Dos pliegues distales de la cavidad laríngea, que se extienden desde el cartílago tiroides hasta los cartílagos aritenoides, hacen posible la maravilla fónica que es la voz humana. Los bordes mediales de ambas cuerdas delimitan la glotis; la vibración de sus márgenes (epitelio y espacio de Reinke) al paso del aire determina la aparición del sonido, y los cambios de rigidez originados en sus porciones ligamentosa y muscular aumentan la tensión y modifican el tono.
A partir del adjetivo latino vocalis, que expresa relación con la voz (en latín, vox, vocis), su nombre correcto en español es cuerdas vocales. No es raro, en todo caso, dar con hablantes que dudan si no deberían llamarse más bien *cuerdas bucales*, puesto que están en la boca; y no, no están en la boca, sino en la garganta (más concretamente, en la laringe). E incluso un anatomista puntilloso podría argumentar que, en realidad, tampoco son cuerdas, sino pliegues membranosos. En la terminología anatómica internacional, de hecho, el nombre oficial para las cuerdas vocales es plicae vocales en latín y ‘pliegues vocales’ en español.
Fernando A. Navarro
Nuestro médico de palabras, Fernando Navarro, da una respuesta razonada a esta duda ortográfica relativamente frecuente. Off Fernando A. Navarro Offvia Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/qevnN1c
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