Fernando Navarro
Mié, 25/12/2024 - 11:06
Los médicos SÍ saben escribir 
Celebramos hoy, además de la Navidad —fiesta central del año litúrgico cristiano, que conmemora el nacimiento de Jesucristo—, también el cuarto centenario del nacimiento, en la capital de Silesia, Breslavia (hoy Wrocław, que en la actualidad pertenece a Polonia, pero entonces pertenecía a Austria), del médico y escritor místico Johann Scheffler, más conocido por su seudónimo latino Angelus Silesius (o, en español, Ángel Silesio).
Comenzó a estudiar medicina en 1643 en la luterana Universidad de Estrasburgo, prosiguió los estudios durante tres años en la Universidad de Leiden y finalmente los terminó en la Universidad de Padua, donde en 1648 se doctoró en filosofía y medicina. Regresó entonces a Silesia y al año siguiente fue nombrado médico en la corte del Duque de Oels, luterano devoto.
Sus críticas a la doctrina de Lutero y sus visiones místicas le granjearon fama de hereje entre el clero luterano, crearon tensiones con el duque y le llevaron a renunciar a su puesto en 1652. Atraído por los textos católicos que había traducido, en 1653 se convirtió al catolicismo, adoptó el nombre de Angelus Silesius y abandonó el ejercicio de la medicina. En 1661 tomó el hábito franciscano, abrazó el sacerdocio y fue nombrado consejero y chambelán del príncipe-obispo de Breslavia. Tras la muerte de
este en 1671, Ángel Silesio se retiró a un hospicio jesuita asociado a la iglesia de San Matías en Breslavia, donde murió seis años después y fue enterrado.
Como converso entusiasta, escribió decenas de ensayos y tratados contra el luteranismo y la Reforma protestante, pero ha pasado a la historia de la literatura universal por el conjunto de sus tres obras poéticas de carácter místico, que constituyen la cima del
misticismo europeo del Barroco: Der Cherubinische Wandersmann (El peregrino querúbico, 1657), Heilige Seelenlust (Santo goce del alma, 1657) y Sinnliche Beschreibung der vier letzten Dinge (Descripción sensitiva de las cuatro postrimerías, 1675). En ellas, el médico místico traza la historia lírica de un alma ardientemente religiosa. Y lo hace en versos, aforismos rimados, himnos y epigramas que llevan más de tres siglos cautivando por igual a católicos y luteranos; han sido admirados por escritores como Goethe, Rainer Maria Rilke y Jorge Luis Borges; e influyeron profundamente en filósofos de la talla de Schopenhauer, Wittgenstein y Heidegger.
En palabras del propio Silesio, «Summa scientia nihil scire nisi Jesum Christum» (la mayor sabiduría es no conocer nada sino a Jesucristo).via Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/bpnADCJ
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