La pandemia por SARS-CoV-2 ha puesto de manifiesto, entre otras cosas, el sinsentido del flujo constante de personas hacia los centros sanitarios y hospitales cuando no es estrictamente necesario. Teleconsultas, diagnósticos telefónicos, altas y bajas emitidas en remoto,… Cada vez más, se intenta evitar la presencialidad para toda actividad que se pueda hacer a distancia. Quedan, no obstante, algunos actos médicos que requieren la presencia del paciente en el hospital, como las urgencias, las intervenciones quirúrgicas o la realización de pruebas diagnósticas. ¿O no?
Algunas de estas pruebas diagnósticas llevan años haciéndose sistemáticamente fuera de los centros hospitalarios, e incluso del país, por ejemplo, en misiones militares en el extranjero, de la mano de Comitas e-Health, una empresa de capital cien por cien español que presta servicios de telemedicina desde hace 25 años, y que durante 2021 se ha reorientado para aprovechar toda esa experiencia y conocimiento y llevar su actividad también a los domicilios particulares.
Aquilino Antuña, director general de la compañía, explica a DM que las Fuerzas Armadas han sido tradicionalmente el cliente de referencia de Comitas –para buques de la Armada, misiones de paz, etc.-, junto con el Hospital Militar Gómez Ulla –encargado de atender las consultas médicas originadas en las distintas misiones- e Instituciones Penitenciarias. En todos los casos, se han prestado los servicios de la compañía allí donde estuviera el ‘paciente’, evitando su traslado innecesario.
Con ese giro hacia el sector civil, motivado por una refundación de la compañía el pasado año y la entrada en ella de nuevos socios y equipo directivo, Comitas ha logrado duplicar en 2021 su facturación de 2020, gracias a los diagnósticos a domicilio y la “sanidad en movilidad” para zonas rurales.
Particulares y empresas
En su primera incursión en este nuevo segmento ofrece su servicio a particulares y empresas. En el primer caso, se dirige a personas que requieren una prueba diagnóstica, como una radiografía, sin desplazarse de su lugar de residencia y tras solicitarla por teléfono o a través de la web de Comitas, con un calendario de citas y el pago del servicio online. En el caso de las empresas, son las aseguradoras, mutuas o grupos hospitalarios privados los que solicitan el servicio. En ambos escenarios, su prestación requiere una prescripción médica y, por ejemplo, dentro de la Comunidad de Madrid, tiene un coste de unos 100 euros que incluye el desplazamiento a cualquier punto.
El informe radiológico resultante se puede descargar en la web de Comitas, junto con los resultados de la prueba en un plazo máximo de 48 horas, garantizando una comunicación de los datos e imágenes totalmente segura a través de un sistema encriptado de transmisión de datos de la unidad móvil al equipo de radiólogos y al paciente. Comitas dispone para ello de una red privada y aislada de internet con los mayores sistemas de seguridad, que permiten una conexión segura garantizando la tranquilidad y confidencialidad a sus clientes, y sus sistemas están redundados para evitar caídas del servicio, lo que garantiza su disponibilidad 24/365. Sea cual sea la conexión de telecomunicaciones de que disponga el cliente final -fibra óptica, satélite, 4G, 5G, etc.-, Comitas establece sobre esa infraestructura una red privada propia fuertemente encriptada para garantizar la integridad y confidencialidad de la información que transportan. La plantilla de la compañía está formada por más de 200 médicos de diferentes especialidades trabajando en telemedicina, apoyados por el centro desde el que se atiende al enfermo con todo el material necesario para elaborar un diagnóstico en tiempo real y personal que vela por la calidad de los servicios en todo momento.
Unidades móviles
Comitas cuenta con una red de unidades móviles diseñadas minuciosamente con la más alta tecnología en diagnóstico por imagen que permite cubrir todas las necesidades radiológicas y en las que siempre hay un profesional técnico de rayos. Cumplen la normativa aplicable al uso de radiaciones ionizantes y disponen de vestuario para garantizar la intimidad del paciente. La dotación tecnológica de las unidades corre a cargo de Fujifilm, “líder mundial en este tipo de equipamientos” en virtud de un acuerdo entre ambas compañías.
Antuña subraya la especial utilidad de este servicio “para personas mayores, con movilidad reducida o que vivan en áreas rurales, y cuyo desplazamiento a la ciudad para hacerse una simple radiografía representa siempre una dificultad añadida, especialmente si a la lejanía del hospital se añade algún problema de movilidad”. “Las ventajas para todos estos colectivos –añade-, como la comodidad y el ahorro de costes y tiempo, son indudables”.
Se trata, de momento, de un servicio particular, pero Comitas está llevando a cabo ya presentaciones al sistema público de salud, aseguradoras, mutuas y grupos hospitalarios con el objetivo de que “en breve, puedan poner a disposición de sus clientes el servicio”. De hecho, acaba de firmar un acuerdo de colaboración con Ibermutua para llevar sus unidades móviles de radiología a las delegaciones de la entidad que necesiten de este tipo de servicios, ayudando a racionalizar y reducir los tiempos de espera en sus centros, ya sea por obras en las salas de radiología, saturación de enfermos o por falta de personal debido a la pandemia de covid-19. También está ya en proceso de incorporar a su cartera otro tipo de diagnósticos, como las exploraciones con ecografías, sesiones médicas dermatológicas y oftalmológicas con la instrumentación adecuada, análisis de sangre, electrocardiogramas, etc. “En 2022 iremos poniendo a disposición de los clientes este tipo de servicios”, comenta el director general. “Ahora queda trabajar en cómo vamos a incorporar estos nuevos servicios, y protocolizando las prestaciones, pero creemos que el éxito está asegurado”, concluye.
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