nombre y datos de contacto de los asistentes por si hubiera necesidad de localizarlos ante posibles brotes. Pero por lo demás, desde el primer momento de la pandemia la vida en Taiwán se ha desarrollado sin grandes cambios y podemos decir que hemos mantenido desde el principio un 90 por ciento de normalidad en nuestras actividades cotidianas.

-¿Ha dañado la pandemia la economía de Taiwán, como ha ocurrido en España, o han sabido aprovechar la parálisis económica mundial? ¿Cómo han variado los indicadores económicos?

-La actividad económica de Taiwán apenas se ha visto afectada. No hemos tenido necesidad de confinar a la población, ni de cerrar empresas o negocios. Nuestra economía cerró el año 2020 con un crecimiento del 3,11 por ciento, convirtiéndonos en la economía de mejor desempeño de Asia, y para este año el pronóstico de crecimiento es del 4,64 por ciento. Con una economía orientada básicamente hacia las exportaciones, Taiwán es en la actualidad el 15º mayor exportador y el 18º mayor importador mundial. Ocupamos el 6º lugar en el Índice de Libertad Económica y el 11º en el ranking de Competitividad Mundial, y el tercer puesto entre los mejores destinos para inversiones del mundo. Gracias a su apuesta por la investigación y la tecnología, Taiwán se ha convertido en el principal actor global y en la pieza clave de la cadena de suministro de semiconductores en todo el mundo, y ocupa hoy el 63% del mercado mundial de microprocesadores. Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), el gigante tecnológico de Taiwán, copa el 54% del mercado mundial de chips.

-¿Cómo se están planteando la progresiva vuelta a la normalidad, al turismo, a los viajes?

-A día de hoy, contamos todavía con un control estricto de fronteras, necesario porque la mayor parte de los casos de covid-19 que venimos registrando vienen del exterior. Aun así, no hemos dejado de prepararnos para recibir turistas en cuanto la situación sanitaria a nivel internacional permita restablecer los viajes con normalidad. Taiwán es un país enormemente atractivo para el turismo por su belleza natural, su riqueza gastronómica y sus tesoros culturales, entre otras características. Y gracias a nuestro esmerado cuidado por el medio ambiente, estamos fomentando el país como un lugar de ‘turismo seguro’.

-La OMS sigue 'ignorando' a Taiwán. ¿Qué implica ese 'aislamiento' para Taiwán y el resto del mundo? ¿No ha jugado la OMS un papel secundario en esta pandemia, en lugar de haber ejercido un mayor liderazgo?

-Con la exclusión de Taiwán debido a las presiones de China, la OMS muestra una total indiferencia con el derecho a la salud de los 23,5 millones de taiwaneses. Ello provoca una fisura de consecuencias perjudiciales en el sistema sanitario internacional, cuando todos sabemos que la cooperación internacional es la única manera de frenar con éxito una pandemia como ésta. A su sólida gestión, Taiwán ha de añadir su ejemplo de solidaridad con la comunidad internacional mediante la implantación de sus lemas “Taiwán puede ayudar” y “Taiwán está ayudando”. Gracias a ello, en 2020 hemos donado 54 millones de mascarillas quirúrgicas a más de 80 países, medio millón de los cuales se destinaron a España al comienzo de la crisis para el personal sanitario. Y más recientemente, acabamos de hacer llegar a la India un primer lote de suministros médicos que incluye 150 generadores de oxígeno y 500 cilindros de oxígeno.

-¿Qué actitud están adoptando otros países con respecto a ese aislamiento de la OMS?

-Afortunadamente, estamos recibiendo un firme apoyo de Estados Unidos, de Europa y de países de ideas afines. El Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, acaba de manifestar que no existe ninguna justificación razonable para la continua exclusión de Taiwán de este foro, y ha instado a su director general a que restaure el lugar apropiado de Taiwán. El Parlamento Europeo dictó en enero tres resoluciones a favor de la presencia de Taiwán en la OMS, y los ministros de Relaciones Exteriores del G7 han manifestado su apoyo a la "participación significativa" de Taiwán en los foros de la OMS y su Asamblea. Y el Senado de Francia y el de la República Checa acaban de adoptar sendas resoluciones para apoyar la participación de Taiwán en las actividades de la OMS. Adhiriéndonos al lema #LetTaiwanHelp (“Deja que Taiwán ayude”), estamos pidiendo a la comunidad internacional que apoye la participación de Taiwán en calidad de observador en la próxima Asamblea Mundial de la Salud que se celebra del 24 de mayo al 1 de junio.

A pesar de un ligero repunte en los últimos días, Taiwán es un ejemplo mundial de control de la pandemia. Un modelo que la OMS, presionada por China, sigue ignorando. Off José R. Zárate Off

via Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/3hNsb50

No hay comentarios:

Publicar un comentario