Es la menos conocida a nivel institucional de los cuatro candidatos que aspiran a presidir el COF de Madrid tras las elecciones del 3 de abril. Los otros tres (Rosalía Gonzalo, Mercedes González Gomis y Manuel Martínez del Peral) pertenecen a la actual Junta de Gobierno en funciones. Sin embargo, no por ello es menos conocedora de los intríngulis de esta profesión. Le avalan 16 años en su farmacia del distrito de Chamartín y una etapa anterior en la industria farmacéutica. Se considera también miembro "de a pie" del Movimiento para la Defensa de un Modelo Farmacéutico Asistencial en España (Modemfa), especialmente crítico con el anteproyecto de Ley de Farmacia de Madrid y su tramitación urgente. Estas son las líneas principales de la candidatura que lidera, Principios Activos, donde no se olvida de potenciar la figura del farmacéutico adjunto ni de defender la formulación magistral.
PREGUNTA: ¿Por qué ha decidido presentarse a estas elecciones?
RESPUESTA: Porque me parece que necesitamos renovar algunos de nuestros enfoques y tratamientos de nuestros problemas. Como yo no pertenezco a la actual Junta de Gobierno, mi visión es un poco distinta. Yo pienso que es más cercana a los farmacéuticos de calle, donde yo desarrollo mi labor.
"Como yo no pertenezco a la actual Junta de Gobierno, mi visión es un poco distinta"
P: De los cuatro candidatos, usted es la más desconocida. ¿Cree que tiene opciones? ¿Cuáles son sus prioridades?
R: A mí lo de las opciones no es algo que me preocupe tanto. Sí me parece importante que haya cuatro candidaturas y que al menos una no sea de la Junta, porque eso facilita que haya un mayor intercambio de pareceres y puntos de vista. Aunque solo sea por ese proceso de debate, ya merece la pena el proceso electoral. Obviamente, yo voy a luchar por mi candidatura, pero mi objetivo no es tanto ganar, sino, aunque parezca un poco tonto o tópico, participar por ese proceso de debate que siempre es muy positivo.
P: Dice que tiene otros puntos de vista distintos a los de la actual Junta Directiva. ¿Qué opina de la gestión del COF durante la pandemia?
R: A mí particularmente no me ha gustado mucho, pero también sé que ha sido dificultoso, porque no solo es un problema del Colegio, sino de otras instancias. Yo lo hubiera hecho de otra manera, pero no me gusta criticar a mis predecesores, porque son mis compañeros. Por eso no quiero criticar una gestión en la que no tuve parte.
"Me hubiera gustado que los otros candidatos hubieran tenido perfiles más distintos entre sí, porque nos ampliaría el campo de visión"
P: ¿Qué piensa de que los otros tres candidatos procedan de la actual Junta Directiva?
R: A mí me hubiera gustado que los otros candidatos hubieran tenido perfiles más distintos entre sí, porque nos ampliaría más el campo de visión. Que salgan tres de la misma Junta es como presentar varias opciones que aparentemente son distintas, pero que probablemente tengan como trasfondo un fundamento muy similar.
P: ¿Qué le parece la actual Ley de Farmacia de Madrid que se está tramitando?
R: Yo soy del grupo que está en contra de la Ley. Me opongo tanto al fondo como a la forma. La Ley se ha tramitado con un procedimiento de urgencia que se ha instaurado casi específicamente para esa Ley, cuando la Ley no recoge aspectos urgentes. Suena raro. Y el contenido es muy lesivo, en muchos casos, para los intereses de la farmacia, hasta el punto de que se han presentado más de 1.000 alegaciones, existiendo unas 2.000 farmacias. Pocas veces ha habido tantas alegaciones a una Ley. Se supone que las leyes se hacen para evitar conflictividad y esta da la sensación de que va a conseguir lo contrario. La Ley actual [de 1998] me parece que es bastante buena, aunque le faltan algunos aspectos. Debería haberse buscado un consenso mayor entre los farmacéuticos. En ningún momento se ha planteado una Asamblea. Ha sido todo una maniobra un poco oscurantista.
"Tenemos la sensación de que el servicio de delivery no es muy demandado por los pacientes. Es más demandado para temas de parafarmacia"
P: Exactamente, ¿qué no le gusta de la Ley de Farmacia?
R: La atención farmacéutica domiciliaria no está bien definida y se presta a cualquier cosa, a que entren empresas denominadas de farmacia, aunque no tengan que ver mucho con el sector. Y eso destrozaría por completo el modelo actual de farmacia. La riqueza de nuestro modelo es que llegamos a todos los sitios, a los pueblos más pequeños, y va en contra de los presupuestos que se barajan en los organismos internacionales. Por ejemplo, los Objetivos de Desarrollo Sostenibles abogan más por procesos de regionalización y cercanía, más que por las grandes corporaciones. En casos de emergencia, como una pandemia, es mucho más importante tener a un farmacéutico en tu pueblo que no que te llegue un dron de Amazon.
P: La Ley también contempla cambios en atención farmacéutica a centros sociosanitarios.
R: Sí, propone que sea desde los hospitales. También me parece que es un error, porque los medicamentos que toman las personas de una residencia no son iguales que los de los hospitales, que son centros de atención de problemas agudos y con alta tecnología. Normalmente los de hospitales son bastante más sofisticados y caros que los que tenemos en oficinas de farmacia, casi siempre para tratamientos más leves o crónicos. Son justamente los que se dan a las residencias. Con lo cual, se tendría que aumentar el espacio y stockaje de los hospitales, tendrían que instalarse más robots para los servicios personalizados de dosificación, y todo eso ya lo tenemos las farmacias. No tiene sentido gastarse más dinero para solucionar un problema que no existe, porque actualmente está todo el mundo muy contento con la forma en que se está haciendo.
"El anteproyecto de la Ley contempla que nosotros tengamos más burocracia que las farmacias hospitalarias o centros de salud"
P: Sin embargo, el Real Decreto 16/2012 distingue entre centros de asistencia social con cien camas o más para que no dependan de una oficina de farmacia...
R: El criterio del RD 16/20212 no estaba muy clarificado, porque hablaba de residentes que necesitaban asistencia. Es un tema que no se desarrolló. Cuando se hacen los análisis de impacto económico se dice que se ahorran los márgenes de la farmacia, peo luego no se contabilizan los gastos de transporte de esos medicamentos hacia las residencias y no están normalmente cerca de los hospitales, aparte de los gastos en que se incurriría al aumentar el personal de los hospitales, más los gastos para aumentar el stock y espacio de almacenamiento. En otras comunidades autónomas donde se han intentado experimentos de esta índole no han salido bien y han vuelto a tener la gestión desde las farmacias.
P: ¿Cuáles son sus prioridades? De resultar ganadora, ¿qué es lo primero que haría?
R: Lo primero que tengo en mente, si yo pudiera, es parar la Ley de Farmacia y organizar un debate en el sector sobre qué necesitamos y queremos. Ver lo que quieren las farmacias y lo que necesitan los pacientes. Actualmente tenemos la sensación de que el servicio de delivery no es muy demandado por los pacientes. Es más demandado para temas de parafarmacia. Realmente en los medicamentos la atención farmacéutica es importante. A la gente le gusta ir a la farmacia a coger su medicamento y a que le expliquemos cómo se lo tiene que tomar, si está tomando otra cosa, qué ocurre si se salta una dosis... Necesitan que les den más explicaciones. Nosotros les aportamos muchas más recomendaciones acerca de su forma de cuidarse. Esa relación es una pena que se pierda.
P: Pero en el anteproyecto de la Ley sí pone entrega informada por parte del farmacéutico.
R: Sí, pero eso se refiere a un informe escrito. Es decir, la Ley contempla que nosotros tenga-mos más burocracia que las farmacias hospitalarias o centros de salud.
P: Entonces, ¿cree que no asegura la presencia del farmacéutico en el domicilio?
R: No. Tú haces un informe y el paciente firma que le hemos llevado tal cosa en función de la prescripción. Lo que no se regula es que vaya el farmacéutico. Teóricamente puede ir cualquiera: Glovo, un dron... Eso, en el anteproyecto. A lo mejor luego el proyecto definitivo sí que lo refleja con más detalle, pero el anteproyecto deja un margen extraño.
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