El movimiento profesional, asindical y apolítico Enfermería de Madrid Unida (EMU), que surgió el pasado agosto del descontento de los profesionales, está recogiendo los testimonios anónimos de muchos enfermeros que están denunciando los abusos laborales que se están llevando a cabo en algunos servicios de la Comunidad de Madrid debido a la falta de medios y precariedad del sistema.
“Hemos querido dar un paso más al frente con la campaña La cara B de la Enfermería Madrileña, que ayudará a visibilizar nuestras condiciones de trabajo diarias en los centros sanitarios y sociosanitarios de la región. Con esta iniciativa pretendemos abrir las puertas y ventanas de los centros de trabajo para que la sociedad conozca sin filtros la realidad que sufrimos pacientes y profesionales. Estos últimos pueden realizar sus denuncias de manera anónima, para evitar presiones y coacciones, a través de este correo electrónico: denunciaenfermera@outlook.es”, explica uno de los portavoces de EMU.
De momento, EMU ha recibido alrededor de 40 denuncias de profesionales de enfermería que cuentan en primera persona los abusos laborales e incertidumbres a las que se enfrentan diariamente en sus servicios, como ratios inasumibles, intrusismo profesional, decisiones arbitrarias de los Servicios de Prevención de Salud y remuneraciones que rozan lo absurdo: 2,6 euros la hora en el turno de noche. Desde este movimiento asindical, además, responden a las dudas que surgen de los testimonios de estos profesionales. Estos son algunos ejemplos de las denuncian que están recibiendo:
Dos enfermeras para 36 pacientes covid
"Actualmente trabajo en una planta covid. Por la noche solo hay 2 enfermeras para toda la planta, llevando cada una alrededor de 17-18 pacientes. Esto no es una situación excepcional y cuando se llene toda la planta (faltan 5 camas por ocupar) llevaremos cada una 20 pacientes. Hemos hablado con nuestro supervisor y la respuesta literal ha siso esto son lentejas, y no podemos más".
La ratio enfermera/paciente afecta proporcionalmente a los cuidados y a la seguridad del paciente. Desde EMU explican que el déficit de profesionales de Madrid “no hace más que aumentar la lista negra de fallecimientos en esta pandemia, y también desde hace años”.
Este movimiento también quiere poner el foco en otro punto de la denuncia, y es en las contestaciones “que muchos obtenemos de nuestros superiores cuando les intentamos trasladar nuestro malestar, que denotan falta de empatía y liderazgo, y que afectan directamente a la calidad del trabajo”.
Precisamente por ello, desde EMU exigen la profesionalización de la gestión enfermera mediante la reforma de la Ley 11/2017, de 22 de diciembre de Buen Gobierno y Profesionalización de la Gestión de los Centros y Organizaciones Sanitarias del Servicio Madrileño de Salud, incluyendo a los diferentes cargos de gestión enfermera.
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Salud laboral y doble rasero para médicos y enfermeros
“A mí y a mi pareja, que también es sanitario, nos han tenido que hacer una PCR por haber estado en contacto con un paciente positivo. No nos han dado la baja enviado a casa hasta conocer el resultado, y hemos tenido que seguir trabajando por órdenes de salud laboral. Sin embargo, a un compañero médico que también ha tenido contacto con un positivo, se le hizo la PCR y se le envió 5 días a casa a la espera del resultado. ¿Si nosotros llegamos a dar positivo, que habría pasado con los pacientes y compañeros con los que estuvimos en contacto? Por qué sigue existiendo un doble rasero entre profesionales de enfermería y médicos?”.
Desde EMU exigen que la causa de esas decisiones arbitrarias no sean ni políticas ni económicas, “sino ajustadas a un criterio científico que salvaguarde la salud tanto del profesional como del paciente”.
Cuidados enfermeros que realizan médicos y auxiliares
“Desde hace unos meses tenemos falta de personal de enfermería. No hay una enfermera en el turno de mañana (7:00-15:00h) de lunes a viernes y en ese turno los cuidados de enfermería los realizan médicos y gerocultores/auxiliares. Este año nosotros nos hemos cubierto las vacaciones y es complicado pedir días de asuntos propios. En plantilla estamos dos enfermeros de noche, dos para mañanas y tardes de fin de semana, y una enfermera en el turno de tarde de lunes a viernes. Se trata de una residencia pública y de gestión privada, y desde Dirección se ha avisado a la Consejería de Sanidad de Madrid que la residencia ha dejado de tener enfermería 24h y que es imposible encontrar personal. En el pliego de condiciones de esta residencia consta la existencia de enfermería 24h. Nadie soluciona nada y el personal que quedamos estamos saturados, la carga de trabajo es mayor y la calidad de los cuidados se ve afectada”
Desde EMU denuncian la falta de personal de enfermería en las residencias de mayores y personas dependientes, tanto de gestión pública como concertada o privada, “ya que esta situación afecta a la seguridad y la calidad de los cuidados que reciben, con el consecuente riesgo que supone para la salud de los residentes”.
Además, recuerdan que, según el BOE, la enfermera geriátrica es la profesional que presta atención y cuidados de enfermería a la población anciana. “Es preciso la incorporación inmediata de enfermeras especialistas en Geriatría en las residencias y no es tolerable la propuesta que se ha hecho desde la Comisión de Recuperación de la Asamblea de Madrid, donde se pretende sustituir a las enfermeras de las residencias por técnicos con formación profesional”.
También recuerdan que hace falta aumentar la oferta de plazas de EIR en Geriatría, “ya que las 46 plazas convocadas en todo el territorio nacional para el año 2020 son insuficientes para cubrir las necesidades a las que se enfrenta este sector”.
Embarazadas en contacto con positivos
“En la primera ola de la covid-19, cuando todo se descontroló, Salud Laboral dio la baja a todas las embarazadas. Ahora, sin embargo, ni siquiera nos adaptan el puesto de trabajo y tenemos que rogar bajas por enfermedad común o seguir trabajando en urgencias, donde cada día estás en contacto con pacientes positivos. Tengo un informe del ginecólogo diciendo que bajo ningún concepto puedo trabajar con pacientes sospechosos de coronavirus, y ni por esas. Sé que en el Hospital Clínico dan la baja por riesgo a las 20 semanas de embarazo, mientras que en otros en las mismas circunstancias no lo hacen hasta la semana 37.
Ante esta situación EMU explica que es inadmisible que haya compañeras condenadas a las decisiones arbitrarias de los Servicios de Prevención de sus centros, cuando es más que evidente la necesaria protección de su salud y la de su futuro hijo.
“Reclamamos la solución inmediata del problema, invocando para ello la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de prevención de Riesgos Laborales, que en su artículo 26 deja meridianamente claro cuáles son las medidas a adoptar en materia de protección de la maternidad. Las enfermeras embarazadas deben ser adaptadas con la mayor prontitud a servicios en los que el riesgo de contagiarse de SARS-Cov-2 sea prácticamente nulo. Si no se pudiera, deberá asegurarse la baja por riesgo durante el embarazo en cuanto sea conocido el mismo”.
Enfermeros sin título homologado
“Soy enfermera y me encanta la Geriatría, que es un sector muy maltratado y muy poco valorado. Trabajo en una residencia concertada en turno de noche fijo, y tengo 80 residentes para una auxiliar y una enfermera. Cobro 2,60 euros la hora de noche y tengo que atender urgencias, controlar a los residentes, cargar la medicación y ayudar a la auxiliar en su trabajo. Han estado contratando a profesionales de enfermería sin título homologado, cobrando sueldo de auxiliares pero haciendo de enfermeros, o médicos sin homologar haciendo de enfermeros”.
Para los integrantes de EMU no solo se está hablando de ratios inasumibles, sino de intrusismo laboral tipificado como delito en el código penal. “No podemos dejar pasar la remuneración económica y el precio por hora de noche, todo ello con la connivencia de la administración pública al ser residencia concertada y superar las distintas inspecciones a la que es sometida”.
Enfermera escolar, rastreadora, coordinadora…
Las enfermeras escolares que han denunciado su situación laboral a EMU coinciden en señalar que les piden que atiendan a todos los niños y que a la vez sean coordinadoras covid.
“Según educación a mi cargo solo tengo asignados diabéticos y sondaje vesical. Cuando alego que tengo cierto número de niños asmáticos, otro tanto de alérgicos, otros epilépticos y otros además con enfermedades clasificadas como raras me indican que para poner una adrenalina, colocar de lado al alumno y administrar la medicación (ventolin o dar una simple pastilla) cualquier persona lo puede hacer. Si no fuera posible, me indican que siempre se puede llamar al 112 o al centro de salud para que les trate O llamar a las familias y que actúen”.
Enfermería de Madrid Unida recuerda que no se trata solo de administrar fármacos,” sino de saber reaccionar si aparece algún efecto adverso”, y denuncia que, actualmente, también se les exige ser rastreadoras y responsables de la coordinación covid “todo ello en jornadas en las que la mayoría sus contratos no superan el 75% y con unos salarios de 1.600 euros brutos”, dicen.
Agresiones en servicios de Salud Mental
“Quiero poner en conocimiento las condiciones pésimas en las que trabajamos en el Servicio de Psiquiatría de adultos de un hospital público de la comunidad de Madrid. Hay múltiples agresiones al personal de enfermería, la última fue una paliza a una compañera y el pasado diciembre me agredieron yocasionaron lesiones por las que estuve tres meses de baja. Tenemos un control de enfermería abierto (como una barra de bar) y en el turno de noche estamos desprotegidas: llevamos 25 pacientes (sin celador), una enfermera, y dos TCAE. A pesar de que las medidas de seguridad brillan por su ausencia, los despachos médicos sí que están en zona cerrada”.
Ante esta situación, EMU pide incluir en todos los turnos el personal de seguridad y celadores necesarios para garantizar la seguridad de los trabajadores, así como adecuar las infraestructuras para que los pacientes no puedan acceder al personal de forma abrupta e inevitable. “Su trabajo debe tener reconocimiento del Complemento de peligrosidad por estar expuestos a agresiones físicas y verbales, tóxicos y riesgos biológicos”.
Bloqueos en la Bolsa de trabajo
“En Noviembre de 2018 me llamaron para darme un contrato de una baja en un centro de salud, que terminó el 20 de julio. No comprendía por qué no me habían llamado para una mejora covid, donde fuera, cuando estaban dando contratos de 6 meses en junio con 0 puntos en Bolsa y a mí se me acababa el contrato al mes siguiente. Me contrataron 2 meses de verano... Después solo me ofrecían días sueltos (con mis puntos me sorprendía), reclamé a Bolsa y resulta que desde diciembre el Hospital La Paz me había bloqueado porque no había aceptado trabajar la noche del 24 de diciembre en UCI de Neonatos. Por un contrato de un día no te pueden sancionar y mucho menos estando trabajando en primaria. Su excusa es que no se vuelcan los datos de primaria. Estoy bloqueada un año casi sin enterarme y sin ser informada, sin haber podido optar a un contrato de larga duración”.
La transparencia brilla por su ausencia en Madrid y las condiciones que impone la Bolsa son abusivas, según EMU. “La penalización en Bolsa de esta compañera no es solo injusta, sino también inexplicable, puesto que estaba trabajando en otro servicio. No salimos de nuestro asombro al ver que no importa el tiempo que trabajes para el SNS, porque cualquier cargo intermedio puede decidir a quién dar el contrato que surge en su servicio, saltándose los principios de justicia y equidad”, lamentan.
Precisamente por ello, EMU exige un Portal de Transparecia de Enfermería de la Comunidad de Madrid con acceso a un Bolsa on line transparente y participativa que asegure el acceso a contratos de forma justa y según puntuación.
“También pedimos una reducción del tiempo y revisión de las causas de las sanciones, ya que como vemos en este caso, son desproporcionadas e incomprensibles. De hecho, inadmisible que lo habitual sea incorporarse al puesto de trabajo el mismo día que se realiza la oferta que, si rechazas por circunstancia personales, supone una penalización de 1 año en el último puesto del listado de llamamientos”, concluye Enfermería de Madrid Unida.
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