Hay situaciones en el mundo laboral poco agradables y que suponen un peaje muy pesado que va relacionado con el puesto o el cargo. Uno de esos escenarios es despedir a un trabajador y el titular de la oficina de farmacia, además de pasar un mal trago, puede cometer errores que le acarren efectos negativos.
"El despido de un trabajador es una decisión difícil, pero también es una situación habitual en todas las empresas. Comunicar un despido resulta incómodo para ambas partes y se suelen cometer errores, bien por desconocimiento, por no querer ofender al trabajador e incluso por las prisas", explica Elena Ropero López, responsable del Departamento Laboral de Orbaneja Abogados.
Para evitarlos, es importante hacer una buena planificación y, antes de despedir a nadie, se deben comprobar varios aspectos con un profesional laboralista si existen motivos reales para despedir. "También se debe verificar que no existan reclamaciones salariales, hay que asegurarse de si el trabajador está o no afiliado a un sindicato o sea representante de los trabajadores y redactar una carta de despido de manera correcta y respetuosa", añade.
Hay que recordar que siempre hay que comunicarlo por escrito e indicar la fecha de efectos. Si se trata de un despido objetivo bien por causas económicas, técnicas u organizativas, la ley obliga a dar un preaviso de 15 días o bien pagar el equivalente económico. No hay que olvidar que ese preaviso no se da en los despidos disciplinarios.
Ropero explica que en el ámbito de la oficina de farmacia hay tres errores que se repiten mucho a la hora de despedir a un trabajador.
- Preavisar verbalmente al trabajador. "Esto puede acarrear consecuencias negativas para la empresa, ya que el trabajador puede aprovechar para dañar la imagen de la oficina de farmacia con conductas como hablar mal a los clientes o proporcionar información negativa de los titulares, robo de bases de datos, o que el trabajador aproveche la situación para cogerse una baja médica tras ese preaviso verbal en el que no ha quedado comunicado formalmente el despido", especifica Ropero.
- No firmar la carta de despido en el momento de la entrega. Otro de los errores frecuentes es entregar la carta de despido al trabajador y decirle que vuelva otro día para devolverla firmada. "La carta debe quedar firmada por el trabajador en el momento de la entrega y, en caso de que este último se niegue a firmar, deberá realizarse una diligencia testifical o bien un envío, en ese momento, de la documentación por burofax a la dirección informada por el trabajador para que quede notificada formalmente", insiste la experta de Orbaneja Abogados. Es suficiente con que el trabajador firme como "no conforme". Es absolutamente necesario que el despido se comunique por escrito al trabajador, de lo contrario sería nulo por no reunir los requisitos formales necesarios. "Por muy graves que sean los hechos imputados, si no se comunica la sanción por escrito de nada sirve", alerta Ropero.
- No abonar la indemnización por despido objetivo in situ. Un error muy habitual es no abonar la indemnización correspondiente al despido por causas objetivas en el mismo momento de la entrega de la carta de despido al trabajador. "Este simple hecho lleva aparejado que el despido pueda ser calificado como improcedente (con una mayor indemnización) por no haber realizado el abono de la misma de manera simultánea a la entrega de la documentación al trabajador", advierte.
Negociar en caso de indemnización
La indemnización es uno de los puntos que más preocupa al titular de la farmacia cuando va a despedir a alguien de la plantilla. Hay que conocer de antemano la indemnización máxima o bien la cantidad demandada por el trabajador y tener presente qué estamos dispuestos o no a entregar, evitando frustraciones en el resultado final e intentando la satisfacción de los intereses para ambas partes.
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