La intervención y el seguimiento de la enfermera de práctica avanzada (EPA) en la consulta de enfermedad renal crónica (ERCA) se centra en aumentar el conocimiento del paciente, identificar necesidades y deficiencias, fomentar la adhesión al tratamiento, potenciar la autonomía a través de los autocuidados y disminuir la ansiedad.
“La influencia de las intervenciones enfermeras en los pacientes con ERCA han sido objeto de estudio y los resultados muestran un importante efecto en varias dimensiones como pueden ser en la esfera física y psicológica. Existen factores modificables, que identificados y detectados de manera temprana, pueden frenar la progresión de la enfermedad, mejorar el proceso de adaptación y preparación del paciente, tanto física como psicológicamente a los cambios que conlleva la progresión de la enfermedad. De esta manera, se reducen las complicaciones y los ingresos hospitalarios con el fin de mejorar la calidad de vida de estos pacientes”, explica a este periódico Graciela Álvarez, enfermera de práctica avanzada en el Servicio de Nefrología del Hospital La Princesa (Madrid) e ideóloga del proyecto Impacto de la intervención enfermera en los autocuidados del paciente con ERCA.
Añade que este trabajo, en el que han participado 180 pacientes, se ha desarrollado en el Servicio de Nefrología y en la Unidad multidisciplinar de ERC, con un equipo formado por un nefrólogo, enfermera de práctica avanzada y un nutricionista a tiempo parcial.
Del grupo valorado, el 65,6% ha estado en seguimiento más de 6 meses en la consulta ERCA de Enfermería y ha recibido educación en autocuidados. El 5,6% durante 3-6 meses, el 2,2% durante 1-3 meses, el 10,6% menos de 1 mes y el 15% ha estado sin seguimiento por la enfermera en ERCA y no ha recibido educación en autocuidados.
"Los pacientes que han estado en seguimiento durante más de 6 meses en la consulta ERCA de Enfermería muestran mejores parámetros analíticos en relación con la anemia, factores de nutrición e inflamación y la función renal. La derivación temprana, al menos 6 meses antes a la consulta ERCA de Enfermería, es imprescindible para la preparación del paciente -tanto física como psicológicamente- en terapia renal sustitutiva", asegura.
“Comenzamos a desarrollarlo en 2017, cuando me incorporo como enfermera al equipo multidisciplinar. La finalidad de esta unidad es mejorar la calidad de vida de los pacientes con ERCA, lo que nos induce a investigar continuamente para detectar las necesidades cambiantes de nuestros pacientes y mejorar la calidad de los cuidados basándonos en evidencias científicas. Desde la Dirección de Enfermería, de hecho, se promueven varias líneas de trabajo e investigación y esta fue una de ellas”.
La intervención de la EPA en la consulta de ERCA ayuda a aumentar el conocimiento del paciente, fomentar la adhesión al tratamiento, potenciar la autonomía y disminuir la ansiedad
Hay que tener en cuenta que la ERC se ha convertido en un problema de salud pública debido a su elevada incidencia, prevalencia y morbimortalidad asociada, y que los pacientes que se encuentran afectados -a partir de los estadios 4 y 5, con filtrado glomerular debajo de 30 ml/min- presentan complicaciones físicas y psicológicas como consecuencia de la progresión de la enfermedad. Es justo en esta fase donde explica que requieren una atención continuada en la consulta de enfermedad renal crónica avanzada para intentar retrasar la progresión de la enfermedad, adelantarse a las complicaciones y preparar al paciente, si fuera necesario, para la entrada en terapia renal sustitutiva (TRS).
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Intervención de la EPA en la consulta de ERCA
Álvarez explica que la función de la EPA en la consulta de ERCA es proporcionar una atención de continuidad asistencial, mediante intervenciones de información y educación para la salud. “Estas tienen como objetivo el mantenimiento, durante el mayor tiempo posible, de la función renal, retrasando en lo posible la progresión de la enfermedad, fomentando la autonomía y optimizando la calidad de vida del paciente”.
No en vano, Álvarez lleva doce años trabajando en la especialidad de Nefrología y Hemodiálisis y ha ampliado su formación y competencias para ejercer funciones que van más allá de las que tradicionalmente realiza una enfermera. “Mi formación ha sido orientada en la especialidad de Nefrología. He realizado diferentes cursos, expertos, un master y actualmente estoy realizando la tesis doctoral en esta línea de investigación”, asegura.
Entre sus competencias como enfermera de práctica avanzada está el ámbito asistencial, al que dedica la mayor parte del tiempo, el docente y el investigador. “Somos un equipo muy activo y participamos en jornadas, congresos y otras actividades relacionadas con la investigación”, dice.
La EPA en el Hospital La Princesa
Algunos servicios regionales de salud han reconocido el rol de la EPA y la han implementado en sus servicios. “Además de la consulta de ERCA, desde 2018 el Hospital La Princesa ha implementado la figura de la EPA en varias consultas de atención especializada, como la de cuidados al paciente con enfermedad respiratoria, la de cuidados al paciente ostomizado, la de cuidados de herida crónica y la cuidados al paciente con insuficiencia cardíaca”, señala Álvarez.
Añade, además, que cada vez se valora más el trabajo de la EPA y de las enfermeras en general en los sistemas de salud, aunque se debe seguir trabajando en el fortalecimiento de la profesión. “En la disciplina de Enfermería, la investigación constituye la actividad fundamental en los avances científicos de la misma”.
De hecho, recuerda que el impacto de la EPA en los pacientes y en los sistemas de salud es enorme. “Existe evidencia en la literatura que avala que la EPA, con una formación específica, logra mejores resultados de salud en sus pacientes, como la disminución de reingresos hospitalarios, menor frecuentación de urgencias, satisfacción de pacientes y cuidadores, y menor consumo de recursos”.
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