La prioridad del Servicio Catalán de la Salud (CatSalut) en estos momentos es lograr que, en caso de que vuelvan a repuntar los ingresos de pacientes con Covid-19 en los hospitales públicos y privados concertados de la comunidad autónoma, lograr que su atención sea compatible con la del resto de patologías. El objetivo: evitar volver a cancelar masivamente intervenciones programadas, tal y como sucedió en la primera ola de la pandemia, según explica a Diario Médico su director, Adrià Comella. “Hay que hacer el máximo esfuerzo por evitarlo”, dice.
Asegura que, en caso de que se repita la situación de fuerte presión asistencial por Covid-19 este otoño, la sanidad catalana está en condiciones de afrontarla en tres aspectos básicos: material de protección y tecnología (incluidos respiradores automáticos), mano de obra y espacios físicos.
En la primera ola, en Cataluña, se logró mantener la cirugía de emergencia pero, en el resto, el resultado fue de listas de esperas disparadas, incluidas las que tienen garantía de tiempo máximo de demora. El CatSalut destinó una partida extra para, tras esa primera ola, incrementar la actividad de los centros, también en horario de tarde y, de esa forma, consiguió actualizar las listas de espera en cardiología y cáncer. En el resto, mucha actividad pendiente, que clínicamente lo permite, se ha desplazado ya a 2021.
Trabajo "extraordinario" en AP
Comella afirma que la atención primaria ha hecho un trabajo “extraordinario” en lo que va de crisis sanitaria, comenzando por su papel de regulador de la entrada de pacientes en los hospitales. “La atención primaria evitó el colapso de los hospitales”, asegura. También destaca su intervención en las residencias de ancianos, lo que ha permitido que “haya confianza” en ese sector social, y su labor asistencial en hospitales de campaña y hoteles salud, habilitados para atención a enfermos de Covid-19 por la escasez de camas en los centros de agudos.
A su juicio, toda esa labor, realizada “sin dejar de hacer su trabajo habitual”, está en la base del malestar actual en el primer nivel asistencial autonómico. Algo que el CatSalut espera poder paliar con el Plan de Fortalecimiento y Transformación de la Atención Primaria (AP), que presentaron el vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès; la consejera de Salud, Alba Vergés, y el propio Comella, para demostrar que que es un proyecto de gobierno, y que prevé partidas extra de 50 millones de euros este año y de 125 en 2012 y 2020. Comella define el plan de “ejecutivo” y manifiesta que está pensado para que se note en los consultorios. Recuerda que, no obstante, no se han abandonado las necesidades de la primaria ya que, por ejemplo, se han destinado otros 30 millones en tres años a mejorar sus estructuras físicas.
Visión "territorial" en hospitales
Comella también tiene palabras de elogio para la labor de los hospitales, que han estado trabajando de “forma muy territorial”, en coordinación con la primaria, centros sociosanitarios y centros privados; y “perfectamente alineados” con los que ejercen de referencia en la materia.
Pone el ejemplo de lo sucedido en Igualada, donde se produjo un importante brote que podría haber colapsado el hospital comarcal de la ciudad de no ser por la colaboración de los hospitales del Valle de Hebrón de Barcelona, General de Cataluña de Sant Cugat del Vallés (del grupo Quirónsalud) y Fundación Althaia de Manresa.
Asegura que, en la primera ola de la pandemia, “no se llegó a descontrolar la situación porque día a día se fueron equilibrando capacidad y ocupación. Únicamente los hospitales de Igualada, Berga y Mollet tuvieron que ser rescatados", revela ahora. En ese resultado Comella no destaca el papel ejercido por el propio CatSalut sino el de los profesionales y los gestores, que, entre otros logros, transformaron rápidamente sus centros para poder asumir la atención a los pacientes con Covid-19.
Sobre los 5 hospitales "anexos"...
Sobre los cinco edificios que se construirán anexos a otros tantos hospitales, inicialmente destinados a la atención de pacientes con Covid-19, informa Comella que responden a la necesidad de aumentar las camas de críticos disponibles en Cataluña. Explica, además, que se prefirió esa fórmula a la de construir un macrohospital para críticos, que es algo que estuvo sobre la mesa pero que, finalmente, se descartó porque “tenía dificultades objetivas que lo desaconsejaban". Los cinco edificios se están diseñando de manera modular para un uso polivalente y con capacidad para ser transformados en lo que se necesite y en cualquier momento.
Los cinco edificios, para los que se ha presupuestado 50 millones, son estructuras ligeras y más rápidas de construir que lo que es habitual en materia de hospitales en Cataluña y resto de España, apunta Comella.
Por otro lado, el CatSalut, creado en enero de 1991, es un ente público de carácter institucional adscrito al Departamento de Salud de la Generalitat pensado para que compre actividad (financie) y evalúe, a modo de aseguradora pública, todos los centros, servicios y establecimientos sanitarios públicos y de cobertura pública (privados con y sin afán de lucro) de Cataluña. Sus funciones se han ido adaptando y redefiniendo con el tiempo para conseguir adaptar el modelo a las nuevas necesidades y, actualmente, también es proveedor asistencial puesto que de el dependen el Instituto Catalán de la Salud y otras empresas públicas y consorcios dedicados a la atención sanitaria.
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