Un mantra repetido en el ámbito farmacéutico en los últimos años es que se está produciendo un cambio de paradigma enfocado a una oficina de farmacia más asistencial y integrada en el ecosistema sanitario.
Para Luis de la Fuente Ruiz, CEO del Grupo MediformPlus y de EZFY España, y María David, directora del Departamento MDF y Health Solutions Director de EZFY, ese cambio de paradigma es tan real como productivo a todos los niveles. Pero también requiere un esfuerzo de mejora y progreso en la gestión para extraer todo ese potencial.
De la Fuente Ruiz y María David son ponentes en Infarma 2024 y plantearán el siguiente asunto: ¿Qué modelo de atención ofreces en tu farmacia? Cómo nuestra actuación en el mostrador de la farmacia puede mejorar la vida del paciente.
Según De la Fuente Ruiz, “la farmacia presente y futura se enfrenta a retos constantemente, a otros canales cada vez más competitivos y al cambio en la forma de consumo y tipo de consumidor. En este entorno, lo que no aporta valor no tendrá perdurabilidad”.
En su opinión, “la mera dispensación, muchas veces sin acompañamiento de un consejo profesional, no justifica nuestra labor”. Por ello, está convencido de que el modelo de atención en la farmacia ha de ser asistencial, “poner al paciente y consumidor de nuevo en el centro de nuestras acciones y que sus necesidades sean el foco que defina nuestra forma de trabajar desde el mostrador”.
Por ello, propone convertir la farmacia en un lugar de salud al que el consumidor acude no solo a por la cura cuando está enfermo si no también a mejorar su salud de manera integral y aumentar su calidad de vida. Además, debe ser el “el lugar donde se hace seguimiento farmacoterapéutico”, incide.
En esta línea, María David resalta que este modelo “permitirá aprovechar el perfil eminentemente sanitario de la profesión y el potencial para mejorar la salud de la población y la sostenibilidad del sistema sanitario”. Pero para aprovechar esta oportunidad, advierte, se requiere un cambio no solo del modelo en el mostrador, “sino también un cambio en la forma de gestionar la farmacia y sus recursos”.
En la práctica
Para De la Fuente Ruiz, “en la práctica hablamos de realizar una atención farmacéutica de calidad desde el mostrador. Eso implica evaluar las necesidades relacionadas con la medicación del paciente, su adherencia a los tratamientos crónicos, la seguridad y resultado de esta medicación y, a su vez, proporcionar educación sanitaria adecuada y comprensible para el autocuidado de su patología y la consecución del objetivo terapéutico”. Sin olvidar el valor de una buena indicación farmacéutica en síntomas menores “activa y de calidad”.
¿Y qué se obtiene con estas acciones? María David responde que se pueden generar “grandes beneficios para el paciente”. A modo de ejemplo, la derivación temprana de pacientes con factores de riesgo, favorece un diagnóstico temprano de posibles enfermedades y, por tanto, una mejor evolución; la correcta resolución de síntomas menores, evita que evolucionen a algo que suponga un problema mayor para el paciente, y la detección de la falta de adherencia a los tratamientos crónicos y fomentar un uso correcto de la medicación va a lograr mejorar los resultados en salud a medio y largo plazo. Además, la medición y seguimiento de parámetros clínicos permitirá “evaluar la efectividad del tratamiento y la posible necesidad de una derivación temprana al médico para aplicar las medidas correctoras que puedan ser necesarias”, según el facultativo.
Ayudas tecnológicas
En este escenario, las ayudas tecnológicas, informáticas, de comunicación y conexión son un elemento facilitador para lograr los objetivos. Un ejemplo es el expuesto por los ponentes: la aplicación EZFY, que se define como “una herramienta de ayuda para el desarrollo de servicios asistenciales desde la farmacia comunitaria que busca aportar valor y calidad de vida a los pacientes en forma de soluciones de salud integrales”.
La experta señala que esta herramienta “se basa en apoyar de manera digital y protocolizada la atención farmacéutica y sanitaria desde el mostrador de la farmacia”. Así, proporciona una guía para realizar derivaciones o indicaciones, entre otras, de manera sencilla, “pero cumpliendo con todos los puntos que definen una correcta atención al paciente y favoreciendo la comunicación de la farmacia con e usuario”.
Según De la Fuente Ruiz, con esta plataforma la farmacia va a poder mejorar la calidad de vida de los pacientes, le va a aportar soluciones de salud integrales y va a poder realizar intervenciones en su recorrido de salud”.
Y hace especial énfasis, en aquellos puntos que puedan resultar críticos, “como, por ejemplo, seguir y favorecer la adherencia al inicio de un tratamiento crónico y monitorizar la aparición de posibles problemas relacionados con la medicación o reacciones adversas”.
También posibilita otro aspecto relevante y es la medición y valoración del impacto de las intervenciones farmacéuticas.
Gracias a este enfoque, concluye De la Fuente Ruiz, podemos “realizar un seguimiento de los pacientes para evaluar la efectividad y adecuación de nuestras indicaciones y del consejo ofrecido a pie de mostrador”.
Poner al paciente y consumidor en el centro de la actividad farmacéutica define la forma de trabajar, y con las ayudas tecnológicas y de comunicación se tienen mejores resultados. Off Enrique Mezquita Offvia Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/mbZ7qLy
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