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miércoles, 13 de marzo de 2024

Médicos que nunca existieron (I)

Fernando Navarro
Fernando Navarro
Mié, 13/03/2024 - 08:24
¡Qué difícil es el inglés!
Trompa de Falopio es un epónimos bien conocido; otros no lo son tanto.
Trompa de Falopio es un epónimos bien conocido; otros no lo son tanto.

En un artículo sobre problemas de desplazamiento de los cables de un marcapasos, encuentro mencionado en español el *síndrome de Twiddler*, como si hubiera sido descrito por un tal doctor Twiddler, que jamás ha existido. La palabra inglesa twiddler (con minúscula inicial, sí) es en realidad un sustantivo común derivado del verbo to twiddle (dar vueltas a algo, juguetear con algo entre los dedos). Lo que en inglés llaman Twiddler syndrome, pues, viene a corresponder en español a un ‘síndrome del manoseo’, en referencia a toda rotura, alteración o desconexión de un marcapasos, de una vía intravenosa o de cualquier otro dispositivo implantado, como consecuencia de su manipulación inconsciente o habitual por parte del propio paciente.

Las confusiones entre un sustantivo común y un nombre propio, en efecto, están a la orden del día cuando leemos en otro idioma, que es una situación habitual hoy para todos los médicos del mundo que no tenemos el inglés como lengua materna. Alguien pensará que es fácil distinguirlos si tenemos en cuenta que los sustantivos comunes se escriben con minúscula inicial, mientras que un apellido lleva siempre por fuerza mayúscula inicial. Ese truco funciona a menudo, sí, pero no siempre. Para empezar, porque en inglés usan muchas más mayúsculas que en español (por ejemplo, en los títulos de artículos, libros y capítulos); pero, sobre todo, en dos circunstancias relativamente frecuentes cuando leemos en inglés:

1) Cuando el epónimo (o supuesto epónimo) va a comienzo de frase o aparece suelto en una tabla o en una figura. Por el distinto orden gramatical que adoptan los sustantivos de un término compuesto en inglés y español, en casos así el supuesto epónimo va en inglés al comienzo, por lo que debe escribirse obligatoriamente con mayúscula inicial con independencia de que sea nombre propio o común. Pensemos, por ejemplo, en una frase como la siguiente: «Hangman’s fracture is a break of both pedicles or pars interarticularis of the axis vertebra». Si alguien traduce «La fractura de Hangman es…», no sería la primera ni la segunda vez que aparece mal escrita en español la fractura del ahorcado.

2) Cuando el epónimo (o supuesto epónimo) coincide con un gentilicio, puesto que en inglés los gentilicios —a diferencia de lo que ocurre en español— se escriben siempre con mayúscula inicial. En español escribimos ‘inglés’, ‘ruso’, ‘chino’, ‘italiano’, ‘alemán’… (y ello nos permite distinguir claramente entre el gentilicio ‘navarro’, natural de Navarra, y el apellido Navarro), mientras que en inglés escriben English, Russian, Chinese, Italian, German…, siempre con mayúscula inicial. Nuevo ejemplo: «The size of a urinary catheter is usually measured with the French scale». ¿Verdad que en un caso así es comprensible que muchos llamen erróneamente *escala de French* a la escala francesa o escala de Charrière?

Las confusiones pueden darse asimismo en sentido contrario: *enfermedad de la rasuradora*, por ejemplo, para traducir Shaver disease en referencia a la neumoconiosis por emanaciones de bauxita, descrita en 1947 por el canadiense Cecil G. Shaver. También en otros idiomas distintos del inglés, claro: he llegado a leer en español *ley del pescado* como traducción del francés loi de Poisson (ley de Poisson) y *ciclo del cáncer* como traducción del alemán Krebs-Zyklus (ciclo de Krebs; en este caso, complicado por el hecho de que la ortografía alemana exige que absolutamente todos los sustantivos, ya sean propios o comunes, se escriban siempre con mayúscula inicial).

Para ilustrar todo esto que estoy contando, se me ocurre proponer un ejercicio práctico. Supongamos que, en una lista alfabética de términos médicos, me encuentro con los quince siguientes: Battle sign, Brain reflex, Christmas factor, Fleming Hospital, Friend leukemia, Good buffer, Kabuki syndrome, Lapp lactase deficiency, London forces, Parrot disease, Pilates method, Student t test, Tako-Tsubo syndrome, Western blot y Wood lamp. ¿Sabría usted decir en cada caso si estamos ante un epónimo (o sea, un apellido que se mantiene invariable en todas las lenguas) o más bien ante un sustantivo común (que sí debería traducirse al español o, como mínimo, escribirse con minúscula inicial en nuestra lengua)? ¿Signo de Battle y reflejo de Brain, por ejemplo, o signo de la batalla y reflejo cerebral? ♦

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Continúa en: «Médicos que nunca existieron (II)»

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