Cada año se diagnostica en España 22.300 casos de cáncer de vejiga, de los que el 80% afectan a hombres. Supone la sexta causa de muerte por cáncer y en nuestro país fallecen anualmente unas 4.400 personas por este tumor.
A pesar de que la supervivencia a cinco años se sitúa en el 75% en los hombres y en 70% en las mujeres, la progresión de la enfermedad entraña una mayor complejidad, sobre todo, en aquellos subtipos con menores opciones terapéuticas, como puede ser el caso del urotelial avanzado, una enfermedad para la que hace décadas no existen avances significativos a pesar de que representa el 90% de todos los cánceres de vejiga.
La investigación y la experiencia clínica han seguido, no obstante, insistiendo en la consecución de mayores y más efectivas posibilidad de abordaje de este tipo tumoral.
Mejora en supervivencia global
En el último congreso de ASCO, celebrado a principios de junio, se han presentado los resultados del estudio Javelin Bladder 100 que introduce un régimen de inmunoterapia con el anticuerpo monoclonal avelumab, frente a placebo en esta enfermedad, que señalan que es la primera vez que una inmunoterapia demuestra una mejora significativa en supervivencia global en primera línea para pacientes con este tipo de cáncer. Este nuevo tratamiento, comercializado como Bavencio ha sido desarrollado por la alianza Merck-Pfizer.
“La aplicación de esta estrategia ha sido uno de los mayores avances recientes en el manejo del cáncer urotelial. El beneficio observado en supervivencia con la administración de avelumab de mantenimiento en los pacientes que no progresan al tratamiento de quimioterapia es sustancial y, además, sin empeoramiento de la calidad de vida de los pacientes”, indica a DM Joaquín Bellmunt, director del Instituto Oncológico Equipo Dr. Bellmunt , del Hospital Dexeus Grupo Quirón, y director de la Bladder Cancer Center del Dana Farber Cancer Institute de Harvard, Boston (Estados Unidos).
El especialista matiza los datos señalando que los pacientes que han participado en el estudio mantienen la calidad de vida, no se les deteriora, hecho demostrado cuando se compara con el brazo de tratamiento de control. “Por tanto, es un nuevo estándar y debe ofrecerse como tratamiento convencional a todos los pacientes que después de recibir quimioterapia basada en cisplatino obtienen beneficio clínico, es decir, respuesta completa, parcial o estabilización”.
De nuevo, la importancia de los biomarcadores se refleja en el Javelin Bladder 100, ya que aunque todos los subgrupos de pacientes se beneficiaron de la administración de avelumab, el beneficio fue superior en los pacientes con PDL1 positivo, pero también en los PDL1 negativo.
Esta estrategia aparece como un nuevo estándar y debe ofrecerse después de recibir quimioterapia con cisplatino
Se beneficiaron en primer lugar aquellos pacientes que obtuvieron respuesta parcial, siendo éstos en los que se vio mayor beneficio, pero también, se beneficiaron en supervivencia libre de progresión los que obtuvieron respuesta completa o estabilización.
"El beneficio era independientemente del tipo de tratamiento que hubiesen recibido: cisplatino gemcitabina o carboplatino gemcitabina”, indica el oncólogo quien subraya que en este estudio, “avelumab se administró solo sin ningún otro tratamiento frente al tumor. Pero, hay diversos estudios en marcha de combinación de avelumab con quimioterapia y con otros inmunoterápicos que se presentarán en un futuro”.
Según Bellmunt, desde 2014l, fecha en la que se publicaron los datos del primer estudio en Nature se sabe que la inmunoterapia es efectiva en cáncer urotelial avanzado. El primer estudio en fase III en segunda línea que demostró beneficio en supervivencia fue el Keynote. No obstante, también, se han observado beneficios en pacientes que tienen tumor no músculo-invasivo de alto grado y que son refractarios a la BCG. Avelumab es la tercera indicación en cáncer urotelial y con resultados extraordinarios en supervivencia”.
Según los resultados del Javelin, el beneficio en supervivencia ha sido lo más llamativo cuando se compara a los pacientes que reciben un mantenimiento con avelumab respecto a los que siguieron el tratamiento de soporte estándar, que era el seguimiento. “El beneficio es de unos 7 meses de diferencia y es estadísticamente significativo” señala Bellmunt.
Ha variado el estándar de primera línea
A su juicio, este tratamiento es un nuevo paradigma en cáncer urotelial. Ha sido incluido en todas las guías clínicas terapéuticas de cáncer de vejiga, tanto en Estados Unidos como en Europa, y ha cambiado el estándar de tratamiento que se ofrece a los pacientes en la primera línea del tratamiento.
El siguiente paso podría ser su evaluación en fases más precoces de la enfermedad, contexto para el que ya hay estudios en marcha. “Hay además estudios con resultados prometedores de la combinación de quimioterapia y avelumab en neoadyuvancia, cuando los pacientes tienen solo tumores músculo-invasivos. También se están estudiando en fases aún más precoces como en tumores no músculo invasivos”, explica el oncólogo.
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