"Las políticas que definen las líneas maestras no han llegado a calar de forma precisa en lo que son los procedimientos de adquisición de medicamentos". Así se pronunció Encarnación Cruz, directora general de la Asociación Española de Biosimilares (Biosim), en la IV Jornada Nacional de Biosimilares, organizada la semana pasada en el Congreso de los Diputados. Moderó la mesa ¿Cómo alinear la adquisición de medicamentos biosimilares con la política farmacéutica?, en la que intervinieron también Pedro Irigoyen, director General de Gestión Económico-Financiera y Farmacia del Servicio Madrileño de Salud (Sermas) de la Comunidad de Madrid; Olga Delgado, presidenta de la SEFH, y Javier García Alegría, vicepresidente de la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (Facme).
Al introducir la mesa, Delgado señaló que no en todos los procesos "se incorporan peticiones, necesidades de profesionales y de pacientes, no se avanza en promover la innovación incremental...", y, por ello, "ante sistemas demasiado rígidos los prescriptores huyen hacia otras moléculas donde los requisitos son más laxos. Por ello, merece la pena hacer una revisión profunda".
En la misma línea crítica se manifestó Olga Delgado, presidenta de la SEFH: "Llevamos 15 años hablando de biosimilares y parece que se no acaba de encontrar la palanca de cambios definitiva. Vamos poco a poco, pero quizá un resorte que salte en algún momento y nos permita gestionar las cosas de otra manera facilitaría mucho la incorporación de biosimilares".
Si bien piensa que existe una "madurez regulatoria impresionante, que fue liderada por la Agencia Europea del Medicamento (EMA), como ha comentado antes Dolors Montserrat... La regulación de biosimilares surge en Europa, se consolida en Europa y se copia por otras agencias reguladoras a nivel mundial".
"La Ley de Contratos del Sector Público casa de una manera encorsetada con la compra de medicamentos"
Aparte de su madurez regulatoria, destacó su madurez clínica y económica, con "las bajadas de precio que proporcionan cuando se incorporan al hospital, no solo de la molécula biosimilar, sino del original y de todo el conjunto".
Delgado distingue entre el paciente agudo, en hospital, y el crónico, que se prescribe en receta, con diferencias de gestión, así como diferencias con pacientes naïve. En ese sentido, reivindicó el papel del paciente, "que conoce su tratamiento y que, en muchos casos, tienen una opinión".
En cuanto a los procesos de compra de los mismos, dijo que se tienen que ajustar a la Ley de Contratos del Sector Público (LCSP), "que casa de una manera encorsetada con la compra de medicamentos. Continuamente nos encontramos con reajustes que tenemos que hacer, y como la Ley no permite el ajuste nos reajustamos nosotros". En concreto, se refirió al proceso de compra como "lento" y "complejo". Añadió que la compra de biosimilares tiene "características muy peculiares. Tenemos que tener un marco de flexibilidad importante, tenemos que tender a una homologación de proveedores, porque un marco muy encorsetado en compras y, sobre todo, en adjudicaciones, conlleva a una estrechez de gestión que no nos permite gestionar la clínica".
"Las políticas de biosimilares no acaban de llegar plenamente a la incorporación clínica"
Esta Ley, a juicio de Delgado, no les permite hacer el cambio de moléculas dentro de las biológicas, por lo que "hay que tratarlo con flexibilidad, llegara a cuerdos que nos permitan llevarlos a la práctica y no ser prisioneros de unas decisiones que luego no se pueden llevara a cabo y que las tienes que tratar fuera de ese acuerdo".
Es más, señala que en la práctica se ha visto que determinados proveedores no se presentan a concurso, "o se presentan a un precio superior al de licitación, con lo cual luego no se pueden comprar, y tienes un histórico de pacientes con este tratamiento En ese caso, o tienes que gestionar con los médicos, porque no se puede hacer desde Farmacia, ni desde la administración desde el punto de vista legal, o llegar a procesos de compra que no se están ajustando a lo que se debe".
En resumen, Delgado explicó que "las políticas de biosimilares no acaban de llegar plenamente a la incorporación clínica. No hay problema con los pacientes agudos, de tratamiento hospitalario, donde se incorporan en campos de oncología y hematología sin problemas, pero en lo que requiere cambio de pacientes se necesita una motivación, que puede ser en forma de incentivos o de otro tipo. Hay otras cartas encima de la mesa con las que hay que jugar".
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