El 53 congreso de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) arranca hoy, coincidiendo con el Día Mundial contra la Neumonía, en un marco en el que la pandemia causada por el virus SARS-CoV-2 está aumentando drásticamente las muertes por neumonía por la covid-19 y otras causas. De hecho, se calcula que este virus podría sumar 1,9 millones de muertes más por neumonía este año respecto a las registradas en años anteriores, lo que supone un incremento del 75% de fallecimientos.
En este contexto, los enfermeros respiratorios tienen mucho que decir sobre los cuidados que requieren estos pacientes. EL Área de Enfermería Respiratoria de Separ, que se formó en 1992, es un grupo consolidado dentro de la sociedad científica con más de 900 miembros y que ha podido aportar sus conocimientos a la gestión de esta pandemia en España como parte del grupo de expertos que han trabajado con Sanidad durante estos meses de crisis sanitaria.
“Desde el primer momento hemos formado parte de la redacción de los documentos clínico técnicos del Ministerio de Sanidad, formando parte del grupo de trabajo multisociedad coordinado por el Consejo General de Enfermería (CGE). La figura de las supervisoras de los servicios de neumología ha sido, sin duda, clave en estos meses. La gestión de recursos humanos, stocks de material, reorganización y adaptación de servicios a las nuevas condiciones, han sido coordinadas por estos profesionales, los cuales han trabajado jornadas maratonianas sin descanso y han intentado mantener a sus compañeros unidos y motivados para minimizar las consecuencias del agotamiento y la frustración de estos meses”, explica a este periódico David Díaz Pérez, coordinador del Área de Enfermería Respiratoria de Separ.
Recuerda que, como grupo de trabajo en la Separ, han redactado múltiples documentos clínico-técnicos en diferentes áreas con el objetivo de que se conviertan en herramientas seguras y útiles que los diferentes gestores y profesionales puedan utilizar para tomar decisiones correctas y seguras para la atención de los pacientes con patologías respiratorias. “Cabe destacar que hemos trabajado, no solo con otras disciplinas dentro de la Separ, sino que hemos generado material práctico con otras sociedades científicas enfermeras”.
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Faltan enfermeras expertas respiratorias
Una de las cuestiones más importante que ha puesto de relieve esta situación de crisis sanitaria es que se precisan enfermeros expertos en cuidados críticos y en cuidados respiratorios, y que ambos colectivos eran muy escasos.
“Ambas áreas asistenciales han sufrido una presión asistencial brutal y la escasez de profesionales realmente expertos era muy deficiente. Esta situación llevó a reciclajes y periodos de formación exprés que no ha sido suficientes, y las continuas bajas laborales debido al contagio ocupacional y el aumento de casos en algunos periodos y regiones ha hecho que en muchos lugares se tenga que improvisar personal experto", señala.
Añade que será la literatura científica la que expondrá las consecuencias de este déficit de profesionales expertos en estas áreas en un futuro cercano. “Espero que las instituciones políticas y sanitarias puedan establecer nuevas estrategias para minimizar o prevenir una situación como la actual”.
La especialización salva vidas
La especialización de la Enfermería Respiratoria tiene un impacto positivo en la población diana que atiende día a día.
“Las intervenciones dirigidas a la prevención y el diagnóstico precoz de enfermedades respiratorias como el tabaquismo, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica o el cáncer de pulmón, así como el diagnóstico y seguimiento de patologías crónicas y agudas respiratorias o la educación terapéutica dirigida a mejorar la calidad de vida y disminuir la carga de la enfermedad, son la mejor arma y la que mayor impacto tiene en los pacientes en la historia natural de la enfermedad”, asegura Díaz Pérez.
No obstante, explica que, como disciplina, también están presentes en situaciones de urgencia y emergencia, “donde las Unidades de Soporte Ventilatorio se presentan como unidades de atención al paciente grave que previenen ingresos en UCI, disminuyen el número de intubaciones, etcétera, de manera que se evitan las complicaciones derivadas de un ingreso en estas unidades”.
También asegura que, en la actualidad, “estamos fomentando y estimulando modelos asistenciales alternativos, como la teleenfermería, los hospitales de día, la atención a domicilio… Se trata de entornos más seguros y costo efectivos que los clásicos. Dichos espacios precisan roles profesionales diferenciados que lideren y gestiones equipos multiprofesionales y dinámicos, que sean capaces de adaptarse según la presión asistencial y cuyos indicadores de resultados cubran no solo las expectativas de los gestores, sino de los pacientes y su entorno”, señala.
Precisamente por ello, asegura que la enfermera respiratoria en práctica avanzada es el rol adecuado para la coordinación y liderazgo de estos nuevos retos, “siendo una figura capaz de coordinar y motivar a grupos de trabajo amplios que atienden a pacientes con patología respiratoria crónica”.
Formación de posgrado
Diaz Pérez explica que es difícil cuantificar el número de enfermeros respiratorios en España. “Desde la Separ trabajamos por una formación de posgrado de calidad y especializada en varias áreas, donde el rol de la enfermera respiratoria es clave. Además, la acreditación de unidades de atención multidisciplinar como las de Asma, Tabaquismo, Intervencionismo, Unidades de Cuidados Respiratorios Intermedios, etcétera favorecen la especialización de nuestra disciplina en diferentes áreas. El mayor escollo que podemos encontrar es que los gestores de la política sanitaria quieren disponer de un nutrido grupo de profesionales polivalentes que puedan utilizar para casi todo en cualquier momento. Aunque el reconocimiento de la Enfermería Respiratoria con los diplomas de acreditación no supone un aumento del coste en el capítulo 1 y tampoco les impide la movilidad de los profesionales, esta diferenciación puede ser interpretada como una barrera y no como un plus para mejorar la calidad asistencial”.
Esta movilidad profesional, según Díaz Pérez, provoca desmotivación y evita que los profesionales se involucren al 100% en un área que, sin duda, tiene un impacto en todos los niveles asistenciales y en la población general. “De hecho, la prevención del tabaquismo o la prevención de la neumonía son intervenciones que se dirigen tanto a población sana (prevención primaria) como personas con enfermedades crónicas (prevención secundaria)”.
Desde el Área de Enfermería Respiratoria de la Separ entienden que la vía de reconocimiento de la enfermera respiratoria no tiene que ser vía EIR, sino a través de los diplomas de acreditación y diplomas de acreditación avanzada regulados por el Ministerio de Sanidad en el Real Decreto 639/2015 de 10 de julio.
“Dicho reconocimiento se contempla como un instrumento para certificar el nivel de formación alcanzado por un profesional. A través de esta vía se potencian diferentes líneas en relación a las actividades formativas continuadas y se consigue fortalecer la capacidad de las enfermeras respiratorias en su práctica diaria”.
Marco competencial
El primer paso que la Separ va a dar para obtener este reconocimiento será definir el marco competencial como enfermeras respiratorias en España.
“Este primer objetivo lo estamos haciendo junto al CGE y esperamos poder tener finalizada esta primera fase a finales del 2021. Sin duda este camino sentará una base sólida y formal con la que podremos solicitar al Ministerio de Sanidad dicho reconocimiento. A nivel europeo y liderados por el Área de Enfermería Respiratoria de la European Respiratory Society, hemos iniciado un ruta de trabajo para la redacción de las competencias de la Enfermería Respiratoria, que pretende influir en el marco curricular en la formación pregado y describir un marco competencial para un profesión, que presenta diferencias competenciales entre países muy notables”, concluye.
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