Los pacientes con covid-19 que recibieron plasma de convalecientes de la infección por SARS-CoV-2 mostraron menos probabilidades de requerir oxígeno en el día 14 y tuvieron más probabilidades de sobrevivir que aquellos que no recibieron plasma, según un estudio retrospectivo controlado que incluyó a 39 pacientes hospitalizados con síntomas graves.
Los datos de este estudio se publican en Nature Medicine y aportan una evidencia científica muy necesaria sobre un tratamiento que en agosto, la agencia reguladora americana FDA aprobó, entre críticas. La principal, manifestada también por médicos que están investigando con este tratamiento, es que recibiera una autorización de emergencia (con un uso enfocado a los pacientes más graves) sin el suficiente respaldo científico.
Los datos de este ensayo ponen de manifiesto que, de confirmarse con nuevos trabajos, el plasma hiperinmune puede ser eficaz en los enfermos que empiezan requerir un suministro no invasivo de oxígeno para evitar que empeoren.
"En infecciones respiratorias, la evidencia más sólida sugiere que el beneficio de la transferencia pasiva de anticuerpos es más demostrable en pacientes que fueron tratados a los pocos días de la aparición de los síntomas. Por lo tanto, planteamos la hipótesis de que el tratamiento de pacientes con plasma de convaleciente al comienzo del curso de la enfermedad reduciría la morbilidad y la mortalidad asociadas con covid-19. Aquí, se presentan los resultados preliminares de 39 pacientes con covid-19 de grave a potencialmente mortal que recibieron transfusiones de plasma convaleciente en un solo centro, el Hospital Mount Sinai (MSH), en la ciudad de Nueva York", escriben en la revista científica los investigadores.
El plasma donado por personas que se han recuperado de la covid-19 contiene anticuerpos, incluidos los que reconocen específicamente el SARS-CoV-2. La teoría es que estos anticuerpos, transfundidos a pacientes infectados con SARS-CoV-2, inducen un efecto antiviral, al complementar la propia respuesta inmunitaria del paciente. Sin embargo, la protección contra la covid-19 aún no se ha relacionado directamente con los niveles de anticuerpos circulantes contra el SARS-CoV-2.
Nicole Bouvier, de la Facultad de Medicina Icahn del Hospital Monte Sinaí de Nueva York, es la primera firmante del estudio, en el que seleccionaron a 39 pacientes ingresados en el hospital neoyorkino entre el 24 de marzo y el 8 de abril de 2020 para recibir una transfusión de plasma de convaleciente de covid-19.
Dos tercios de los pacientes eran hombres, con una edad promedio de 55 años. Los enfermos seleccionados tendían a ser obesos, pero, en general, tenían pocas otras condiciones preexistentes. El día de la transfusión, el 87% de los pacientes requirió oxígeno suplementario a través de un dispositivo no invasivo, y el 10% se encontraba con ventilación mecánica.
El grupo de control consistió en pacientes con covid-19 ingresados durante el mismo período de tiempo con infección, síntomas y estado clínico similares a las del grupo del tratamiento. El día 14 después de la transfusión, el 18% del grupo de tratamiento requirió más oxígeno, frente al 28% del grupo de control. Al finalizar el estudio, el 1 de mayo, el 13% de los pacientes del grupo del tratamiento y el 24% del grupo de control habían muerto, y el 72% y el 67% habían sido dados de alta, respectivamente.
Los autores concluyeron que este estudio proporciona evidencia de que la transfusión de plasma convaleciente puede ser un tratamiento eficaz para la covid-19, pero se necesitan tamaños de muestra más grandes y ensayos aleatorizados para poder determinar definitivamente la eficacia de esta terapia.
Sin beneficio en otro estudio reciente
Precisamente, otro ensayo que se publicaba la semana pasada en el repositorio de estudios preimpresos Medrxiv obtenía unos resultados menos prometedores con el plasma hiperinmune.
El plasma no lograba evitar la progresión de la enfermedad ni la mortalidad a los 28 días en 464 pacientes ingresados con covid-19 moderadamente graves (recibían oxigenoterapia). El trabajo, controlado y aleatorizado, comparó el plasma frente a la atención estándar; se realizó en 39 centros de India.
El estudio indio es el primero de este rango en completarse, tras el intento chino –que se detuvo antes de terminar por motivos epidemiológicos- y el holandés –suspendido al encontrarse que los receptores tenían títulos de anticuerpos similares a los de los donantes-. El trabajo que dio lugar a la aprobación de emergencia en Estados Unidos, realizado por la Clínica Mayo, no fue aleatorizado.
Después de la autorización de la FDA del plasma hiperinmune para su uso de emergencia en pacientes hospitalizados con covid-19, los Institutos Nacionales de Salud (NIH) estadounidenses anunciaron el inicio de otro trabajo con el tratamiento. El ensayo se centra en pacientes que aún no han sido hospitalizados, con síntomas de leves a moderados de la enfermedad.
Las transfusiones se administran a pacientes con al menos un factor riesgo (hipertensión, diabetes, enfermedad cardíaca o enfermedad pulmonar crónica; también mayores de 50 años) que hayan desarrollado síntomas de covid-19 a lo largo de la semana anterior, si bien no necesitan ingreso hospitalario. El ensayo (C3PO, Clinical Trial of COVID-19 Convalescent Plasma of Outpatients) espera reclutar a 600 pacientes mayores de 18 años.
En España, el Hospital Puerta de Hierro, en Madrid, está coordinando un estudio con 14 hospitales de todo el país. Con el apoyo del Instituto de Salud Carlos III, el trabajo intenta determinar si el plasma hiperinmune administrado en una fase de menor gravedad evita el empeoramiento de los pacientes y la necesidad de ingresar en la UCI. Los datos preliminares del ensayo así parecían indicarlo, si bien, los investigadores quieren reclutar a unos 300 pacientes para dar por buenos los resultados alcanzados.
Recambio, otra vía terapéutica con plasma
También se evalúa el efecto plasma, pero no de convaleciente, en otro estudio que está desarrollando la Fundación de Investigación Biomédica del Hospital Clínic, con el patrocinio de la compañía Grifols, así como del Instituto Nacional Carlos III. En este trabajo, la hipótesis se centra en el recambio plasmático, un procedimiento terapéutico estandarizado y seguro empleado en el tratamiento de diversas enfermedades que requieren una eliminación rápida y prolongada de sustancias endógenas y exógenas con efectos deletéreos sobre la función de diferentes órganos y sistemas.
La eficacia y seguridad del recambio plasmático, escriben los investigadores en la justificación de su ensayo, ha sido demostrada en pacientes con hepatitis fulminante, entidad que se caracteriza por una respuesta inflamatoria exacerbada, fracaso multiorgánico y una alta mortalidad a corto plazo. Ahora podría ser que también resultara eficaz en la enfermedad covid-19 grave.
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