La densitometría ósea (DXA, por Dual energy X-ray Absorptiometry), un tipo de radiografía de dosis baja que mide el calcio y otros minerales en los huesos, es la prueba convencional para el diagnóstico de la osteoporosis. La interpretación de sus resultados está basada en criterios de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que a través de la T-Score permiten estratificar el riesgo de fractura. Pero tiene una limitación: su baja capacidad predictiva de la fractura a nivel individual. Hay una alternativa mejor para este objetivo, la tomografía computerizada cuantitativa (QCT, por Quantitative Computed Tomography), que permite traducir la información volumétrica de la morfología y calidad del hueso en información mecánica de fortaleza ósea, pero que también tiene un hándicap importante: el exceso de radiación, lo que impide usarla una y otra vez para poder hacer seguimiento del paciente.
Pero un algoritmo informático para complementar y mejorar la DXA, llamado 3D-DXA, que están desarrollando investigadores de la empresa de base tecnológica 3D-Shaper Medical (tiene patente) con el apoyo de la unidad BCN MedTech de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) y de CETIR Medical Group y el Hospital de Sant Pau de Barcelona, podría cambiar el panorama: permite obtener imágenes tridimensionales (3D) del fémur y así mejorar la predicción del riesgo de fractura del hueso.
Lo logra ya en el 70% de los casos; “que no está mal, pero la hipótesis es que hay que ir más allá”, según ha informado a este diario Jérôme Noailly, investigador principal en biomecánica y mecanobiología de la BCN MedTech implicado en este proyecto.
La clave: tres dimensiones (3D)
La nueva metodología, ha explicado el científico, permiten estimar la densidad mineral de todo el volumen del hueso, así como obtener imágenes detalladas de su forma en tres dimensiones (3D). También abre la posibilidad de convertir esta información volumétrica en información cuantitativa de resistencia ósea, a partir del análisis de elementos finitos, que es un método surgido de la ingeniería aeronáutica y usado en estudios biomecánicos para estimar el rendimiento y las variaciones producidas por las tensiones y las deformaciones en estructuras mecánicas o del esqueleto humano, así como en tejidos blandos. Esta es precisamente una especialidad del equipo de la BCN Medtech.
La nueva herramienta parte, además, del ensamblaje de métodos estadísticos para generar imágenes 3D utilizando las bidimensionales (2D) que se obtienen con la DXA, que por sí solas no permiten captar adecuadamente la densidad de los compartimentos trabecular y cortical del hueso, una información valiosa para poder valorar su fortaleza y prevenir su posible fractura. Según información de la UPF, la DXA no tiene capacidad para detectar hasta el 50% de pacientes con alto riesgo de fractura de fémur.
via Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/ZoCuwtf
No hay comentarios:
Publicar un comentario