Hace 25 años un omeprazol costaba en España en torno a 36 euros y hoy su precio está en 2,50 euros. Este es el ejemplo que pone Ángel Luis Rodríguez de la Cuerda, secretario general de la Asociación Española de Medicamentos Genéricos (Aeseg), para señalar la importancia de los medicamentos genéricos, que están de celebración con su aniversario.
Desde la reforma de la Ley de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos que entró en vigor en 2016, el farmacéutico puede dispensar genérico o marca ante una prescripción por principio activo (PPA), siempre que el medicamento se encuentre al precio más bajo de su agrupación homogénea. Es decir, desde 2016 no existe la priorización del genérico que había venido rigiendo la dispensación en la PPA desde que se aprobó el Real Decreto-ley 16/2012. Ahí es donde, a falta de una prescripción identificada (tanto por denominación comercial de marca original como de genérico), el farmacéutico tiene capacidad de decisión cuando el médico receta solo por PA.
El Ministerio de Sanidad señala a este medio que, en línea con la Estrategia Farmacéutica Europea, trabajan con el sector con el objetivo de "reducir las barreras de entrada de genéricos y biosimilares, desde la entrada en el sistema y su mantenimiento, fomento de su uso, prescripción y concienciación ciudadana, incluyendo una campaña de difusión de ámbito nacional para intensificar la comunicación sobre estos medicamentos”.
Según Iqvia, el mercado no protegido (fuera de patente) representa en valores o precio de venta al público (PVP) un 64%, del que una tercera parte son genéricos y el resto son marcas; en cuanto a unidades, el 87% está fuera de patente, donde un 53% son genéricos y un 47% son marcas.
Respecto a estos datos, Rodríguez de la Cuerda matiza que teniendo en cuenta el mercado total (protegido y no), los genéricos representan un 41% de las unidades; y en el mercado fuera de patente, un 53%. Añade que el genérico "aún tiene terreno por conquistar" ya que en valores son solo un 21% del total del mercado y un 36% de los de fuera de patente.
Hay quien piensa que el dilema entre prescripción por genéricos y marcas es "absurdo", ya que los de marca que han perdido patente y los genéricos están al mismo precio.
Sin embargo, casi siete años después de este cambio legislativo, ¿en qué situación se encuentran los genéricos respecto a los medicamentos de marca? Según el reciente informe de la consultora Iqvia, Dinámicas de genéricos y marcas: ¿qué esperar tras la pérdida de patente?, de enero a mayo de 2022 la PPA -que se basa en prescribir los medicamentos según su denominación común internacional, DCI, como recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS)- supone un 47,5% de las prescripciones del mercado no protegido reembolsado no hospitalario a nivel nacional. El resto de las prescripciones son por denominación comercial de marca en un 35,2% de los casos, frente al 17,3% por denominación comercial por genérico.
Por principio activo
Así pues, la PPA ha ido ganando terreno desde 2020 con un paulatino crecimiento de 1,2 puntos porcentuales. Sin embargo, no es homogénea por comunidades autónomas y la cuota de unidades del genérico está estancada desde 2015 en un 41% de unidades, "aunque producimos un ahorro de la factura farmacéutica de cerca de 1.000 millones de euros al año. Si no hubiera genéricos, ninguna marca bajaría el precio", señala Rodríguez de la Cuerda, que destaca cómo con el cambio legislativo que pone fin a la priorización del genérico hay una "mayor fuga hacia marcas". Es decir, si antes el 100% de las PPA eran cubiertas por un genérico, ahora lo son solo en un 72%. Además, apostilla que ese 28% que se va a las marcas le supone a la industria innovadora solo un 7% de su facturación en el mercado de España.
Una de las causas de este estancamiento de cuota del genérico se debe, en parte, a "la ausencia de normativa específica progenérico, que le diferencie respecto a la marca en precio -que ahora no la hay- o en condiciones de dispensación, como ocurría antes", señala Rodríguez de la Cuerda. Y añade que el 50% de las unidades de genéricos tienen un precio industrial de referencia inferior a 1,60 euros, según el RD 177/2014 de 21 de marzo, por lo que han propuesto al Ministerio de Sanidad un aumento del 10%, "ya que nunca se ha indexado según la subida del IPC".
"Si no hubiera genéricos, ninguna marca bajaría el precio a voluntad propia" (Ángel Luis Rodríguez de la Cuerda, Aeseg)
El secretario general de Aeseg explica que esta PPA no llega ni siquiera al 50%, a pesar de que la legislación española así lo recomienda, en sintonía con la OMS. De hecho, el artículo 87 de la Ley de Garantías establece que "en el Sistema Nacional de Salud (SNS) las prescripciones de medicamentos incluidas en el sistema de precios de referencia o de agrupaciones homogéneas no incluidas en el mismo se efectuarán de acuerdo con el siguiente esquema:
-Para procesos agudos, la prescripción se hará, de forma general, por principio activo.
-Para los procesos crónicos, la primera prescripción, correspondiente a la instauración del primer tratamiento, se hará, de forma general, por principio activo.
-Para los procesos crónicos cuya prescripción se corresponda con la continuidad de tratamiento podrá realizarse por denominación comercial, siempre y cuando ésta se encuentre incluida en el sistema de precios de referencia o sea la de menor precio dentro de su agrupación homogénea".
En el caso de la PPA, el farmacéutico puede optar, a igualdad de precio, por un genérico o una marca, siempre a elección prioritaria del paciente. Otra cuestión es cuando el médico prescribe una marca o un genérico concreto.
Hay una tendencia a pensar que la PPA se corresponde con la dispensación de un genérico en el 100% de los casos, cuando no es así, como aclara este informe y recuerda el secretario general de Aeseg: "Eso ocurría antes del cambio legislativo de 2016". Así, este documento especifica que cuando el paciente recoge de la farmacia comunitaria el medicamento prescrito en la receta electrónica, en el 72% de los casos en que la prescripción se ha realizado por principio activo se dispensa un producto genérico, mientras que en el 28% de los casos restantes se dispensa la marca original.
En el 72% de los casos en que la prescripción se ha realizado por principio activo se dispensa un producto genérico
En términos generales, cuando la prescripción es por marca se dispensa mayoritariamente la marca, y cuando es por genérico, el genérico. Sin embargo, hay matices.
¿Qué sucede cuando la prescripción es por marca? En un 89% de los casos se dispensa la marca original, y en el restante 11% los farmacéuticos realizan un cambio, y se dispensa un producto genérico.
Por el contrario, cuando la prescripción se ha realizado por genérico, en un 95% de los casos se dispensa genérico, y solo en un 5% se realiza dispensación por marca original.
Qué se dispensan más según tipo de prescripción
El informe de Iqvia Dinámicas de genéricos y marcas: ¿qué esperar tras la pérdida de patente? analiza qué porcentaje de medicamento genérico y de marca se dispensa según los tres tipos de prescripción: por principio activo (PPA), por genérico y por marca. Y lo hace tanto a nivel nacional como autonómico, con datos desde 2020 hasta mayo de 2022, basados en transacciones de receta electrónica en el mercado no protegido reembolsado.
Así, a nivel nacional, como se aprecia en la primera barra superior del gráfico, la PPA supone un 47,5%, seguida de un 35,2% de prescripciones por marca y un 17,3% por genérico.
Siempre que la prescripción es por PPA el mayor porcentaje dispensando es genérico (salvo en Cataluña, que es igual, un 0,2%); lo mismo sucede cuando se prescribe por marca, que la dispensación mayoritaria es por marca, y en la prescripción por genéricos, donde la dispensación mayoritaria es por genéricos.
Sin embargo, los porcentajes de dispensación en cada prescripción difieren por autonomías.
Así, si bien la Comunidad Valenciana es la que destaca por tener un mayor porcentaje de prescripción por marca (75,7%), en este caso es la que tiene mayor dispensación de genérico que cualquier otra.
Lo mismo sucede en Cataluña, la que tiene un menor porcentaje de prescripción por principio activo pero, sin embargo, la que más prescribe y dispensa medicamento genérico.
En el polo opuesto a comunidades como Cataluña, Comunidad Valenciana y Galicia, con una casi inexistente PPA, se sitúan autonomías como Andalucía, Navarra y Castilla y León.
En Madrid la prescripción es también mayoritariamente por PA (63,1% de las recetas), pero de forma inferior a la media nacional.
De hecho, Andalucía lidera la PPA, desde que, como pionera, comenzó a fomentarla en 2001. Sin embargo, el informe refleja el impacto que tuvo la aparición de las subastas en diciembre de 2011.
Así, la cuota de los laboratorios de genéricos que optaron por no presentarse en el mercado no protegido fue durante muchos años cercana al 20%, y, con el fin de las subastas, esta cuota alcanzó ya prácticamente el 90% en 2021.
Cambios en la dispensación
Por tanto, el cambio en la dispensación por el farmacéutico es algo mayor ante una prescripción realizada por marca que ante una realizada por genérico.
¿Cuáles pueden ser las causas por las que el farmacéutico cambia la prescripción, tanto en un caso como en el otro? La legislación es clara al respecto. Así, el Real Decreto Legislativo 1/2015, de 24 de julio, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos y Productos Sanitarios, aborda en su artículo 89 la sustitución que puede realizar el farmacéutico: "El farmacéutico dispensará el medicamento prescrito por el médico" y "con carácter excepcional, cuando por causa de desabastecimiento no se disponga en la oficina de farmacia del medicamento prescrito o concurran razones de urgente necesidad en su dispensación, el farmacéutico podrá sustituirlo por el de menor precio".
Eso sí, se exceptúan aquellos medicamentos que, por razón de biodisponibilidad y estrecho rango terapéutico, determine el Ministerio de Sanidad (Orden SCO/2874/2007, de 28 de septiembre). Aquí entran los biológicos, los principios activos de estrecho margen terapéutico y los medicamentos para el aparato respiratorio administrados por vía inhalatoria.
No obstante, aparte de estos supuestos, también se dan casos en que el farmacéutico puede dispensar medicamentos distintos a los prescritos, ya sea una marca o un genérico, si lo prescrito no está al precio más bajo de su agrupación homogénea.
Vicente Baixauli, presidente de la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (Sefac), sostiene que "han cambiado las reglas del juego. ¿Qué va a hacer que el farmacéutico dispense marca o genérico? Ahí hay tres factores: primero, el paciente. Hay que intentar mantener la adherencia al tratamiento, y eso implica no marear al paciente cambiando la caja, por la bioapariencia. Segundo, el médico, que prescribe lo que él considera. Tercero, las condiciones comerciales de los laboratorios. Tanto los de marcas como los de genéricos tienen sus estrategias. Por tanto, aquí estamos en un mercado con tres factores diferentes, donde hay que conjugar la economía, respetar la prescripción y las preferencias del paciente. ¿Qué hace el farmacéutico? Debe barajar estas tres cosas, y es difícil, cuando vienes de una situación en la que estabas obligado a dar el genérico antes que la marca. Esto es lo que justifica esos datos de que en el 72% de los casos en que se prescribe por PA se dispense genérico", explica en relación al informe de Iqvia.
Subraya que hay otro factor, coyuntural, que son las faltas de medicamentos: "Eso condiciona muchísimo, y hay que ajustarse a la disponibilidad del mercado en ese momento".
Cómo lograr más adherencia
¿Cómo cree que se logra una mayor adherencia del paciente al tratamiento? "Hay que priorizar lo que el paciente tenga para garantizar la adherencia. Si la adherencia la podemos conseguir con la marca, pues la marca; ¿con el genérico? Pues el genérico. Lo importante es la adherencia", afirma Baixauli.
"Hay que priorizar el medicamento que mejor garantice la adherencia" (Vicente Baixauli, Sefac)
Frente a esto, Farmaindustria sostiene que la prescripción por marca favorece la adherencia terapéutica. En concreto, explica textualmente que "a diferencia de la marca, los nombres de principios activos tienen un componente técnico porque se construyen conforme a reglas acordadas por la OMS, basadas en una estructura de prefijos o sufijos (stems). La complejidad de estas denominaciones, y su similitud en algunos casos, hace que su manejo habitual se circunscriba al ámbito de los profesionales sanitarios. En el caso de las combinaciones de dos o tres principios activos, la utilidad de la marca es aún mayor".
En resumen, añade que "la marca supone una ayuda sustancial para el paciente, puesto que suele ser mucho más fácil de recordar y de pronunciar que el principio activo, lo que facilita su identificación y favorece la adherencia".
"Aliados" del genérico
¿Es el farmacéutico un "socio natural del genérico"? Rodríguez de la Cuerda sostiene que "aquí hay dos grupos: las marcas, con el médico que muchas veces defiende la prescripción por denominación comercial de marca, porque es cliente habitual del laboratorio de marca; el otro grupo es el que defiende la PPA, donde estamos Aeseg y los farmacéuticos".
Y aclara: "¿Por qué el farmacéutico es mi socio natural? Porque es el que le pone el cascabel al gato, y ante una PPA puede dispensar un genérico, que, además, tiene unas condiciones, que le permite la ley, con un descuento adicional por volumen de compras o pronto pago, que no hace la marca porque ya tiene el producto amortizado".
Es más, añade que el papel del visitador médico consiste en promocionar sus productos con patente, "pero también puede influir con los fármacos de marca fuera de patente".
Por su parte, José Polo, presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), subraya que "el problema marca-genérico es absurdo en España, ya que ambos tienen el mismo precio cuando la marca pierde la protección de la patente".
A su juicio, "la PPA o por genérico tiene un problema. Nuestra población mayor tiene unas carencias visuales y/o mentales. Si le cambiamos el color de la caja cada vez que acude, puede haber errores en la medicación. Los hay, y son bastante frecuentes".
"El problema marca-genérico es absurdo en España cuando están a igualdad de precio" (José Polo, Semergen)
Por su parte, Mara Sempere, coordinadora del Grupo de Trabajo de Utilización de Fármacos de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc), detalla a este medio que "la prescripción por principio activo, al igual que la de genéricos, es un instrumento más para mejorar la eficiencia de la prescripción de medicamentos, sin comprometer su calidad ni la seguridad del paciente. Se trata, simplemente, de prescribir lo mismo pero a menor coste".
En ese sentido, considera que "el paciente puede sugerir que se le prescriba un medicamento de marca. Los pacientes ya saben que los genéricos son eficaces y pasan por los mismos controles de calidad que los medicamentos de marca; lo que demandan es que si son iguales parezcan iguales y que siempre les dispensen el mismo. Los sanitarios también defendemos la importancia que tiene la isoapariencia".
Sobre esto, opina que los médicos deben prescribir por PA, como recomienda la OMS, "pero sí se debe fomentar la isoaparencia. Los medicamentos iguales, con la misma composición, deben tener un aspecto similar, para facilitar su identificación. Eso es lo que llamamos isoapariencia, y esto sí influye en la adherencia al tratamiento".
Es más, considera que "es importante limitar al máximo las sustituciones entre genéricos con diferente apariencia externa para evitar confusiones a los pacientes. Es necesario que el paciente y sus familiares se impliquen activamente en conocer los medicamentos que recibe, en saber el principio activo, pero no pueden estar memorizando cada mes un nombre distinto; por ello, si reciben siempre el mismo genérico, facilitamos la adherencia al tratamiento".
Y menciona que los tres principios activos con mayor número de envases facturados son omeprazol, paracetamol y ácido acetilsalicílico: "Aunque el omeprazol es el principio activo de mayor consumo en envases de presentaciones genéricas, el que supone un mayor importe es la atorvastatina. Estos datos se extraen del informe Prestación Farmacéutica en el Sistema Nacional de Salud 2019, monográfico publicado en 2021", detalla.
"Los médicos deben prescribir por principio activo, como recomienda la OMS, pero se debe fomentar la isoaparencia" (Mara Sempere, Semfyc)
Por eso, añade, "venimos reclamando desde hace años que los envases sean muy homologables". No obstante, esta reclamación no constituye una prioridad ni para pacientes, según detalla la Plataforma de Organización de Pacientes (POP), ni para la patronal de genéricos ni para algunos representantes de laboratorios innovadores, que no ven suficientes colores Pantone para que esto sea posible y, además, apostillan que cada laboratorio quiere diferenciarse de alguna manera del resto.
De hecho, Rodríguez de la Cuerda comenta que la bioapariencia es un concepto más ligado al márketing: “Es un término reduccionista que apareció hace unos 15 años. Y los colores están patentados”.
Además, menciona los estudios de percepción de su patronal: "Hemos preguntado a los pacientes, y nos dicen que el 85% de pacientes no han tenido sustituciones habituales de medicamentos en farmacia cuando el médico le receta un genérico. Al 15% restante que afirma que sí le sustituyen le preguntamos si tiene confusión en el tratamiento y pérdida de adherencia, y el 85% nos dice que no".
¿Qué lleva al médico a decantarse, en un inicio de tratamiento, por marca o por genérico? "Muchas veces, la confianza que tenga en el producto que prescribe", responde Polo, y aclara: "El médico no recibe incentivos por prescribir un producto. El único incentivo lo paga la administración por ahorro farmacéutico. El farmacéutico tiene una empresa con una rentabilidad, que deberá mantener, lo que es justo y honesto".
Sin embargo, Sempere sí afirma que "el marketing de la industria farmacéutica ha influido e influye en la prescripción médica".
Comunicación médico-farmacéutico
Polo comenta que "cuando el médico prescribe un fármaco, lo prescribe porque conoce al paciente y sabe que debe darle eso. A diario conocemos los problemas de desabastecimiento; si no queda más remedio que hacer un cambio, debe entenderlo el paciente, y que venga por parte del médico, o al menos lo conozca".
El presidente de Semergen pone un ejemplo concreto: “A mí me pasó hace poco con un antihipertensivo, que hubo faltas en todas las marcas, pero la dosificación cambia. No es lo mismo dar un Ibersartán o Eprosartán, que tienen una dosis de 600 mg, que un Candesartán, que son 32 mg. Al paciente le sorprende el cambio, y pregunta: ¿Cómo me da usted 32 mg si antes eran 600 mg?”.
Por ello, cree vital la comunicación médico-farmacéutico, "que sí existe en núcleos urbanos pequeños, donde se conoce todo el mundo, pero no tanto en las ciudades. La digitalización de la información falta, más allá de la receta electrónica", comenta Polo. Y añade que "el médico no tiene acceso al tratamiento prescrito en otra comunidad autónoma con la tarjeta sanitaria del paciente. Le tengo que preguntar a él, o que me traiga un informe".
Polo detalla que "hay fármacos que el farmacéutico puede dispensar sin receta, para síntomas menores, y es normal que deba saber, por ejemplo, si el paciente está coagulado; y no solo por lo que le diga el paciente, que puede tener un deterioro cognitivo o no acordarse de lo que toma, porque nuestra población es muy mayor".
"En la práctica, los sistemas de mensajería en receta electrónica no son eficientes" (Vicente Baixauli, Sefac)
En la misma línea, Baixauli comenta que "normalmente las prescripciones de los especialistas se realizan por marcas y son las más difíciles de sustituir de cara al paciente. Este tiene más reticencias a que se cambie la prescripción del especialista".
También señala que no hay comunicación bidereccional entre el médico y el farmacéutico: "Hay sistemas de mensajerías, pero no son efectivos, porque el médico solo lo puede ver si accede directamente a ese medicamento. En la práctica, no es eficiente”".
Y se pregunta: "¿Por qué no hay una mensajería médico-farmacéutico real en la receta electrónica? En pleno siglo XXI,¿hay un impedimento técnico? Es la pregunta del millón".
El presidente de Sefac añade que "hay una fragmentación enorme, también con los hospitales. No compartimos el historial, no ya de la historia clínica, pero ni el farmacoterapéutico. Seguimos sin tener acceso a qué medicamentos de hospital se están dando, y es un problema. El propio médico de cabecera no tiene constancia de los medicamentos que se están dando en el hospital. ¿Cómo puede así un médico de atención primaria tener una concepción integral del tratamiento del paciente? Aparte, cada hospital tiene su sistema. Y ¿estamos hablando de unirnos con Europa, cuando nosotros aún no tenemos hecho ese proceso?".
A efectos prácticos, Baixauli se lamenta de que el farmacéutico desconozca si un paciente es alérgico a un medicamento: "Aun así, tengo que dispensarlo. En los medicamentos que son con receta la responsabilidad es del médico, pero ¿los que no necesitan receta? Tendría que saber estas cosas. No hablo de entrar en los diagnósticos médicos, sino solo en la parte de la historia clínica que me sirve para hacer mi trabajo bien y prevenir un problema en el paciente".
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