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domingo, 15 de noviembre de 2020

Los efectos secundarios de ser padre

Fernando Navarro
Fernando Navarro
Dom, 15/11/2020 - 12:59
Humor y lenguaje
José Mota
José Mota, caracterizado como el tocólogo doctor Perramón.

En mayo de 2017, el humorista José Mota subió a su cuenta de YouTube un divertido videoclip de minuto y medio https://www.youtube.com/watch?v=Bih1R4vTEF4&feature=youtu.be>. Un obstetra ―en pijama verde, gorro de quirófano y bata blanca― entra a la sala de espera de los paritorios, donde un padre neófito aguarda ansioso el anuncio del nacimiento de su primer hijo, y ambos entablan el siguiente diálogo:

—¿Señor Agüero?

—Sí, soy yo.

—Me presento: soy el doctor Perramón, que acabo de atender a su mujer y ante todo quiero pedirle tranquilidad, ¿de acuerdo? Ha salido todo bien. El niño pesa tres kilos y medio, está sano y su mujer está descansando.

—Genial.

—¿Se ha leído el prospecto?

—¿Qué prospecto?

—Sí, el que le dejamos con las contraindicaciones del niño.

—Eh…, ¿contraindicaciones?

—Mire en la primera página abajo, donde pone «Efectos secundarios». Si mira bien, verá que pone que durante los primeros meses el hijo puede producir insomnio, agotamiento, descenso de la frecuencia de las relaciones sexuales con la pareja, visita y permanencia de la suegra en el hogar, y baldaje ―por supuesto― de espaldas con acune continuo. En el 90% de los casos se ha observado que, durante los siguientes catorce años, suele producirse euforia y alegrías de alta y mediana intensidad alternadas con preocupaciones escolares y aumento de las discusiones conyugales de origen filial.

—¿Y eso no mejora?

—Los estudios farmacéuticos van en la dirección de que vienen a demostrar que a partir de los quince el hijo suele producir dolores de cabeza, mala sangre, desorientación paternal, progresivo descenso de autoridad y aumento de la incomunicación, con pérdidas de respeto, acompañadas ―por supuesto― de portazos y broncas de grado moderado y fuerte. Si el hijo se hace crónico ―es decir, que llega a los treinta y cinco en domicilio paterno―, se produce enquistamiento en sofá y consola, carencia de oficio ni beneficio y arramblaje de to lo vivo en nevera y cartera paterna por ingestión masiva de sopa boba.

Al padre le da un vahído y cae redondo al suelo, y el obstetra sentencia, mirando a la cámara: «Claro, nos metemos a ser padres sin leernos verdaderamente los prospectos, y luego vienen los ayayáis y los madremías».

Fernando A. Navarro

Si has sido recientemente padre neófito o estás pensando en serlo pronto, ¿te has leído antes el prospecto con las contraindicaciones del bebé? El doctor Perramón (José Mota) te lo explica con meridiana claridad. Off Fernando A. Navarro Off

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