Suele decirse que cuando una alegría es compartida genera una doble satisfacción. Pues bien, para Mario García Gil, nuevo presidente de la Sociedad Madrileña de Farmacéuticos de Hospital (SMFH), el poder compartir esta etapa con sus compañeros de equipo supone, ya de por sí, una enorme felicidad, a la que se suma la "ilusión" con la que afronta este nuevo cargo.
Así lo ha destacado García Gil, jefe del Servicio de Farmacia del Hospital Universitario de Fuenlabrada (Madrid), en una entrevista con este periódico en la que, además de analizar los objetivos y retos profesionales fijados para esta legislatura, pone el foco en algo que considera crucial: apostar por la innovación, la investigación y la formación continuada para seguir destacando el papel del farmacéutico de hospital como un profesional especializado cada vez más integrado en la atención multidisciplinar en beneficio del paciente.
Pregunta. Enhorabuena por el nombramiento. ¿Cómo afronta esta nueva etapa?
Respuesta. Muchas gracias. Pues con mucha ilusión. Estuve como vicepresidente en la Junta anterior y en los últimos cuatro años hemos hecho un gran trabajo. El equipo está compuesto principalmente por personas jóvenes y muy dinámicas, lo que nos ha permitido llevar a cabo proyectos importantes, incluso ante las dificultades que ha generado la pandemia. Todo lo que hemos construido estaba muy alineado con las líneas estratégicas que nos propusimos y esos nos permite ser optimistas de cara a mostrar de dónde venimos y a seguir desarrollando esas líneas con mucha ilusión hacia objetivos concretos.
P. ¿Ha generado todo ese trabajo realizado una buena base sobre la que seguir construyendo?
R. Yo creo que lo que viene ahora es un periodo de evolución. Hemos construido pilares, y ahora hay que evolucionar. Una línea de actuación, por ejemplo, era la generación de redes colaborativas entre los servicios de Farmacia de Madrid. Se ha conseguido. Somos una región con una gran densidad de hospitales, y el poder conectarnos y ofrecer valor es algo muy importante. Tenemos que seguir avanzado por este camino.
P. Por sus palabras, entiendo que la ilusión que supone esta nueva etapa viene también propiciada por poder compartirla con sus compañeros, ¿verdad?
R. Así es. Gran parte de esa ilusión viene por las personas que me van a acompañar y con las que voy a trabajar. Queremos ser el altavoz de todos los farmacéuticos hospitalarios que trabajan en la Comunidad de Madrid y poder dar visibilidad a todos los proyectos que se pongan en marcha.
P. ¿Cuáles son los grandes objetivos fijados para esta nueva legislatura?
R. Queremos seguir avanzando en nuestras grandes apuestas, manteniendo algunos aspectos y reorientando aquellos que consideremos oportunos. Por ejemplo, la redes colaborativas entre hospitales suponen un asunto de vital importancia que vamos a mantener. Se han fijado las estructuras de atención, y ahora queremos dar un paso más allá y potenciar la investigación a través de esas redes.
Otro objetivo es seguir dando visibilidad a los farmacéuticos de hospital. Para ello, hemos establecido una línea de colaboración con la Escuela Madrileña de Pacientes para, por un lado, estar más conectados con la ciudadanía, y por otro, estar conectados con la Administración. También queremos aumentar esa visibilidad potenciando la colaboración con las universidades y las facultades de Farmacia, ya que creemos que podemos ofrecer mucho a los alumnos.
Además, otro pilar fundamental es potenciar la formación continuada. Aquí hemos puesto mucho el foco en los farmacéuticos residentes y en los juniors, y les estamos implicando en las acciones formativas y en las redes colaborativas para que sean un relevo generacional que permita dar continuidad a las estrategias en los próximos años.
P. ¿Qué aspectos o actitudes considera fundamentales para poder alcanzar estos objetivos?
R. Veo fundamental que nos apoyemos en la innovación. Hoy en día se habla mucho de que las empresas, si no son capaces de diseñar e implementar sus servicios a través de la innovación, van a tener una vida muy limitada. Me refiero sobre todo a las startups [nombre inglés con el que se designa a las compañías jóvenes o de nueva creación, con un amplio potencial de crecimiento, que operan principales a través del uso de las tecnologías y las herramientas digitales]. Pues nosotros tenemos que ser como una startup: si no apostamos por la innovación, no llegaremos muy lejos. Tenemos que empezar a detectar modelos de innovación que nos permitan evolucionar tanto en los procesos como hacia las personas.
Para ello, debemos innovar en cómo damos servicio. De hecho, una de nuestras líneas va a ir orientada a hacer diseño de servicio, y otra a trabajar la humanización a través de proyectos que permitan implementarla mejor en nuestro día a día.
P. Entiendo, por supuesto, que toda esta labor que se realiza desde la sociedad madrileña se hace en trabajo y colaboración con la sociedad nacional, ¿verdad?
R. Tenemos un Acuerdo Marco con la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) que nos permite establecer con ella toda la parte burocrática, reglamentaria y financiera, y a la vez estar muy conectados con sus líneas estratégicas. Creemos que como sociedad autonómica tenemos que ser un brazo de la española que articule a los hospitales y a los farmacéuticos madrileños.
P. ¿En qué punto cree que se encuentra actualmente la especialidad de Farmacia Hospitalaria y la figura del farmacéutico de hospital, sobre todo después de todo el trabajo realizado en estos dos años de pandemia?
R. Pues creo que hemos sido capaces de visibilizar más nuestra capacitación y nuestra especialización, y ahora el habernos transparentado debe permitirnos que nos transformemos y que evolucionemos. Esa evolución debe estar marcada por la inteligencia artificial y la digitalización para poder llegar a más perfiles de pacientes. De hecho, algo que se ha puesto sobre la mesa es la telefarmacia, y ahora estamos inmersos en estratificar y seleccionar bien cuándo hay que hacer telefarmacia y cuándo atención presencial, y en ver cómo debemos incorporar las necesidades de los pacientes y sus familias a este servicio farmacéutico.
También debemos implementar el modelo CMO (capacidad, motivación y oportunidad), que es algo en lo que venimos tiempo trabajando.
En definitiva, creo que estamos en un momento en el que debemos ejecutar todo ese trabajo de campo que hemos venido haciendo en los últimos cinco o seis años, y que la pandemia nos ha permitido transparentar. Creo que estamos ante una oportunidad para ofrecer todo esto en lo que hemos estado trabajando, y también de que la Administración vea que el perfil del farmacéutico de hospital le puede ayudar a cubrir necesidades relacionadas con el paciente.
P. ¿A qué retos de futuro se enfrenta la Farmacia Hospitalaria?
R. Un reto importante es que estemos más conectados a nuestros pacientes. No debemos estar tan centrados en el medicamento, sino más centrados en las personas; y saber identificar bien sus necesidades. De ahí que una de las líneas sea implementar las guías de humanización de la SEFH y los modelos de CMO.
También considero que es un reto clave establecer una red de colaboración con las universidades. El medicamento ha cambiado mucho, ha habido una importante evolución biotecnológica y es mucho también lo que está por venir. Un ejemplo de ello es la terapia génica. En todo esto, el farmacéutico de hospital está en disposición de colaborar con las facultades de Farmacia a través de modelos formativos innovadores para aportar valor a los alumnos. Es más, creo que el grado de Farmacia tiene que evolucionar y hacer una traslación que haga que al igual que se pasa tiempo en la universidad, también se pase bastante tiempo en el ámbito clínico.
P. Sé que está usted especializado en Farmacia Oncológica. ¿Cree que la apuesta por la especialización es una de las principales vías para hacer frente a estos retos?
R. Es algo clave. Efectivamente, tengo una capacitación americana, que es el BPS (Board of Pharmacy Specialties) de Farmacia Oncológica. La tengo desde 2009 y debo ir recertificándola cada siete años. Un alto volumen de farmacéuticos de hospital en España la tienen, pero a nivel nacional no se exige esa capacitación para trabajar como farmacéutico oncológico. Se reconoce, se valora, pero no es una exigencia. Es algo que debemos analizar, ya que estamos ante una medicina de mucha precisión que requiere de un conocimiento muy exhaustivo de los procesos de salud, de los tratamientos y de cómo participar en las unidades asistenciales integradas.
Esta especialización se extrapola a otras áreas y patologías, como asma grave, psoriasis o enfermedades infecciosas... Debemos apostar por estas iniciativas formativas y por poder compartir entre centros las experiencias y estrategias que esta especialización genera.
P. ¿Cree que esta especialización permite también seguir impulsando la integración del farmacéutico de hospital dentro de los equipos multidisciplinares?
R. Considero que es esencial y esto para nosotros supone otra línea maestra. Debemos seguir consolidando la figura del farmacéutico dentro de las unidades integradas. El objetivo no es colaborar, el objetivo es estar integrados; que exista una estructura de unidad funcional asistencial y que desde ahí se construya la organización y la operativa de esa unidad a nivel asistencial.
Ya vamos teniendo experiencias: hay farmacéuticos integrados en las unidades funcionales de asma graves, de enfermedad inflamatoria intestinal... Son unidades que ya existen y creo que es importante que los profesionales jóvenes se empapen de esto, para que sean ellos quienes construyan, lideren y ejecuten estos proyectos, ya que son uno de los grandes retos de futuro.
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