Luis González Díez, presidente del COF de Madrid, explica a este medio alto y claro las implicaciones del comunicado publicado hoy sobre la ruptura de relaciones institucionales con la Mesa de Enfermería: "Si tú me invitas a una mesa y está alguien de Enfermería, yo me voy hasta que no pidan disculpas por insultar a mi profesión, a mis compañeros y retiren las amenazas que están haciendo sobre nosotros", aclara. Esta decisión se hace extensible a los miembros de Junta de Gobierno, que se ausentarán de cualquier foro público e institucional que cuente con la presencia de los dirigentes de la enfermería española, hasta que no se produzca una disculpa pública y la necesaria rectificación.
González Díez no se refiere sólo a sus últimas declaraciones en relación con la realización de test de antígenos en farmacias de Madrid, que comenzaron el pasado 4 de febrero, motivo por el que la Mesa de la Profesión Enfermera pidió a los profesionales de Atención Primaria no derivar pacientes a las farmacias al tratarse de una "práctica lucrativa", pese a no cobrar por el servicio. Y es que llueve sobre mojado. Basta recordar la confrontación por el término atención farmacéutica domiciliaria incluida en la Ley de Ordenación Farmacéutica de Madrid, pendiente de aprobación: "El tiempo da la razón a quien la tiene. Pero, si a pesar de todo, te siguen insultando, llamando pesetero, mercader, especulador, que no estás formado para hacer nada...y encima te amenazan que van a vigilar tu trabajo, llega el momento de decir: señores, hasta aquí hemos llegado. Les he dado la oportunidad de sentarnos y hablar. No quieren, pues adiós muy buenas".
Necesidad de colaborar
La Junta de Gobierno del COF de Madrid entiende que todas las profesiones sanitarias están obligadas a colaborar y a trabajar unidas por la salud de los pacientes. Consideran que este espíritu de leal colaboración, que sigue inspirando el trabajo diario de los profesionales, es un logro social que no se puede poner en peligro por "una estrategia irresponsable de confrontación y reiteradas provocaciones, que busca no solo dañar el prestigio y la imagen social de los profesionales farmacéuticos, sino romper también cualquier vía de diálogo y entendimiento".
Añaden que "la defensa de unos intereses corporativos mal entendidos no se puede canalizar a través de la difamación, ni tampoco tiene cabida en una sociedad tolerante que respeta las diferencias y antepone el bien común a cualquier otra consideración".
Argumentan que "ni el Sistema Nacional de Salud ni los farmacéuticos españoles se pueden permitir este tipo de ataques por parte de una profesión hermana que merece todo nuestro reconocimiento y cuyos profesionales son un ejemplo de valor y entrega a los pacientes.
El COF señala ser "consciente de que el conflicto abierto por los dirigentes de la Enfermería desde hace más de tres años no interesa lo más mínimo a los ciudadanos. La sociedad espera de sus profesionales sanitarios colaboración y soluciones que resuelvan de una forma eficaz sus problemas. Pero este trabajo conjunto solo puede dar sus frutos en un marco mínimo de respeto profesional que, hoy por hoy, han roto los representantes de los enfermeros".
Mano tendida
Aun con todo, expresan su deseo de seguir colaborando con sus compañeros de enfermería "y les tendemos la mano, sobre todo, en una situación tan crítica como la actual, pero consideramos que es necesario que se produzca, por parte de sus representantes, una rectificación que nos permita trabajar juntos en beneficio de todos los ciudadanos pues solo ellos deben ser el centro de nuestro sistema sanitario y en torno a ellos debemos estar todos los profesionales sanitarios".
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