¿Cómo abordar los grandes temas de salud que han emergido tras la pandemia? El congreso de la Asociación Española de Pediatría (AEP), que se está celebrando en Palma de Mallorca, revisa en una mesa de debate este grave asunto de Salud Pública.
“Queremos hacer una llamada de atención, porque tras el confinamiento nos hemos centrado en los problemas de la pandemia. Pero ha habido un efecto rebote que ha acelerado problemas que ya existían y que están alcanzando cifras preocupantes. Ahora, con una nueva normalidad sanitaria, queremos sensibilizar a los sanitarios, a las instituciones y a los ministerios para poner freno a esta tendencia”, subraya Gerardo Rodríguez, catedrático de Pediatría de la Universidad de Zaragoza y miembro del comité de promoción de la salud de la AEP.
La obesidad y sobrepeso infantil es uno de los principales problemas en este campo. Como recuerda, “la tendencia se inició hace décadas y uno de cada tres niños sufre problemas de exceso de peso. Esto implica que, por primera vez en la historia de nuestra sociedad, la calidad de vida de los niños sea inferior a la de sus padres: es un problema de salud muy grave y, durante el confinamiento, crecieron las tasas de sedentarismo. Y hemos abandonado la dieta mediterránea, entre otros motivos porque los alimentos más insanos son los más baratos. Sobre todo, debe recalcarse el aumento de la incidencia en poblaciones vulnerables”.
La adicción a las pantallas es otro motivo de preocupación. “Se ha disparado durante el confinamiento porque los niños tenían que utilizar el ocio sedentario para pasar el rato. Hay estudios que muestran que se incrementó el tiempo de pantallas en una o hasta dos horas. Y consigue crear una adicción”, lamenta.
Doble de suicidios
Por otro lado, no debe olvidarse el aumento de casos de soledad, sensación de aislamiento y problemas psiquiátricos. Para el experto, las cifras publicadas en abril por la AEP son alarmantes: en 2020 se suicidaron en España 14 niños menores de 15 años, una cifra que supone el doble respecto a 2019. Entre los jóvenes de 15 a 29 años, el suicidio es la segunda causa de fallecimiento.
“Esta es la parte visible del iceberg. Por debajo, hay un porcentaje de niños y adolescentes -que se estima entre el 10% de los primeros y el 20% de los segundos- que tiene trastorno mental o carecen de una salud mental adecuada. Hablamos de ansiedad, depresión, autolesiones, conducta suicida… Hay trastornos como el déficit de hiperactividad, la ansiedad o la depresión que han aumentado más del doble desde 2019 hasta ahora”, advierte.
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