En los bancos de sangre de los hospitales trabajan los responsables de extraer el material con el que se construyen las células CAR-T. Esta terapia avanzada indicada en determinados cánceres hematológicos consiste en modificar los linfocitos T de los pacientes mediante ingeniería genética para dotarlos de receptores antigénicos quiméricos (CAR) con los que identificar a las células tumorales y destruirlas. Por eso, la extracción y obtención de esa materia prima mediante la leucaféresis es clave para el éxito del tratamiento. Del buen hacer y el compromiso con la calidad de esos equipos de especialistas depende el éxito de la terapia avanzada.
“Es importante obtener un producto de aféresis de calidad óptima”, expone la hematóloga Miriam López Parra, responsable técnico de la Unidad de Producción Celular en el Servicio de Hematología del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca, quien, junto a Eva María Villarón, responsable de producción de la referida unidad, hacen posible la extracción de la esencia con la que se construye la terapia CAR-T. Y para ello, resulta determinante “seleccionar el momento para realizar la aféresis, teniendo en cuenta el periodo de lavado de los distintos tratamientos que haya tenido el paciente, su estado general y las cifras hemoperiféricas”. Este equipo ha hecho más de 140 leucaféresis para terapia CAR-T desde que empezaron en abril de 2019, pero tienen claro que el trabajo irá a más: “La terapia con CAR-T no ha hecho nada más que empezar, hemos notado un aumento progresivo de pacientes candidatos y aféresis realizadas, y lo seguiremos notando en los próximos años”, afirma Miriam López Parra.
Otro centro infusor de células CAR-T que acumula una significativa experiencia en este campo es el Hospital Universitario Vall d’Hebron, en Barcelona. En el Banco de Sangre y Tejidos (BST) de este hospital se han realizado 200 aféresis para terapias CAR-T desde 2018 a 2021. Mònica Linares Alberich, hematóloga del BST y responsable de la leucaféresis para esa terapia, explica las peculiaridades del centro barcelonés, que funciona como “un modelo de hub and spoke, es decir, hay un único servicio de terapia celular para varios centros de colecta, que permite esta alta actividad bajo un mismo sistema de calidad. En los centros de colecta se realizan las aféresis y están situados en diferentes hospitales de Cataluña”.
La leucaféresis, detalla Mònica Linares, “implica colocar accesos venosos al paciente (habitualmente vías periféricas) y conectar al enfermo a una máquina de aféresis que, en nuestro caso, separa las células por centrifugación. Hay que tener en cuenta varios parámetros analíticos antes de realizarla. Es especialmente importante el hemograma, sobre todo los leucocitos y linfocitos, el hematocrito y las plaquetas, también los valores basales de calcio y magnesio”.
El procedimiento suele durar entre 3 y 6 horas. “No difiere mucho entre productos comerciales, académicos o de ensayo clínico, pero sí que es cierto que cada fabricante nos solicita cosas distintas: diferente objetivo de células, diferentes parámetros permitidos durante la colecta, diferente preparación del producto y método de transporte, por citar algunos de los muchos pequeños detalles que hay que tener en cuenta en cada procedimiento para poder individualizarlo”.
Objetivo: conseguir un producto rico en linfocitos
La hematóloga del BST resalta la importancia de recoger un producto “rico en linfocitos T e intentar evitar que se contamine mucho con otras células, como monocitos o neutrófilos, ya que podría afectar a la fabricación del CAR-T”.
Durante el procedimiento, con ese objetivo “podemos modificar la zona donde estamos recogiendo producto e intentar mejorar la calidad de este, aunque depende en gran medida del hemograma y las proporciones de los diferentes tipos de células que tenga el paciente en la sangre periférica”.
Miriam López Parra: “La terapia con linfocitos CAR-T ha supuesto toda una revolución en Medicina y en la terapia celular”
Antes de iniciar la aféresis, hay que realizar una serie de análisis y pruebas para asegurarse de que el paciente es apto. Cristina Blázquez Goñi, hematóloga de la Unidad de Aféresis en el Banco de Sangre y establecimiento de Tejidos, del Servicio de Hematología del Hospital Universitario Virgen del Rocío, en Sevilla, destaca dentro de esa valoración inicial exhaustiva el examen por parte del equipo de aféresis de los accesos venosos de los pacientes, puesto que la leucaféresis se realizará por vías periféricas o mediante un catéter central.
“En algunos casos”, apunta Mònica Linares, “es necesario realizar una transfusión previa al procedimiento para asegurar que la hemoglobina y las plaquetas tengan una cifra mínima”. Miriam López Parra recuerda que “se debe haber suspendido cualquier tratamiento linfotóxico, y haberse realizado un periodo de lavado”, en especial de tratamientos que pueden afectar a los linfocitos como quimioterapia, anticuerpos monoclonales y corticoides.
La aféresis es un procedimiento muy seguro y bien tolerado, coinciden en observar las expertas consultadas, entre ellas Montse Gómez y Rosa Goterris. Estas hematólogas realizan los procedimientos de aféresis en el Banco de Sangre del Hospital Clínico Universitario de Valencia, y desde 2019, también añaden a esas extracciones las leucaféresis destinadas a las CAR-T, incluyendo la parte de criopreservación de las células autólogas en los tanques de nitrógeno.
via Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/GrdeDY5
No hay comentarios:
Publicar un comentario