Tener dos o más quistes en los últimos seis meses, principalmente localizados en ingles, axilas y glúteos; que esas lesiones se manifiesten en forma de nódulos, fístulas o abscesos, y cursen con dolor y supuración maloliente. Estos son, junto con los condicionantes de la obesidad y el tabaquismo, los criterios que derivación que los farmacéuticos aragoneses van a tener en cuenta a la hora de derivar al médico a pacientes con estas características, puesto que podrían estar sufriendo hidrosadenitis supurativa.
Como ha explicado a CF, Virginia Barrau, vocal de Dermofarmacia del COF de Zaragoza, esta enfermedad dermatológica es una gran desconocida y quienes la padecen pueden tardar hasta doce años en tener un diagnóstico. Y es que, señala, pueden estar años con este tipo de quistes (conocidos como golondrinos), peregrinando de médico en médico sin que les den una solución.
El problema de no tener un diagnóstico temprano es que llega un momento en que se pasa lo que se llama "ventana de la oportunidad", que es ese momento en el que si se aplica el tratamiento de base tiene muy buenos resultados y es efectivo o de no hacerlo ya no lo es y es necesario recurrir a la cirugía, que, en ocasiones, puede ser menor, pero en otras es más agresiva y cuyo fin es limpiar en profundidad la piel afectada.
Según Barrau, la hidrosadenitis supurativa es una enfermedad muy invalidante, dolorosa y que afecta a las relaciones sociales y sexuales, por la localización de los quistes, de ahí que se haya iniciado este proyecto impulsado por la Vocalía de Dermofarmacia del COF de Zaragoza, el Grupo Aragonés de Investigación en Psicodermatología y la Asociación de Enfermos de Hidrosadenitis (Asendhi), con la colaboración de Stada, y en el que están llamadas a participar las 736 farmacias de Aragón tras una formación previa.
Además de los criterios antes mencionados, los farmacéuticos también tendrán en cuenta otros aspectos para valorar si el paciente podría sufrir esta enfermedad, como retirar de forma muy frecuente gasas y material de cura o solicitar clindamicina, lo que indicaría que tendría recurrencias.
Para la derivación, tras hablar con el paciente y facilite su consentimiento, el farmacéutico, a través de la receta electrónica, mandará un mensaje al médico de Atención Primaria, en el que se indica que esa persona en cuestión ha sido derivada por su farmacéutico porque hay una sospecha de hidrosadenitis supurativa y que forma parte de una acción impulsada por los farmacéuticos. También se le facilita un enlace a la web con toda la información sobre esta iniciativa. Al paciente, además, se le entrega una carta, con los datos del farmacéutico que deriva y las indicaciones oportunas. Una vez que la persona que se remite al facultativo pide cita con su médico, este último, al introducir los datos en su ordenador, le saltará el mensaje, y valorará si instaura un tratamiento de base o tiene que derivar al especialista.
Registro de datos
Este proyecto, que tiene una duración de seis meses, se completa con la recogida de datos para poder hacer una análisis de la prevalencia de la enfermedad. Como relata la vocal, la encuesta tiene dos partes: la primera se centra en datos básicos del paciente, como edad, sexo, peso y hábito tabáquico, entre otros, y en la segunda se registra si finalmente ha tenido un diagnóstico tras la derivación.
A los farmacéuticos participantes se les mandará material de apoyo para la campaña, entre ellos, un cartel y trípticos con información sobre la enfermedad. En los trípticos se detalla qué es la patología (una enfermedad inflamatoria crónica de inicio a partir de la pubertad y más frecuente en mujeres); los síntomas (nódulos, fístulas y/o abscesos que aparecen de forma repetida durante al menos seis meses), y los factores que contribuyen a su aparición (predisposición genética, sedentarismo, factores hormonales durante la pubertad, menstruación y menopausia, tabaquismo, sobrepeso y obesidad, respuesta inmunitaria alterada, fricción por el sobrepeso o por el uso de ropas ajustadas, el calor y el sudor, el uso de desodorantes, productos de depilación y afeitarse con cuchilla en las zonas afectadas, estrés emocional, factores de riesgo cardiovascular y dietas hiperglucémicas).
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