El Instituto Carolino de Estocolmo (Carolino, sí, en español) lo ha vuelto a hacer: ha sorprendido a todos al anunciar, el lunes pasado, la concesión del Premio Nobel de Fisiología o Medicina a los estadounidenses Victor Ambros y Gary Ruvkun «for the discovery of microRNA and its role in post-transcriptional gene regulation», según reza literalmente el fallo del jurado. Se trata, pues, del segundo Nobel de Medicina consecutivo al ácido ribonucleico (ARN), puesto que el año pasado los galardonados fueron Katalin Karikó y Drew Weissman por las vacunas anticovídicas de ARN mensajero (ARNm).
Las estructuras moleculares premiadas este año son cadenas muy cortas de ARN —entre 21 y 25 ribonucleótidos— transcritas a partir del ADN celular, pero que, en contra de lo que afirmaba el dogma central de la biología molecular (según el cual, todo ARN mensajero transcrito se traduce en proteínas), tienen la capacidad de regular la expresión de otros genes mediante diversos procesos de ribointerferencia o interferencia por ARN (iARN), que es un proceso de silenciamiento postranscripcional de genes específicos. Descubiertas en 1993 en el nematodo Caenorhabditis elegans, inicialmente las llamaron small RNAs o tiny RNAs, hasta que, en el año 2001, en tres artículos publicados simultáneamente en la revista Science, sus descubridores acuñaron el término microRNAs (o, en forma abreviada, miRNAs). En inglés es fácil, pero ¿y en español?
Si aceptamos que la forma siglada española ARN (en lugar de la inglesa RNA) es hoy la de uso generalizado para el ácido ribonucleico en nuestra lengua, y que las siglas en español no añaden una s para formar el plural, podemos desechar de entrada las formas *microRNA* y *microRNAs*. En cuanto al prefijo micro-, conviene tener presente que, en español, los prefijos pueden escribirse de tres maneras diferentes, en función del tipo de base a la que se antepongan:
1) Se escriben soldados a la base cuando esta es univerbal (esto es, formada por una sola palabra): anticancerígeno, exfumador, posmenopausia, probiótico, supervivencia, ultramicroscopio.
2) Se escriben separados de la base cuando esta es pluriverbal (esto es, formada por dos o más palabras): anti vitamina K, ex médico forense, pos crisis comicial, pro terapias naturales, super en forma, ultra resonancia magnética.
3) Se escriben unidos con guion a la base si esta comienza por mayúscula (anti-Trump, super-Nobel), es una sigla (mega-TARGA, multi-ECG) o una cifra (sub-21, super-8).
Las grafías correctas en español para el microRNA del inglés, pues, debería ser micro ácido ribonucleico para la forma desarrollada de partida; micro-ARN (con guion) para la forma abreviada habitual, tanto en singular como en plural; y miARN para la forma ultrabreve.
¡Enhorabuena a Victor Ambros y Gary Ruvkun, codescubridores de lo micro-ARN, por el flamante Nobel! ♦
Off Fernando A. Navarro Offvia Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/SmrJLKN
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