Un estudio coordinado desde el Centro de Investigación Biomédica en RED (CIBER) del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) confirma que adoptar una dieta mediterránea hipocalórica, junto con un aumento de la actividad física, contribuye a reducir la aparición de nuevos casos de diabetes tipo 2 en personas con sobrepeso y alto riesgo metabólico. La investigación se publica en la revista Annals of Internal Medicine revista del Colegio Americano de Médicos
Así lo evidencian los primeros resultados del estudio Predimed-Plus, un ensayo clínico multicéntrico español financiado con más de 15 millones de euros que ha seguido durante seis años a miles de personas en toda España.
Más de 200 especialistas de 23 universidades y centros de investigación españoles evidencian, por primera vez, de forma sólida, que esta estrategia combinada es eficaz para reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
La diabetes tipo 2, ha experimentado un notable incremento en los últimos años, en paralelo con la epidemia de la obesidad, por lo que resulta esencial impulsar estrategias accesibles y sostenibles enfocadas a la prevención.
El estudio Predimed (PREvención con DIeta MEDiterránea), lleva más de dos décadas activo, y ya había demostrado que una dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva virgen extra o frutos secos reducía la incidencia de diabetes en un 30% en comparación con una dieta baja en grasas. Sin embargo, esta reducción se observó con una disminución apenas perceptible del peso corporal.
A partir de ese conocimiento, el estudio Predimed-Plus planteó una intervención sobre el estilo de vida más intensiva, con el objetivo de evaluar si pudiera aportar beneficios adicionales frente a otro tipo de estrategias menos intensivas. Esta estrategia se basa en la pérdida de peso mediante una dieta mediterránea ligeramente hipocalórica —rica en fibra y de bajo índice glucémico— combinada con la promoción de la actividad física y apoyo conductual.
El estudio ahora publicado incluyó a 4.746 participantes de entre 55 y 75 años con sobrepeso u obesidad y síndrome metabólico y que no padecían enfermedades cardiovasculares ni diabetes al inicio. Los participantes fueron asignados al azar (50% de probabilidad) a uno de los dos siguientes programas: uno enfocado en seguir la Dieta Mediterránea (sin promocionar actividad física ni perseguir una reducción calórica de la dieta), y otro conductual enfocado a conseguir una pérdida de peso mediante una Dieta Mediterránea reducida en calorías (con una reducción planificada de 600 kilocalorías diarias), mayor actividad física.
via Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/Iadsk8h
No hay comentarios:
Publicar un comentario