El médico Miguel Mínguez ha recibido el traspaso de las competencias de la consejería de Sanidad de manos de su antecesora en el cargo, Ana Barceló, con un claro mensaje de continuismo respecto a las políticas sanitarias en marcha. En concreto, el nuevo consejero se ha centrado en la apuesta por una nueva atención primaria, reforzar Salud Mental y Salud Pública y el empleo de calidad.
Mínguez ha tenido palabras de elogio para Barceló, señalando que su gestión de la pandemia y la vacunación ha sido “modélica” y que deja una “una sanidad más cohesionada y orientada a resolver las necesidades”, además de agradecer al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, por la posibilidad de afrontar este nuevo reto “trascendente”. En este sentido, ha enfatizado que “la crisis sanitaria que empezamos a dejar atrás ha puesto de manifiesto las carencias y también las fortalezas de nuestra sanidad; y nos ha hecho tomar conciencia de la necesidad y la urgencia de acometer los cambios necesarios para transformarla hacia un sistema más ágil, más eficiente y más robusto”.
Por todo ello, se ha mostrado “plenamente consciente de que nos encontramos en un momento histórico de la sanidad pública valenciana”, una auténtica “etapa crucial” que “nos debe servir para sentar las bases de la nueva sanidad: la sanidad de la postpandemia, que atienda y dé respuesta a las necesidades del presente y del futuro”.
¿Y cómo pretende afrontar el reto? Pues “profundizando y dando un nuevo impulso al camino que se ha empezado a recorrer en los últimos meses”. En la práctica, ello supone acelerar el nuevo modelo de atención primaria que se aprobó recientemente “y que prevé más recursos, más personal y un nuevo enfoque asistencial”. Con ello, se pretende tener un primer nivel asistencial más resolutivo, eficiente y cercano, ya que es “el pilar fundamental de nuestro modelo de sanidad pública universal y de calidad”. La modernización pasa también “por atender las necesidades que ha puesto de manifiesto la pandemia en Salud Mental y en el refuerzo de los servicios de Salud Pública”, sin olvidar algo tan trascendente como los trabajadores.
“La nueva sanidad tiene que apostar por los trabajadores y por la calidad del empleo público. Son la pieza fundamental del sistema, como se ha puesto de manifiesto durante la pandemia”, ha argumentado Mínguez, recordando la apuesta histórica actual para la creación de 6.000 nuevas plazas estructurales.
El nuevo consejero también ha hecho hincapié en la necesidad de contar con mejores infraestructuras e incorporar la última tecnología y, para ello, “tenemos que aprovechar la llegada de fondos europeos y el incremento del presupuesto en este campo, para dar un impulso al plan de infraestructuras sanitarias que se encuentra en fase de ejecución”.
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