En 2023, la población estuvo expuesta a una media de 50 días más a los riesgos de las temperaturas peligrosas para la salud que lo previsto sin cambio climático. La sequía extrema afectó a 48% de la superficie terrestre global, el segundo nivel más alto registrado, y la mayor frecuencia de olas de calor y sequías se asoció a una inseguridad alimentaria que afectó a 151 millones más de personas que entre los años 1981 y 2010.
Con esto el informe anual de Lancet Countdown sobre salud y cambio climático trata de advertir de las consecuencias de invertir en combustibles fósiles y la falta de medidas a favor de la conservación del medio ambiente. 2023 fue el más caluroso jamás registrado, con sequías persistentes, olas de calor mortales e incendios forestales, tormentas e inundaciones devastadoras, y efectos desastrosos en la salud, la vida y los medios de subsistencia de personas de todo el mundo.
En todo el mundo, en 2023, las personas también estuvieron expuestas, en promedio, a un máximo histórico de 1.512 horas de temperaturas altas que suponen, al menos, un riesgo moderado de estrés por calor al realizar ejercicio ligero al aire libre, como caminar o andar en bicicleta, lo que indica un aumento del 27,7% (328 horas) en comparación con el promedio anual de 1990-1999.
El aumento de las temperaturas también ha provocado una pérdida potencial récord de 512 mil millones de horas laborales a nivel mundial en 2023 (un aumento del 49 % en comparación con el promedio de 1990-1999), con pérdidas potenciales de ingresos a nivel mundial equivalentes a 835 mil millones de dólares, lo que equivale a una proporción sustancial del producto interno bruto (PIB) en países de ingresos bajos (7,6 %) y medios (4,4 %).
Durante la última década (2014-2023), el 61% de la superficie terrestre mundial registró un aumento en los eventos de precipitaciones extremas en comparación con el promedio de 1961-1990, lo que incrementa el riesgo de inundaciones, enfermedades infecciosas y contaminación del agua. Paralelamente, la mayor frecuencia de olas de calor y sequías fue responsable de que 151 millones de personas experimentaran inseguridad alimentaria moderada o severa en 124 países en 2022, más que lo registrado anualmente entre 1981 y 2010. Como resultado, el informe estima que el valor total anual de las pérdidas económicas (relacionadas con activos físicos en lugar de la mala salud) derivadas de eventos climáticos extremos es de 227 mil millones de dólares entre 2019 y 2023, un valor que excede el PIB del 60 % de las economías del mundo.
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