El médico tiene el compromiso "ineludible" de conocer los avances relacionados con el ámbito de su actividad profesional, actualizar sus conocimientos y habilidades y participar en las acciones de formación que contribuyan a mantener y desarrollar sus actitudes y rendimiento. Así lo refleja la guía del Buen Quehacer Médico y así lo determina el Código Deontológico que rige el ejercicio de la Medicina en nuestro país. Este documento, en su artículo 7, indica que "la formación médica continuada es un deber ético, un derecho y una responsabilidad de todos los médicos a lo largo de su vida profesional".
Por ello, y porque tener profesionales competentes en todas las vertientes del ejercicio profesional tiene un indiscutible beneficio para la calidad de la asistencia que el médico ofrece a sus pacientes, la formación es una de las líneas de trabajo prioritarias para la Organización Médica Colegial (OMC).
Los esfuerzos de la Organización en formación se vehiculizan a través de la Fundación para la Formación, nave nodriza desde donde se promueven todas aquellas actividades dirigidas a responder a las necesidades formativas de una profesión sujeta a continuos cambios, no solo en el ámbito científico y la práctica clínica, sino también en otros aspectos relacionados con el día a día del trabajo del médico.
La constante evolución de la profesión nos obliga a adaptarnos y a responder a la exigencia de dar valor, también, a los conocimientos y la experiencia en los ámbitos asistencial, docente e investigador, es decir, en el conjunto global del Desarrollo Profesional Continuo (DPC), concepto mucho más amplio, que abarca actividades más allá de las reconocidas como formación continuada.
Nuestro papel como institución gira en torno a lograr que la formación médica y su acreditación, libre de conflicto de intereses, en un contexto europeo e internacional, sea una realidad. Para lograrlo, necesitamos crear sinergias con otras entidades que nos faciliten que médicos y médicas puedan acceder a ello de forma rápida, ágil y económica.
Y hacia ese destino dirigimos nuestro rumbo. En mayo de este mismo año, el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos de España (Cgcom), la Unión Europea de Médicos Especialistas (UEMS) y el Ministerio de Sanidad firmamos un nuevo protocolo para favorecer la promoción y difusión del desarrollo profesional de los médicos, mediante el cual se da soporte a la definición y reconocimiento de una serie de actividades de Desarrollo Profesional Continuo con acreditación europea.
"La meta del proyecto formativo no es otra que los pacientes estén cada vez más seguros"
Hemos generado, así, una gran oportunidad para médicos y especialistas en Ciencias de la Salud, quienes verán acreditadas en el marco europeo determinadas acciones de desarrollo profesional continuo que, hasta ahora, no estaban reconocidas de ese modo.
Otra de las visiones de la Organización Médica Colegial para el enriquecimiento de la formación que reciben nuestros médicos, en este caso, los más jóvenes, es la apuesta por un Erasmus MIR, que permita que los residentes españoles amplíen su formación sanitaria en otros países, de la mano de profesionales en otros equipos y sistemas sanitarios que puedan aportarles su experiencia y conocimientos. En definitiva, complementar los planes formativos que tenemos en España.
Este planteamiento emana de la UEMS -organización en la que España ocupa actualmente la Vicepresidencia y que es un pilar principal encargado de proporcionar formación médica posgrado y formación continuada- y nace como extensión de una red de hospitales europeos ya constituida.
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Es un proyecto a larga escala que exige de una colaboración de las administraciones, y que, a día de hoy, está paralizado, a pesar de contar con el apoyo explícito de los profesionales sanitarios y con los fondos necesarios para su financiación, a través del programa EU4Health.
La UEMS, fundamental
Dentro de esta armonización de la formación médica en Europa, es vital el papel de la UEMS a través de los llamados European Training Requirements; es decir, los requisitos formativos que debe poseer un profesional médico europeo en cada especialidad. Alineados en la Unión Europea, estos requisitos garantizan una formación médica de alta calidad en los países de nuestro entorno, apuntan a una proyección europea definitiva de la profesión y facilitan la libre circulación de especialistas en Europa.
Todas estas acciones, algunas en marcha y otras puestas sobre la mesa y en las que invertimos nuestro máximo impulso, son medios que justifican nuestro fin: alcanzar la meta última del proyecto formativo de la OMC, que no es otra que los pacientes estén cada vez más seguros en nuestras manos.
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