La enfermera Amparo Nogales, miembro de la Academia de Enfermería de la Comunidad Valenciana y profesora titular honorífica de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Rey Juan Carlos (Madrid), lleva más de 20 años analizando las claves y fundamentos para una Teoría Estética Enfermera, un enfoque que aúna la pertenencia a una filosofía personalista enfermera y vivir la experiencia de la estética del cuidado.
Nogales, doctora en Historia Moderna (Universidad de Valencia), máster en Docencia en Enfermería (Universidad Europea de Barcelona) y máster en Bioética y doctora en Ciencias Biomédicas (Universidad Complutense de Madrid), considera que con esta visión "el cuidado deja de ser una actividad rutinaria para convertirse en experiencias creativas y estimulantes".
Un nuevo proyecto sobre la temática, donde la relación y la empatía enfermera-paciente juega un papel crucial, es uno de los cuatro seleccionados por el Colegio de Enfermería de Valencia (Coenv) para recibir las ayudas del Consejo General de Enfermería (CGE) para incentivar y promover la ciencia entre las enfermeras.
Dos cuestiones
Desde hace más de veinte años, "cuando investigaba en la tesis de Historia, fui dándome cuenta de la importancia de ir a las fuentes primarias en una investigación. En el máster de Bioética, vi la profunda vinculación existente entre la vida moral y la vida enfermera entregada al cuidado afectuoso y la acogida amable; y que para llegar a este punto, era necesario discernir, crear un ambiente, un estado interior de serenidad y reflexión", expone Nogales.
En la tesis de Ciencias Biomédicas, "en la antropología, vi que el amor, la esperanza, la comprensión y la pasión por aprender no podían faltar en el mundo interior de la enfermera". Desde entonces, comenta, "vengo trabajando e intentado acercarme al logro de este propósito".
El objetivo se centra en llegar a la formalización de dos cuestiones: por un lado, la pertenencia a una filosofía personalista enfermera. Por otro, vivir la experiencia de la estética del cuidado; es decir, experimentar la satisfacción de crear en los detalles del cuidado, pequeñas obras de belleza positivas para la enfermera y el receptor.
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