Los claims de marketing no son ciencia y la lista de ingredientes de los productos cosméticos no es la Biblia de la eficacia. En ocasiones, vemos que hay activos potentes antiedad que figuran en esa lista, pero en concentraciones mínimas o imposibles o con una acción insignificante, porque solo forman parte del sistema conservante de alguna materia prima.
Por ello, el farmacéutico, cuando escoge el surtido de cosméticos que va a recomendar en su farmacia, debe fijarse en la evidencia científica y en los estudios de eficacia in vivo e in vitro, no ya de los activos de forma individual, sino del cosmético acabado.
Esta es la propuesta de Tomás Muret y Gema Herrerías, vocales de Dermofarmacia del Consejo General de COF y del Consejo Andaluz de COF, respectivamente, que participaron la semana pasada en la jornada DermoCOFM, organizada por el Colegio de Farmacéuticos de Madrid.
De forma muy práctica, Muret y Herrerías pusieron ejemplos de algunos cosméticos que hay en el mercado, con los que demostraron que no todo es oro lo que reluce.
La importancia del pH
Así, el vocal nacional sacó a colación un análisis que hizo Inside Cosmetics de uno de los productos más vendido en Amazon: un sérum de vitamina C, de Florence, que es una marca italiana. "Se presenta en un formato de 60 ml, que es el doble de la capacidad normal que suele tener un sérum, y reivindican que dura el doble, con lo cual me parecía una reivindicación bastante increíble de inicio", destacó.
A parte de todos los sellos bio, eco y veganos, de los que presumía el producto, que al vocal le parecen perfectos, pero le sorprende que reivindique que tiene un control microbiológico, "cuando es algo que por ley tienes que tener".
También le llamó la atención el laboratorio reivindique que el laboratorio hace el test del níquel, "cuando el níquel no es un ingrediente cosmético". Y añade: "El níquel suele aparecer como una traza, como algo negativo por usar ingredientes de baja calidad; por lo tanto, es raro que hagas un test de níquel".
Mirando la composición, le parecía increíble la gran cantidad de activos del sérum: niacinamida, ácido hialurónico, vitamina C, ácido ferúlico, aloe vera, centella asiática. Pero acerquemos más la lupa. Como relata Muret, en el estudio de Inside Cosmetics se destacaba con cierta sorpresa que llevara vitamina C y ferúlico en la misma fórmula, sobre todo porque el ferúlico tiene que estar a un pH de 3,5 para ser estable, y la vitamina C, también. "Pero, realmente, lo que lleva es una sal de vitamina C, el sodio ascorbil fosfato, y esta sal tiene que estar a un pH aproximado de 6,5. ¿Qué ocurre? En el estudio medían con un phímetro el pH y encontraban que tenía un pH de 5,25. Ni la vitamina C ni el ácido ferúlico tendrían ninguna función y ningún sentido, porque se habían oxidado. Y luego enseñan el color del sérum, de un pardo anaranjado, y dicen que podría ser de la oxidación".
En su opinión, discrepando con el estudio de Inside Cosmetics, esta sal de vitamina C sí aguanta este pH. Ahora bien, de lo que sí está seguro es que, de ninguna manera, el ácido ferúlico lo aguanta. Conclusión: "Lo importante no es lo que metemos en la cazuela sino lo que sacamos. Podemos meter ingredientes que no sirvan absolutamente para nada. En este caso, daría lo mismo tener el ácido ferúlico que no tenerlo".
Concentración y eficacia
Otro enigma es el de la concentración y aquí pueden colarse mentiras o mensajes no del todo ciertos, para ser más suaves.
Según Herrerías, "si el fabricante no nos lo dice, no sabemos la concentración en la que están los ingredientes en ese cosmético. Es frecuente escuchar que en la fórmula a partir del 1% van en desordenados: si están muy abajo es que no es eficaz y si está muy arriba es que tiene más concentración, pero esto no es tan fácil".
En este punto, afirma que solamente tenemos información segura en los anexos del reglamento europeo1223/2009, que regula la concentración de algunos ingredientes, no de todos, solo de los filtros solares, conservantes, perfumes y pigmentos y hablan, eso sí, de las concentraciones máximas permitidas.
Un ejemplo: el fenoxietanol, regulado en el anexo 5, entrada 29. El reglamento europeo dice que la concentración máxima permitida es del 1% "¿Y si no lo ha añadido el fabricante, sino que forma parte de un sistema conservante de una de las materias primas de ese cosmético? Tiene que aparecer en el listado de ingredientes, pero el fabricante no ha sido el que lo ha añadido, con lo cual, la concentración sería insignificante".
Dirigiéndose a los farmacéuticos formulistas, Herrerías expuso otra situación: "Cuando elaboramos cosméticos, utilizamos materias premias de las que el fabricante ya te orienta en qué concentraciones funcionan y tienen estudios clínicos de esas materias primas.
Hablando del ácido hialurónico hidrolizado, Herrerías comentó que, si el fabricante de este ingrediente te dice, porque hay evidencia científica, que tienes que formularlo de 0,1 al 0,5 "no tiene sentido que subas la concentración de ácido hialurónico porque no vas a obtener más beneficio para las reivindicaciones, por ejemplo, de arrugas y firmeza, no solo hidratación".
Y añade otra cuestión importante: "Hay cosméticos que tenemos en la farmacia que reivindican un 40% de ácido hialurónico, pero se refiere a un 0,4. Si fuera a un 40% habría que cortar con un cuchillo ese sérum, sería imposible. Por eso, a veces, en función de cómo reivindiquemos, podemos liar a la gente.
Dicho esto, Herrerías subraya que es muy importante "tener estudios con producto terminado, aunque lo primero es partir de la base de materias primas con evidencia".
También es importante hablar de concentraciones para evitar demonizar a ciertos ingredientes. como le está pasando al alcohol. De hecho, hay muchas mujeres que rechazan cualquier cosmético con alcohol por sistema. Cojamos de nuevo la lupa con ayuda de Herrerías. "El alcohol se puede haber introducido en la fórmula en el sistema conservante. Por ejemplo, el benzyl alcohol, en un retinol, va al final de la formulación, porque forma parte del sistema conservante y puede que no sea ni el sistema conservante del producto sino de una materia prima, con lo cual, la concentración es mínima, y, además, no todos los alcoholes son malos. Hay muchos falsos mitos", lamentó durante su exposición.
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