En España más de un 5% de los partos acontecen antes de la semana 37, lo que convierte a estos recién nacidos en bebés prematuros. Esto supone más de 20.000 bebés en nuestro país que nacen antes de cumplir la edad de término, con el consiguiente riesgo de más complicaciones que cuando nacen a término, especialmente entre los considerados gran prematuros, entre la semana 24 y 28 de edad gestacional. Desde la Fundación NeNe, queremos poner el acento en estos pequeños pacientes en tiempos de SARS-CoV-2, aprovechando la celebración del Día Mundial de la Prematuridad, que conmemoramos hoy, 17 de noviembre.
Han surgido en estos meses algunas preguntas todavía por resolver acerca de cómo ha impactado la pandemia en la tasa de prematuridad. Por un lado, se han publicado tres estudios realizados en Dinamarca, Irlanda y Países Bajos, que, al estudiar la tasa de prematuridad durante la pandemia, detectaron una caída significativa de la misma. Se sugiere que los periodos de confinamiento podrían ser una de las razones que estén detrás de estos datos: la disminución del estrés podría ser la causa. Por otro lado, estudios recientes han señalado un mayor porcentaje de nacimientos prematuros entre las madres embarazadas con infección por SARS-CoV-2.
Aunque la pandemia Covid-19 está impactando en gran medida a la población adulta, los planes de contención han repercutido en todas las áreas de la Medicina, también en las mujeres que dan a luz, en los recién nacidos y en sus familias. Los estudios publicados hasta la fecha señalan que la trasmisión vertical del recién nacido de una madre con infección SARS-CoV-2 es muy poco probable. La gran mayoría de los contagios se producen a través de la trasmisión horizontal de los convivientes con infección y, por suerte para la población neonatal, la mayoría de los neonatos infectados tienen un curso leve de la enfermedad.
En esta crisis, las unidades neonatales han tenido que implementar cambios estructurales y de funcionamiento en su actividad cotidiana. Han surgido dificultades por los contagios de profesionales y por su reubicación en otras áreas de la atención sanitaria que han puesto en jaque la asistencia especializada que exige el paciente prematuro.
El cerebro del niño prematuro lleva a cabo una parte crucial de su desarrollo y maduración fuera del útero en el entorno de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales. Estos procesos de desarrollo y maduración del cerebro pueden verse afectados negativamente cuando los cuidados que reciben no son adecuados. Actualmente, disponemos de evidencia científica sólida de que una asistencia individualizada, centrada en el neurodesarrollo y focalizada en la familia, mejora el desarrollo y maduración del cerebro, así como el bienestar psicoemocional del recién nacido pretérmino.
"La asistencia individual mejora el desarrollo y maduración del cerebro del prematuro"
La Fundación NeNe viene revindicando los 12 aspectos que considera imprescindibles para ofrecer un cuidado de excelencia a los recién nacidos prematuros y sus familias durante su hospitalización en las unidades de Neonatología. Sin embargo, la pandemia ha tambaleado muchos de estos aspectos.
Los planes de contingencia han dificultado el ofrecer cuidados de calidad al neonato prematuro y su familia, con el argumento de proteger la salud de todos los recién nacidos ingresados, sus familias y los profesionales sanitarios. Es entendible que en su inicio estos planes estuvieran basados en el temor, debido al desconocimiento existente, repercutiendo en aspectos básicos de la atención del bebé prematuro. Entre las medidas asistenciales de mayor impacto, destaca el bloqueo a la presencia continuada y el protagonismo de los padres en el cuidado, a la lactancia materna y al contacto piel con piel. Todas ellas, son intervenciones de alto valor terapéutico, bajo costo económico y enorme trascendencia para el bebé prematuro y sus familias.
Sin embargo, aunque en muchas unidades estos aspectos se han ido normalizado, ésta no es una realidad universal y resulta imprescindible recuperar el conjunto de medidas que se engloban en la atención asistencial del cuidado centrado en la familia, la cual ha demostrado científicamente ser beneficiosa para los recién nacidos y sus padres. La Fundación NeNe, hoy más que nunca, en el Día Mundial de la Prematuridad, quiere visibilizar y revindicar la necesidad de preservar todos los pilares esenciales e imprescindibles en el cuidado de los bebés prematuros.
Oportunidad para avanzar
Por otro lado, esta pandemia está ofreciendo la oportunidad para implementar medidas y recursos, ya no sólo para preservar los cuidados de excelencia en la atención neonatal en general, y del bebé prematuro en particular, sino para mejorarlos. Esta crisis debería ser sin duda una oportunidad para mejorar la humanización de nuestras unidades neonatales.
Algunas de las preguntas que surgen son: ¿Es posible atender al recién nacido preservando las medidas preventivas establecidas en los protocolos?; ¿es posible hacer cribado a los padres que necesiten acceder a las unidades neonatales para cuidar a sus hijas e hijos, en lugar de prohibirles la entrada?; ¿es posible permitir el acompañamiento de un neonato ingresado por parte de un familiar si los padres deben estar en aislamiento?; ¿son posibles las cámaras web para transmisión en vivo del estado del bebé, que pueden suplir la falta de contacto directo de una madre o de un padre que no pueden acudir a estar junto a su hija o hijo?; ¿es posible ofrecer sesiones telemáticas para que los padres puedan comunicarse con el equipo médico que le asiste?
"Esta crisis debería servir para mejorar la humanización de las unidades neonatales"
Sin duda, la respuesta a estas preguntas y a otras muchas es "sí". Desde la Fundación NeNe recordamos que la inclusión de los padres durante la hospitalización de sus bebés prematuros ayuda a reducir el estrés emocional en las familias y repercute en el desarrollo neurosensorial del recién nacido pretérmino.
Esta crisis nos ha enseñado que existen herramientas telemáticas para ser aplicadas en la asistencia, en la atención continuada a las familias, así como en la educación y en el seguimiento de los bebés prematuros tras el alta. Desde la Fundación NeNe demandamos los recursos y el liderazgo para buscar fórmulas y estrategias novedosas que preserven la calidad de los cuidados dentro del enfoque del cuidado centrado en el desarrollo y la familia.
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