¿Cómo conseguir un sistema sanitario que "pase por el paciente" en lugar del que tenemos, en el que es el paciente quien "pasa por el sistema"? Con tecnología, análisis de datos y gestión de la información. Así lo cree César Hernández, director general de Cartera Común de Servicios del Sistema Nacional de Salud y Farmacia, quien, no obstante, defiende que "tenemos un sistema de salud que mucha gente envidia, pero evidentemente las necesidades y costumbres sociales han ido cambiando, y la forma de abordar los problemas de salud ya no se basa tanto en la provisión de un servicio -como hace 40 años-, como en la demanda del paciente".
Si tuviera una varita mágica, Hernández pediría recursos, recursos y recursos. "Si queremos un sistema sofisticado que dé respuesta a las necesidades, que sea capaz de analizar datos y situaciones para la negociación con las compañías, por encima de todo en la Administración necesitamos un tipo de recurso que normalmente no somos capaces de captar, como científicos de datos o expertos en contratación. Es decir, para enfrentarse a un sector que tiene problemas muy complejos, la Administración tiene que mirar hacia dentro y ante un sector sofisticado contar con una regulación también sofisticada; si no, en ese desequilibrio la regulación se cierra, y no da respuesta".
La necesidad de transformación del sistema de salud para adaptarlo a la realidad actual ha centrado el encuentro sobre Retos de transformación del SNS ante una realidad cambiante: envejecimiento, cronicidad, sostenibilidad, digitalización, competitividad e innovación, organizado por Bayer, y en el que también han participado Jordi Sánchez, CEO de Bayer Iberia; Marisa Nicieza, farmacéutica en la Dirección General de Política Sanitaria y Planificación de Asturias; Jesús Carrillo, subdirector de Calidad, Investigación y Gestión del Conocimiento de Andalucía; Nuria Gayán, directora general de Salud Pública de Aragón; Julio Agredano, presidente de la Asociación de Pacientes Freno al Ictus; Santiago García Blanco, representante del Grupo de Trabajo de Salud Digital del Foro Español de Pacientes; Javier Zarranz-Ventura, vocal de la Sociedad Española de Retina y Vítreo; y Carlos Camps, coordinador de la Estrategia del Cáncer de la Comunidad Valenciana y director de Programas Científicos de la Fundación ECO.
Hernández abogó por un sistema "que se base más en el cribado, el diagnóstico precoz y la identificación específica de las necesidades, sin dejar a nadie atrás, puesto que hay problemas que a lo mejor no son fáciles de canalizar". Se pueden establecer "redes de captadores capaces de colocar al paciente en el lugar en el que vaya a recibir la mejor atención, coordinándonos como sistema sanitario para estar atentos, formando a todos los profesionales, y con el soporte de los sistemas de información, que además permiten generar conocimiento, evitar circuitos innecesarios y conectar a las personas del citado sistema que atienden a un mismo paciente. Se trata de mirar adelante y colocarse en paradigmas de futuro en lugar de mirar hacia atrás y colocarse en paradigmas del siglo pasado".
César Hernández: "Quizá deberíamos separar acceso de sostenibilidad (...) dejar el concepto de sostenibilidad en otro ámbito, así como la negociación producto a producto, y que el SNS, la industria y otros implicados acuerden otra forma de garantizar la sostenibilidad"
Con todo, un sistema con más énfasis en la prevención –vía cribados o diagnóstico precoz- "requiere recursos", del mismo modo que la medicina personalizada y de precisión, de la que se argumenta que evita circuitos y otros costes haciéndola merecedora de la inversión que requiere, debe después "convalidarse en la práctica real", aunque Hernández se mostró seguro de que, por ejemplo, "la caracterización genética de las enfermedades aportará un montón de conocimiento que servirá para tratarlas mejor; eso seguro que se va a materializar".
Junto a la prevención, en la que "deberíamos invertir más", según Carlos Camps, "hay un problema de recursos, y también de organización; tenemos una organización sanitaria del siglo pasado" en la que, por ejemplo el cáncer -su especialidad-, "era un problema muy monolítico en las funciones del profesional. Ahora esto se ha complicado porque hay que hacer muchas pruebas diagnósticas de imagen, moleculares, etc. y ya no es un problema de dos o tres especialidades, sino de todo el sistema sanitario", lo cual, en su opinión y dado el "incremento progresivo de pacientes con cáncer, está produciendo una evidente presión asistencial a todos los niveles, desde el diagnóstico por imagen, a las listas de quirófano y los problemas de los hospitales de día con instalaciones que a veces no son las mejores. Tenemos un sistema sanitario excelente, pero para progresar, además de reconocerlo, hay que hablar de lo que no funciona bien".
De presión asistencial saben mucho los oftalmólogos. Así lo expresó Javier Zarranz-Ventura, quien recordó que "somos la especialidad que más cirugías y consultas externas hace, lo que se relaciona directamente con la presión asistencial, y para abordarla es "fundamental que desde la atención primaria se puedan aplicar sistemas de detección precoz de patologías antes de que lleguen a niveles de especialización tan alta que requieran tratamientos". Apuntó, además, "tenemos una población cada vez más envejecida; nos llegan a consulta pacientes de 100 años -algo que antes era rarísimo-, con patología oftalmológica muy incapacitante y que tiene unas implicaciones muy grandes en el coste". No obstante, "tenemos que definir cómo vamos a administrar esta presión asistencial y esa carga extra de tratamientos" y para ello, "es muy importante desplegar herramientas que nos permitan medir los resultados de lo que estamos haciendo".
Prevención y envejecimiento
Nuria Gayán sostuvo, por su parte, que "solo enfermando menos podemos hacer sostenible la asistencia sanitaria", pero "tenemos un sistema todavía excesivamente asistencial y hospitalocéntrico; deberíamos darle una vuelta para hacerlo más preventivo, para lo que hay que invertir en lo que sea más rentable, no sólo en términos económicos sino también de resultados en salud. A veces hay una gran sofisticación e inversión para conseguir un pequeño resultado en salud, o un resultado en salud muy importante pero en una única persona, mientras que puede haber inversiones en salud pública con resultados multiplicados porque con una medida única pero en una población muy grande se consigue mucho".
Para hacer frente al problema del envejecimiento de la población y mejorar la calidad asistencial –como tienen que hacer las comunidades autónomas con la población más envejecida, como Asturias- Marisa Nicieza apostó por "tratar de aprovechar bien los recursos, por ejemplo potenciando el papel de los farmacéuticos de atención primaria, que pueden integrarse en equipos multidisciplinares para apoyar la prevención o la adecuación de los tratamientos. El trabajo en equipo es fundamental para reducir la presión asistencial y reforzar la primaria". Además, junto a la inversión de más recursos, "es importante hablar de determinantes que mejoran la salud de la población; tendríamos que ir de la mano con otros ministerios, como los de Vivienda, Transportes, Asuntos Sociales… porque la primaria es la puerta del sistema y está recibiendo muchas personas que llegan con problemas no médicos sino socioeconómicos y eso contribuye a la medicalización de la vida cotidiana", señaló.
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