El hartazgo de los sanitarios ha llegado a la ciudadanía. Solo ha faltado que los leones de la diosa Cibeles rugieran al unísono de los gritos de Madrid, que "se levanta por la sanidad pública contra el plan de destrucción de la atención primaria". Así reza el lema de la manifestación convocada por asociaciones vecinales, que tiene en dicha plaza el punto de confluencia desde cuatro puntos diversos: Nuevos Ministerios (columna Norte), Ópera (columna Oeste), Hospital La Princesa (columna Este) y Atocha (columna Sur).
Ciudadanos de todas las edades e incluso familias de sanitarios con hijos han llegado a La Cibeles, agitando pañuelos blancos y acompañados de una figura de Isabel Díaz Ayuso andante , como si de un pasacalle de gigantes y cabezudos se tratara. Entre otras organizaciones, ha estado apoyada por sindicatos como la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (Amyts), Sindicato de Enfermería (Satse), CC.OO., UGT y entidades como la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Madrid y la Mesa en Defensa de la Sanidad Pública de Madrid (Medsap).
Carteles como 'Mi madre es enfermera y ya no puede más', 'Atención primaria, la más necesaria', 'Ayuso, dimisión' han sido algunas de las consignas más coreadas por los asistentes que, según las asociaciones vecinales convocantes, han sido de varios centenares de miles. También se han visto pancartas que rezaban: 'Empleo basura y poco personal dañan tu salud', 'Con Ayuso, hay abuso', '¡Nos llaman esenciales, pero nos hacen virtuales!', en alusión a la medida de la Consejería de Sanidad de abrir una buena parte de los Puntos de Atención Continuada (PAC) sin médico presencial y ofreciendo teleconsulta en su lugar.
Y es que había ganas de alzar la voz y no se ha escatimado ni en batucadas. La convocatoria era a las 12 del mediodía, pero el ambiente comenzó a caldearse mucho antes; muchos manifestantes señalaban que el metro y los trenes que iban hacia la Estación de Atocha iban mucho más concurridos que otras veces.
Otra muestra son los congregados al inicio de la columna Este, a las puertas del Hospital La Princesa, que en 2012 se convirtió en emblema de la Marea Blanca, contra la privatización de la sanidad. Allí ha estado Ángela Hernández, secretaria general de Amyts, sindicato convocante de la huelga indefinida en AP a partir del 21 de noviembre por el modelo de urgencias extrahospitalarias en vigor desde el 27 de octubre, que podría estar respaldada por el 75% de los médicos: "Hemos elegido este sitio porque aquí se iniciaron las protestas en 2012. Ahora los servicios de atención rural eran los que estaban funcionando y son los que más se están viendo perjudicados", ha declarado a este medio.
"Los servicios de atención rural eran los que estaban funcionando y son los que más se están viendo perjudicados" (Ángela Hernández, Amyts)
Se ha referido también a la reunión de la mesa sectorial del pasado viernes: "Nos convocaron con 24 horas de antelación y no se aportó nada: un quinto modelo a través de un grupo técnico de expertos. Esto en junio hubiera tenido sentido; ahora parece una falta de respeto. Yo, personalmente, pedí la dimisión del consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, y pedí que constara en acta".
En el mismo sentido se ha pronunciado, a varios kilómetros de distancia, en Atocha (columna Sur), Julián Ordóñez, secretario de Sanidad de UGT Servicios Públicos de Madrid: "Ahora están más en entredicho la sanidad pública y las urgencias extrahospitalarias, pero la sanidad pública madrileña lleva muchos años deteriorándose. Los nuevos planes de la Consejería de Sanidad no han contado con el beneplácito de nadie".
Ordóñez ha añadido que "no se puede ir en contra de un bien esencial. Desde el principio, cuando cerraron los Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP) en marzo de 2020, dijimos que se debían abrir, pero no a costa de destruir los servicios de atención rural, que son los que habían seguido funcionando". Por ello, su propuesta consistía en que se hiciera "de forma pausada, viendo dónde era necesario tener puntos de urgencia y dónde puntos de atención continuada".
"Los nuevos planes de la Consejería de Sanidad no han contado con el beneplácito de nadie" (Julián Ordóñez, UGT Madrid)
Asimismo, el secretario de UGT Madrid ha denunciado que a los trabajadores sanitarios se les haya "quitado sus reducciones de jornada, se les haya trasladado a muchos kilómetros de distancia...Eso nos ha traído a esta situación".
Compañero de esta misma columna Sur es Mariano Sánchez Baile, pediatra y presidente de la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Madrid: "La reivindicación principal es recuperar una AP de calidad, accesible y con recursos humanos y profesionales suficientes para poder hacerlo efectivo. La Comunidad de Madrid ha desatendido a la AP y al conjunto de la sanidad, primero desde el punto de vista económico, y luego, desde todos los demás. En lugar de afrontar la situación de una manera razonable, lo único que se le ha ocurrido es insultar a los profesionales. Esto es de todo punto inadmisible".
A su vez, Sánchez Baile ha calificado las actuaciones de la Comunidad de Madrid de "muy discutibles desde el punto de vista asistencial y de la ética profesional".
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