La cirugía de mínima invasión va ganando terreno en glaucoma, con la ventaja de permitir adelantar en el tiempo el planteamiento al paciente de la opción quirúrgica para controlar la tensión ocular y preservar su calidad de vida, con técnicas más seguras si bien no tan eficaces aún como la cirugía clásica, lo que exige individualizar las decisiones.
Este ha sido uno de los aspectos abordados en el II curso de Actualización en glaucoma, organizado en Oviedo por el Instituto Oftalmológico Fernández Vega, en el que han participado unos 250 profesionales y con una nutrida representación internacional entre los ponentes.
Actualmente entre el 30 y el 40% de las intervenciones quirúrgicas de glaucoma se desarrollan con cirugía de mínima invasión (MIGS, siglas en inglés de Minimally Invasive Glaucoma Surgery) y los expertos consideran que este porcentaje aumentará en los próximos años, según ha explicado Pedro Pablo Rodríguez Calvo, responsable de la Unidad de Glaucoma del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega, en Oviedo, investigador principal de la línea de investigación clínica de Glaucoma de la Fundación de Investigación Oftalmológica y director del curso junto con Ignacio Rodríguez Uña.
Situación específica
En los que a técnicas clásicas se refiere en el curso se habló, entre otros temas, de los nuevos dispositivos utilizados, cada vez menos invasivos y, por tanto, más seguros aunque en algunos casos menos efectivos "por lo que tendemos a desarrollar tratamientos cada vez más personalizados en función de la situación individual de cada paciente tratando de hacer posible una medicina cada vez más precisa", ha indicado el oftalmólogo.
El abordaje del glaucoma ha conseguido algunos avances en los últimos años tanto en lo que a tratamiento médico se refiere como a tratamiento quirúrgico, con el ensayo de una opción intermedia como es la trabeculoplastia selectiva con láser con la que ha comenzado a experimentarse como tratamiento de primera elección, sobre todo, en algunos tipos de glaucoma.
La trabeculoplastia selectiva con láser ha comenzado a ensayarse como primera opción, en lugar de empezar utilizando colirios para reducir la presión ocular, sobre todo, en casos de glaucoma primario de ángulo abierto y de glaucoma pseudoexfoliativo, explica. Se basa en actuar sobre la malla trabecular para facilitar el desagüe del humor acuoso del ojo.
En el curso se ha debatido también sobre la fisiopatología de la enfermedad, en cuyo desarrollo "son muchos los genes involucrados pero también los factores ambientales que intervienen y que aún no conocemos del todo bien".
Uno de los objetivos centrales en el abordaje del glaucoma es conseguir un diagnóstico temprano de una enfermedad que es la primera causa de ceguera no reversible en mayores de 65 años por daño en el nervio óptico relacionado con una presión ocular más elevada de lo normal.
"Llegamos tarde"
La mitad de los pacientes con glaucoma desconocen que padecen la enfermedad. "Esto significa que estamos llegando tarde", ya que el inicio precoz del tratamiento influye claramente en el pronóstico, ha señalado Pedro Pablo Rodríguez.
Además del control de la presión ocular las técnicas básicas utilizadas en el diagnóstico y seguimiento del glaucoma son la campimetría y la OCT.
"En los últimos años contamos con campimetrías más rápidas y fiables para evaluar la función ocular, si bien es cierto que es una técnica muy dependiente de la colaboración de los pacientes y no en todos los casos conseguimos imágenes con una definición óptima pero sí en general obtenemos una buena definición para establecer un diagnóstico de glaucoma y controlar su evolución", indica Rodríguez Calvo.
En el caso de la OCT es necesario tener en cuenta que "no siempre es posible disponer de una buena imagen del nervio óptico" para evaluar el espesor de la capa de fibras nerviosas, compararlo con un modelo y determinar así la presencia o no de daño, si bien con el paso del tiempo "vamos disponiendo de equipos cada vez más precisos”"
La utilización de la angioOCT está mucho menos generalizada porque "es necesario conocer bien previamente los parámetros de evolución y comparación, lo cual requiere disponer de una base normativa en la que basarnos como referencia".
Otro parámetro a tener en cuenta es el espesor de las células ganglionares que forman las fibras nerviosas, señala el profesional.
via Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/MYLjUWg
No hay comentarios:
Publicar un comentario