Faltan sólo dos semanas para que se celebre en Ginebra la Asamblea Mundial de la Salud, esa reunión anual de la comunidad internacional en la que los países debaten y deciden grandilocuentes cuestiones globales como la forma de colaborar y prepararse frente a futuras pandemias o de evitar que el maltrecho medioambiente acabe con la salud de la población mundial. Y Taiwán mira a diario su buzón, pero sigue sin recibir una invitación a la gran fiesta de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Ni siquiera como oyente.
Y eso que la experiencia de su éxito en la gestión de la pandemia de covid roza casi el milagro. Con una población equivalente a la mitad de la española, la isla ha conseguido sortear la covid con menos de un millar de fallecidos frente a los más de 100.000 registrados en nuestro país y con apenas 200.000 contagios frente a los 12 millones notificados en España y todo ello sin ni siquiera realizar confinamientos estrictos.
“Taiwán puede ayudar, pero nuestra exclusión de la OMS dificulta seriamente nuestra aportación” se lamenta su embajador en Madrid, José María Liu, que ha emprendido una intensa campaña de concienciación para la admisión de Taiwan en los organismos internacionales al calor de la guerra de Ucrania, que ha despertado viejos -y no tan viejos- fantasmas.
“Taiwán no es Ucrania, pero nuestra preocupación es que China sí sea como Rusia, o incluso peor. El riesgo de una confrontación militar en el estrecho de Taiwan, el riesgo de que China intente invadirnos, existe”, explica el embajador de esta pequeña isla separada por sólo 130 kilómetros de mar de China, que la reclama como propia.
PREGUNTA. Hace ahora justo quince años que el presidente de Taiwán escribió una carta a la entonces recién nombrada directora de la OMS, Margaret Chan, solicitando la integración de Taiwán como miembro de pleno derecho en la OMS. ¿Seguimos en el punto de partida?
RESPUESTA: Sí. Aunque también podemos decir que al menos la comunidad internacional es hoy más consciente que entonces de la injusta situación que sufre Taiwán, que se ve excluido de la Organización Mundial de la Salud por razones meramente políticas. De 2009 a 2016, participamos como observadores en la Asamblea Mundial de la Salud, el máximo organismo de toma de decisiones de la OMS, pero dejamos de recibir la invitación de la OMS a partir de 2017 debido a la presión de China.
Es una situación que resulta incomprensible, porque los asuntos de la salud, como la pandemia, por ejemplo, no conocen fronteras ni nacionalidades y porque, como bien dice el lema de la propia OMS, en materia de salud no es posible dejar a nadie atrás.
"Dejamos de recibir la invitación de la OMS desde 2017 por presión de China"
P: ¿Ha sido China el único obstáculo para la integración real de Taiwán en la OMS o ha habido otros?
R: Sí. La única causa de que Taiwán no pueda participar en las reuniones, mecanismos y actividades de la Organización Mundial de la Salud es la presión que China ejerce sobre la comunidad internacional y sobre la propia OMS. Con ello, la OMS vuelve a demostrar una total indiferencia con el derecho a la salud de los 23,5 millones de taiwaneses, y provoca una fisura de irreparables y perjudiciales consecuencias en el sistema sanitario internacional, cuando todos sabemos que la cooperación internacional es la única manera de frenar con éxito una pandemia como la covid-19, a la que ningún país puede enfrentarse solo.
Nuestra determinación de participar en la cooperación médica y sanitaria mundial permanece invariable, por lo que instamos una vez más a la OMS para que rechace las interferencias políticas inapropiadas e invite a Taiwán a participar en la Asamblea Mundial de la Salud, que se celebra del 22 al 28 de mayo, en calidad de observador.
P: ¿Qué ha supuesto para Taiwán afrontar una pandemia como la del coronavirus sin estar plenamente integrado en todas las estructuras y organismos internacionales?
R: Somos un enorme centro marítimo y aéreo en la zona. Antes de la pandemia cada año entraban y salían 72 millones de personas de Taiwan. ¿Se puede controlar una pandemia sin compartir datos con nosotros? A día de hoy el Reglamento Sanitario Internacional no incluye los datos de Taiwán, lo que hace imposible el intercambio de información con otros países. Taiwán no puede interactuar con otros países de la región e intercambiar datos sobre la pandemia y coordinar políticas transfronterizas de prevención de epidemias.
P: ¿No han participado en las reuniones de la OMS tampoco durante la pandemia?
R: Desde el primer brote de la covid-19, la participación de Taiwán en reuniones técnicas de la OMS se ha limitado a casos individuales y esporádicos. En 2021 solicitamos asistir a 21 reuniones técnicas, de las cuales nos invitaron a 13, lo cual no es suficiente ni para cubrir las necesidades sanitarias de Taiwán ni para que Taiwán pueda contribuir con su alta tecnología y experiencia.
"Con la situación actual es imposible el intercambio de datos con otros países"
P: Mirando las cifras, Taiwan ha sido, con todo, un modelo de éxito en la gestión y contención de la pandemia. ¿Cuál ha sido el secreto?
R: El llamado “modelo de Taiwán” para el control de la pandemia se ha sustentado en la experiencia que teníamos porque ya sufrimos otra epidemia similar, la del SARS, en 2003. También se debe a nuestra rapidez de respuesta, porque establecimos de inmediato control de fronteras y en la aplicación de la tecnología moderna, porque nuestro Gobierno creó un efectivo big data para detectar casos sospechosos y utilizó el GPS para controlar y proporcionar apoyo a las personas que necesitaban hacer cuarentenas.
Además, nos hemos basado en la transparencia, porque hemos mantenido a la población bien informada, y en la colaboración ciudadana, porque la población ha respondido con aceptación y eficacia ante tales medidas necesarias.
Teníamos la ventaja de que medidas como el uso de la mascarilla ya eran habituales en nuestro país para prevenir contagios de gripes o incluso para evitar la contaminación.
En los últimos días estamos sufriendo un incremento de casos debido a la variante ómicron pero las cifras más recientes, hemos registrado 232.402 contagios y 886 fallecidos desde el inicio de la pandemia.
"Teníamos la ventaja de que medidas como el uso de la mascarilla eran ya habituales en nuestro país"
P: Desde la embajada, ¿cómo ha visto la actuación de España durante la pandemia?
R: Creo que el pueblo español es hoy más cauteloso. Se han levantado medidas como la mascarilla y muchos continúan utilizándola.
P: ¿Qué puede suponer para el resto de la comunidad internacional que un país como Taiwán pueda llegar a fallar en la contención de crisis de salud pública como ésta del coronavirus u otras que puedan venir?
R: Queremos contribuir en la lucha global contra la covid-19, pero nuestra falta de integración en las estructuras sanitarias debido a nuestra exclusión de la OMS dificulta seriamente nuestra aportación.
Por ejemplo, ahora Taiwán está desarrollando activamente un fármaco que inhibe la replicación viral de la covid-19 y que en las pruebas con animales ha demostrado ofrecer protección contra el virus.
Además, Taiwán está llevando a cabo activamente el establecimiento de una plataforma para la investigación y desarrollo del proceso clave de elaboración de vacunas. Ambos proyectos han de ser de enorme utilidad para toda la comunidad internacional.
Por eso Taiwán no solo espera de la OMS recibir informaciones, sino que también quiere y puede aportar su experiencia y conocimientos tecnológicos para contribuir a la salud mundial. Como dicen nuestros lemas, “Taiwán puede ayudar” y “Taiwán está ayudando”. Durante la pandemia hicimos ya numerosas donaciones, entre ellas de mascarillas a España para sus sanitarios.
P: La OMS no ha estado exenta de polémica en esta crisis del coronavirus. Son muchos los que han defendido que debería de tener un papel más ejecutor, un poder supranacional más fuerte por encima de los estados, pero no está clara que esa reforma de la OMS pueda llegar realmente a salir adelante. ¿Cuál sería su posición al respecto?
R: Creemos en el papel muy necesario de la OMS. Pero la principal reforma que debería acometer sería la de convertirse en un organismo que cumpliera verdadera y eficazmente con su objetivo principal de “no dejar a nadie atrás”.
Negar la participación a quienes tienen experiencia, capacidad y deseo de contribuir, como es el caso de Taiwán, es una pérdida moral, material y sanitaria para todo el mundo. La OMS debe adherirse a los principios de profesionalidad y neutralidad y admitir la participación significativa de Taiwán si quiere ser verdaderamente eficaz.
"Negar la participación a quienes tienen experiencia y capacidad es una pérdida moral y sanitaria par todos"
P: Se le ha escuchado hablar mucho estos días de la guerra, de la ambición territorial de algunos países… ¿Es Taiwán la Ucrania de Asia?
R: Para nosotros, Taiwán no es como Ucrania. Sin embargo, nuestra preocupación es que China sí sea como Rusia, o aún peor. Es decir, una potencia hegemónica capaz de socavar la paz y la estabilidad no solo en la región, sino en todo el mundo. Taiwán y Ucrania tenemos circunstancias diferentes, pero coincidimos en que ambos tenemos al lado un vecino hegemónico y hostil.
Cualesquiera que sean las afirmaciones y amenazas que las autoridades chinas hagan sobre Taiwán, la realidad es que la República de China (Taiwán) nunca fue parte de la República Popular de China. Por eso, la República de China (Taiwán) y la República Popular de China nunca deben subordinarse entre sí y el futuro de Taiwán debe determinarse por su propio pueblo.
Los países democráticos y de ideas afines con Taiwán, entre ellos los miembros de la Unión Europea, sobre todo España, deberían esforzarse más en sus relaciones con Taiwán, colaborar para enfrentarse decididamente a la expansión hegemónica de potencias autoritarias como Rusia y China y adoptar un papel más activo en el mantenimiento de la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán sin límites.
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