Los medios de comunicación se hacen estos días eco de las palabras recién incorporadas al diccionario académico en la actualización del pasado martes: berlanguiano, coltán, despublicar, distópico, emoji, espacio-tiempo, exoplaneta, faláfel (o falafel), fascistoide, forero, gastrobar, intifada, jibarizar, macho alfa, marmitako (o marmitaco), microcrédito, multisectorial, negativismo, pita, refinanciar, reponedor, suricata, tex-mex, tirolina, trolear (y troleo), videochat, videollamada, wok, zumba… Como puede verse, en la mayor parte de los casos lo llamativo o sorprendente no es que la RAE admita el uso de esas palabras en español, sino que no las hubiera incluido antes a su diccionario.
En esta edición abundan las incorporaciones procedentes de lo digital y de la gastronomía, pero si hay un ámbito claramente predominante como impulsor de la neología en lengua española, ese es claramente el de la medicina y las ciencias biosanitarias en general. Es así no de ahora, sino desde hace decenios. Un repaso a las actualizaciones anuales de la vigésima tercera edición del Diccionario de la lengua española lo evidencia bien. En las tres primeras actualizaciones (versiones 23.1 [diciembre de 2017], 23.2 [diciembre de 2018] y 23.3 [noviembre de 2019]) entraron términos de interés biosanitario como la propia palabra ‘biosanitario’ y, además: alogénico, amusia, analérgico, andropáusico, angulación, aniridia, antagonizar, antitranspirante, apestado, arterioescleroso (o arterioscleroso), audiología (también audiólogo y audiológico), autoerotismo, autólogo, aversivo, behaviorista, bicatenario, biocida, biodegradar, bioenergía, bioético, bypass, caquéxico, chakra, carácter sexual primario, coautoría, coqueluche, discinesia, dispersante, ecografista, electro, ergométrico, ergómetro, especismo (y especista), fecundador (o fecundante), feedback, feminicidio (o femicidio), fluorado, fonoaudiología, fotosensibilidad, fullereno, ginkgo, glicemia, halal, herbodietético, interóseo, ISO, kinésico, kosher, locus (cromosómico), medicina complementaria, menopáusico, monitor Holter (también holter, en cursiva y con minúscula inicial, que es contrario al uso habitual entre médicos), monitorear, monocatenario, multicéntrico, muslero, nebulización, neurotizante, niguatoso, ochomesino, osatura, paidofílico, permeabilizar, plasto, podológico, polaquiuria, policéntrico, polínico, psicogeriatra, psoriásico, redox (o rédox), reflexólogo, retroalimentación, robotización, secuenciador, sedestación, sociopatía (también sociópata y sociopático), solvatación, solvato, stent, tinnitus, tamponar, taquilalia, trabajador social, viagra, xenogénico y zoófilo.
En esta cuarta actualización, versión 23.4, entran en el diccionario ácido ascórbico, animalismo, ayurveda, biofertilizante, biomarcador, cianobacteria, comportamental, criogenizar (y criogenización), ébola (o Ébola), estevia, fiebre hemorrágica, hipofaringe, isoflavona, macronutriente, mastectomizar, melatonina, micronutriente, neutrófilo, orofaringe, orquiectomía, probiótico, prolactina, prostatectomía, provida, serotonina, triglicérido, triptófano, vigorexia (y vigoréxico). Nuevamente, lo llamativo o sorprendente no es que la RAE admita el uso de esos tecnicismos en español, sino que no lo hubiera hecho mucho antes.
Dentro del lenguaje médico, parece ser que este año los académicos de la Española han prestado especial atención a la farmacología, pues entre las nuevas incorporaciones al diccionario encuentro términos como anticonvulsivo, farmacovigilancia, midriático, miorrelajante y nandrolona. Dentro de la farmacología, incluso, yo diría que han colocado la lupa sobre los antibióticos y otros antimicrobianos. No es solo que hayan actualizado las definiciones de los primeros antibióticos (penicilina y terramicina); es que, además, han incorporado al diccionario ―con decenios de retraso― voces como antirretroviral, cefalosporina, cloranfenicol, eritromicina, tetraciclina y vancomicina.
¿Puede haber tenido algo que ver en ello que este año 2020 haya sido el año de la pandemia? Posiblemente sí, a juzgar por la gran cantidad de términos covidianos que encuentro entre las novedades de la última actualización del diccionario de la RAE. Si se pasan el lunes por aquí, les cuento con más detalle.
Fernando A. Navarro
La RAE presentó el martes pasado la versión 23.4 del 'Diccionario de la lengua española'. Nuestro médico de palabras, Fernando A. Navarro, analiza y comenta para 'Diario Médico' las principales novedades que atañen a la lengua general y al lenguaje especializado de la medicina. Off Fernando A. Navarro Offvia Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/3o2rHHT
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