La piel es el órgano más extenso del cuerpo y una de las barreras de protección más importantes frente al medio externo. Pero cuando se seca, aparecen los picores, la rigidez, se puede cuartear, tensar o inflamar. La sequedad cutánea es un problema frecuente que puede obedecer tanto a factores externos como internos.
La buena noticia es que pacientes, dermatólogos y farmacéuticos cuentan con la ayuda de multitud de productos diseñados para la sequedad cutánea. En estos momentos, existen nuevos activos cosméticos cuya eficacia ya ha sido avalada por la evidencia científica. Paloma Borregón, de la Academia Española de Dermatología y Venereología, destaca las ceramidas, los probióticos y prebióticos y la niacinamida. La farmacéutica y experta en Dermocosmética Rocío Escalante menciona también las mantecas, que son ricas en vitaminas y antioxidantes: “Son reparadoras y ayudan a revitalizar la piel y el cabello, protegen también de las agresiones externas”.
Las ceramidas son lípidos que se encuentran de manera natural en la piel, responsables de la unión intercelular y que son esenciales para garantizar su función de barrera y mantener la hidratación. Por tanto, tienen capacidad para corregir el defecto de ácidos grasos y sustancias que deberían existir entre las células que forman la piel y que se van perdiendo con la edad o por otros factores: “Ayudan a mantener unidas esas células”, explica Escalante. Proliferan la hidratación y evitan la sequedad, además de inhibir las enzimas elastasas que destruyen las fibras de elastina.
Los probióticos y prebióticos tratan de restablecer el equilibrio en el microbioma de la piel. “Se ha visto que está implicada en la aparición de brotes de eccemas”, recuerda Borregón. Algunos estudios demuestran que una microbiota cutánea en buen estado es beneficiosa para la piel porque el equilibrio de microorganismos se traduce en una barrera epidérmica más sana y más resistente. Esta es la utilidad que tienen los probióticos y prebióticos en cosmética.
La niacinamida cada vez está más de moda, según Borregón. Se trata de un activo calmante que ayuda a aliviar la sensación de irritación y repara la barrera lipídica de la piel. Este activo estimula la producción de ceramidas y lípidos cutáneos, reduciendo la pérdida transepidérmica de agua. Como consecuencia, la hace más resistente frente a los ataques internos o exógenos, como la contaminación, los cosméticos irritantes o el estrés.
Menos novedoso y ya conocido es el ácido hialurónico, que ayuda a retener grandes cantidades de agua, como si fuera una esponja, aportando volumen, reduciendo las arrugas de expresión y previniendo la deshidratación. La farmacéutica recuerda que se ha demostrado que mejorando el grado de hidratación de la piel, mejora su función barrera , impidiendo que haya una pérdida importante de agua y reteniendo esa hidratación: “Bien sea por retener agua, revitalizar células o mantener sanos los tejidos, lo cierto es que cuanto mejor tengamos nuestra piel, más protegidos estaremos de las agresiones externas de todo tipo”.
La industria sigue investigando. Existen nuevos activos que están en vías de investigación destinados a pacientes con sequedad grave y dermatitis atópica severa, fundamentalmente con terapias biológicas.
Activos naturales
La innovación también viene de la naturaleza, que se está investigando para obtener activos que luchen contra este problema cutáneo. Mª Luz García Toro, farmacéutica colaboradora del Centro de Investigación sobre Fitoterapia (Infito), explica que los ingredientes naturales hidratantes, además “tienen efecto regenerante y aportan flexibilidad y suavidad a la piel. Sin olvidar las propiedades de la nutricosmética, fundamental para nutrir en profundidad y que los activos lleguen a las tres capas que conforman la piel”.
Los aceites vegetales son de los más utilizados, concretamente los de rosa mosqueta y argán, ricos en vitamina E y ácidos grasos poliinsaturados. La experta también menciona las ceramidas, la manteca de karité, rica en ácidos grasos y vitaminas (vitamina F) y el extracto de áloe, que contiene activos hidratantes y regenerantes.
Sobre el mecanismo de acción, esta experta explica que los ácidos grasos esenciales son fundamentales como constituyentes de la membrana celular, que obtiene con ellos la flexibilidad y permeabilidad adecuadas para evitar un envejecimiento prematuro. La manteca de karité, que se obtiene de la grasa extraída de las nueces del árbol de karité, tiene la propiedad de nutrir la piel en profundidad. La vitamina E tiene una acción antioxidante y es un complemento ideal para estas presentaciones naturales, ya que previene la oxidación de los ingredientes de la fórmula.
También menciona la nutricosmética y en este campo las plantas más utilizadas son la onagra y la borraja, cuyas semillas contienen aceites ricos en ácidos grasos esenciales, “muy interesantes para hidratar la piel”.
Antes, un buen diagnóstico
En cualquier caso, resulta esencial disponer de un diagnóstico inicial acertado a la hora de dar un consejo cosmético para abordar la sequedad cutánea, así como estar informado de las últimas novedades. No es lo mismo que la causa sea la falta de agua (deshidratación) o la falta de ácidos grasos: “La piel seca es un tipo de piel que requiere de unos cuidados específicos que van más allá de la cosmética; es preciso determinar los factores que la provocan. “A veces el motivo puede ser un factor externo o problemas dermatológicos, tratamientos médicos, determinadas patologías, momentos vitales o beber poca agua”, constata. García Toro añade que no hay que olvidar que, “a partir de los 30 años, la piel va perdiendo la capacidad de producir lípidos, haciendo que sea más vulnerable a los agentes externos”.
Escalante aconseja también a sus colegas farmacéuticos que estudien bien los activos que contiene cada producto: “Un producto buenísimo puede convertirse en uno malo solo por el hecho de que hagamos una recomendación equivocada para el tipo de piel o el estado de la piel”.
El mejor sitio, la farmacia
Para evitar cualquier problema de seguridad y velar por la eficacia de estos nuevos productos que llegan al mercado, ambas expertas no tienen dudas cuando señalan que el lugar perfecto para adquirir esta innovación es la farmacia. “Estamos en continuo reciclaje de productos y conocimientos. Tenemos el equilibrio que nos da el contacto constante con el cliente, el conocimiento de los ingredientes y la honestidad de nuestra profesión”, defiende Escalante.
Borregón recuerda que los farmacéuticos son los profesionales sanitarios más accesibles, con los que primero consultan los clientes o los pacientes, por lo que deben estar informados de las últimas novedades. No obstante, reconoce que el interés en la dermocosmética es creciente en la profesión.
Esta es la historia de la piel seca
La capa córnea es la más externa de la epidermis y la estructura esencial para conservar el agua en la piel. Está formada por unos veinte estratos de células epidérmicas, que integran la barrera cutánea que impide la deshidratación del organismo y la entrada de sustancias exteriores en la piel. Lo normal es que contenga entre un 10 y un 15% de agua y, cuando esa concentración disminuye, aparece la sequedad cutánea.
La piel seca es más frágil, áspera y apagada y está más expuesta a enfermedades cutáneas, como eccemas o infecciones. También se hacen más visibles las arrugas.
La pérdida de hidratación se puede manifestar de diferentes formas, principalmente la falta de suavidad y elasticidad, la carencia de luminosidad y la aparición de arrugas de deshidratación en los pómulos y el contorno de los ojos.
Las causas conforman asimismo un amplio abanico. El nivel de humedad, las temperaturas extremas (tanto altas como bajas), el viento, el sol y la radiación ultravioleta son algunos de los factores que pueden desencadenar este problema. El contacto prolongado con agua debido a una higiene excesiva también puede derivar con el tiempo en la deshidratación de la piel. Y la utilización de jabones no adaptados a las condiciones fisiológicas de la piel o elementos abrasivos, como los guantes de crin o la piedra pómez.
Además, algunos medicamentos, como retinoides y corticoesteroides, y los brotes de eccema que sufren los trabajadores de algunas profesiones, como peluquería y construcción, pueden ser origen de sequedad en la piel. Por último, el envejecimiento hormonal reduce los componentes hidrolipídicos que forman la barrera protectora dela piel.
La Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) propone algunas medidas para cuidar la piel durante todo el año sea cual sea su naturaleza. Así, recuerda que no sirven los mismos productos para todos; hay que prestar atención a las zonas más sensibles y realizar una limpieza suave; hay que evitar ducharse más de una vez al día; se deben utilizar geles suaves que no hagan mucha espuma ni tengan perfume, y siempre, después de la ducha, aplicar crema hidratante en cara y cuerpo. La exfoliación es indispensable, es preferible escoger un maquillaje hipoalérgico y hay que protegerse del sol.
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