La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a dos años de cárcel a un individuo por un delito de estafa agravada que afecta al Ilustre Colegio de Médicos de Valencia (ICOMV).
La sentencia es fruto de un acuerdo de conformidad alcanzado entre la Fiscalía, la acusación ejercida por el ICOMV -representado por el abogado Juan Molpeceres-, y la defensa. En ella, el acusado reconoce la estafa, cometida en 2014 bajo la anterior Junta de Gobierno, presidida por Rosa Fuster, y que se basa en la recepción de un préstamo del ICOMV (477.500 euros) para llevar a cabo una supuesta inversión inmobiliaria a través de una tercera empresa, que finalmente no pudo devolver. Con ella, el ICOMV recuperará la inversión realizada.
Las partes acordaron la suspensión de la entrada en la cárcel durante dos años, condicionada a no delinquir en ese término, y al pago de los 377.500 euros que adeuda en los cuatro plazos a los que se ha comprometido -los 100.000 restantes ya han sido abonados por la mercantil que debía recibir por parte del acusado el dinero prestado por el ICOMV-. Si no cumple con estos términos, entrará en prisión.
Según consta en la sentencia, el acusado, como administrador de la mercantil Armtral Corporación SL -con responsabilidad civil subsidiaria tras la sentencia-, firmó un acuerdo con otra mercantil (Mibal) para buscar financiación para un proyecto consistente en adquirir el mayor número de activos en un inmueble de Barcelona. Esa segunda mercantil suscribió un acuerdo con otra (Llams, de la cual el acusado también tenía poderes otorgados por el administrador único de la misma) para un arrendamiento de fincas, pero el impago de las rentas dejaron a Mibal en difícil situación económica.
El acusado, alegando "de forma mendaz que era gestor de los fondos del Colegio de Médicos cuando no tenía tal condición", ofreció "para paliar los problemas económicos" la solicitud de un préstamo puente al ICOMV, a través de una mercantil (Bellmont Prime), cuya actividad "ni siquiera estaba constituida".
El acusado contactó con el ICOMV y propuso un préstamo de 500.000 euros a favor de la mercantil Mibal, de la cual decía ser accionista "sin serlo", a devolver en seis meses con un interés del nueve por ciento. Con el visto del gerente y el tesorero de la corporación valenciana, el proyecto pasó a la presidenta, Rosa Fuster, a la cual informaron de la "conveniencia y seguridad de la operación".
De esta forma, Fuster, siguiendo las indicaciones del gerente y tesorero, "y confiando en el buen fin de la operación", suscribió el contrato de préstamo a favor de Mibal Invest. El acusado, para asegurar que la operación del préstamo se llevara a cabo, "y simulando una solvencia de la que carecía", entregó al ICOMV un pagaré por importe de medio millón de euros, con vencimiento el día 5-9-2014.
via Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/MJj53Wl
No hay comentarios:
Publicar un comentario