Además de ser una de las comunidades autónomas con menor ratio de médicos de atención primaria por habitante (la segunda de España por la cola tras las Islas Baleares), Navarra tiene vacantes un elevado porcentaje de sus plazas estructurales médicas del primer nivel, concretamente el 11% de los puestos de Medicina de Familia y hasta el 15% de sus plazas de Pediatría de primaria, según los datos facilitados esta misma semana a los sindicatos de la mesa sectorial por los Servicios Centrales del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea (SNS-O). En definitiva, de las 560 plazas estructurales de plantilla presupuestadas por Salud, 65 están actualmente desocupadas: 49 de ellas de facultativos de los equipos de atención primaria y 16 de especialistas en Pediatría.
Los datos oficiales de la Administración navarra evidencian que "la situación del primer nivel asistencial, además de lamentable, es insostenible y refleja una evolución hacia el desastre absoluto y el desmantelamiento de este ámbito asistencial", sentencia en un duro comunicado el Sindicato Medico de Navarra (SMN), cuya comisión ejecutiva reclama a la consejera de Salud, Santos Induráin, y a la Gerencia del SNS-O la adopción de "medidas inmediatas" para atajar los síntomas de ese deterioro: "plazas no cubiertas, ausencias no sustituidas y cupos sobresaturados".
"No sólo no damos abasto con el trabajo creciente, tampoco podemos contar con cubrir las ausencias de las vacaciones y ni siquiera hay suficientes facultativos para cubrir todos los cupos. Y eso sabiendo que la Comunidad Foral es una de las que menor tasa de médicos de primaria tiene de todo el país", añade el comunicado sindical. Los datos del Sistema de Información de Atención Primaria (SIAP) del Ministerio de Sanidad avalan la queja del SMN: Navarra tiene 83,9 facultativos de primaria por cada 100.000 habitantes, sólo por encima de la comunidad balear (72,4) y muy lejos de Extremadura, que tiene el mejor dato del Sistema Nacional de Salud (131,8 médicos).
El 14% de los médicos asegura haber solicitado una baja laboral por sobrecarga
Al igual que otras comunidades, Navarra lleva tiempo hablando con los sindicatos sobre la reforma del primer nivel para intentar atajar sus déficits estructurales. En el caso de la Comunidad Foral, esas conversaciones -de momento, infructuosas- tienen como punto de partida el Documento de Trabajo sobre el Reto de Atención Primaria, que la Administración puso sobre la mesa el pasado mes de noviembre. El SMN alega que ese documento "carece de concreción alguna" y critican que, de entrada, "ni siquiera mencione el acuciante déficit de médicos de Familia que tenemos en la comunidad".
"La única medida concreta que se ha anunciado en el marco de ese documento es la contratación de 110 profesionales de Enfermería, pero el apartado de la propuesta que aborda el análisis de los problemas y las posibles soluciones no hace referencia alguna al gravísimo déficit de facultativos, tanto en Medicina de Familia como en Pediatría. En definitiva, la encomienda que la consejera le hizo en noviembre al director general de Salud se ha sustanciado, de momento, en un texto ambiguo, vacío de contenidos reales y muy alejado, a nuestro modo de ver, de un diagnóstico correcto de la situación", afirma Juan Ramón Sanchís, delegado de Atención Primaria del SMN.
La "errónea política" de contratación del SNS-O es, precisamente, otro de los argumentos del Sindicato Médico, que alega que la consejería refuerza otras categorías profesionales "cuando lo que realmente hace falta son médicos". El sindicato apela al informe que la Cámara de Comptos de Navarra ha hecho público sobre los refuerzos sanitarios contratados en la comunidad entre marzo y diciembre de 2020 para la covid-19: mientras las contrataciones de Enfermería representaron un 44% del total, las de facultativos supusieron apenas un 1%, el porcentaje más bajo de todas las categorías.
Con respecto a las contrataciones, el sindicato profesional recuerda que la Estrategia de Atención Primaria y Comunitaria 2019-2022 que la Administración presentó hace más de tres años preveía, entre otras cosas, un aumento de inversión y de plantilla. Las previsiones oficiales hablaban de 111 nuevas plazas para el primer nivel asistencial, de las que 25 serían para Medicina de Familia, 5 para Pediatría y 35 para Enfermería comunitaria, entre otras. "No sólo no se han cubierto las plazas estructurales que estaban sin médico, tampoco se crearon las 25 plazas prometidas de Familia y ni siquiera se han contratado refuerzos médicos para la covid", sentencia el delegado del SMN.
"Sobrecarga institucionalizada"
La situación de "sobrecarga institucionalizada", como la define el sindicato, se traduce en "un creciente descontento" que, según Sanchís, tiene un claro reflejo en la encuesta que ha girado el SMN a todos los médicos del primer nivel y a la que han respondido un total de 173 médicos. El 100% de los participantes asegura que padece sobrecarga en mayor o menor medida y la mayoría (un 81,4%) afirma que la sufre "a diario y de forma constante". De este último grupo, "más de la mitad tiene tal sobrecarga en la agenda que les obliga a prolongar la jornada ordinaria", asegura la encuesta.
Ante el déficit de médicos, "la única manera de cubrir la asistencia es recurriendo a la productividad variable, que, además de aumentar unos cupos de pacientes de por sí sobresaturados en la mayoría de las áreas, hace que muchos médicos prolonguen su jornada varias horas", puntualiza Sanchís.
El complemento de productividad, admite el delegado sindical, permite que un porcentaje de médicos tenga un sueldo más elevado que la media del SNS, "pero la contrapartida es que ese sueldo se usa muchas veces como arma arrojadiza por parte de la Administración para calificar de infundadas nuestras quejas. Ese sobresueldo no es fruto de un salario medio elevado, sino de un exceso de horas que la Administración debe compensar económicamente". De hecho, asegura Sanchís, la encuesta sindical revela que más del 80% de los médicos de primaria no quieren hacer productividad, "pero se ven forzados a ella para cubrir las ausencias por vacaciones de sus compañeros de plantilla o por pura vergüenza torera, para no dejar sin atender a un cupo de pacientes".
El 84,3% de los 173 médicos que han respondido al sondeo del SMN reconoce que su salud ha empeorado a causa de la sobrecarga asistencial en primaria, y el 14% asegura que ya ha necesitado recurrir a una baja laboral por este motivo. "La mejor forma de evitar la sobrecarga y cuidar nuestra salud es exigir el cumplimiento de nuestras agendas y de los tiempos de trabajo", puntualiza Sanchís.
El sindicato profesional recuerda, además, que el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales emitió hace más de un año un informe sobre esta situación, instando a la Administración a adoptar "medidas correctoras". Según la ejecutiva sindical, el pasado 18 de junio el SNS-O les remitió el informe de revisión de las medidas acordadas en el Grupo de Trabajo de Sobrecarga Laboral y las medidas correctoras relativas a ausencias/déficit de profesionales, saturación de agendas y reducción del número de tarjetas sanitarias (TIS) "están todavía pendientes y sin solución alguna".
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