Los ojos de Manuel Pérez adquirieron un brillo especial. Mientras hacía un parpadeo lento, se llevó la mano al bolsillo de la solapa de su bata y dijo: "¿Ves este bolígrafo? Me lo regaló mi abuela materna cuanto terminé COU. Imagínate lo que ha llovido desde entonces. Siempre ha estado conmigo desde ese momento, en toda mi trayectoria como farmacéutico; aquí, en este bolsillo. ¡Mira, funciona perfectamente y sigue escribiendo de maravilla!". Esto ocurría en la botica de Manuel Pérez el pasado 3 de julio, su penúltimo día como presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Sevilla después de 23 años en el cargo (más otros 12 en los que pasó por distintas responsabilidades: vocal, tesorero y contador).
Ese día, la agenda de Manuel Pérez estaba llena de cuestiones que debía terminar antes de dejar definitivamente el cargo pocas horas después para darle el relevo a Jaime Román. Aún así, sacó tiempo para recibir a este periódico, primero en la sede del COF y después en su oficina de farmacia.
La cita era a las 10:30 h. A esa hora, el mercurio en la capital hispalense ya superaba los 30 grados. En su despacho, en la segunda planta de la sede colegial, sentado en una mesa de reuniones y rodeado de recuerdos de ese casi cuarto de siglo al frente del colegio, Pérez echó la vista atrás y analizó los principales acontecimientos vividos, los recuerdos que se lleva consigo de esta etapa y los aspectos que, a su juicio, deben marcar el futuro de la profesión farmacéutica.
Nada más llegar
Manuel Pérez tomó posesión del cargo el 11 de abril de 2000 y pocas semanas después vivió su primer momento delicado: "Al poco tiempo de llegar a la Presidencia del colegio asistí en Madrid a una Asamblea del Consejo General a la que nos convocó Pedro Capilla [presidente en aquel momento del máximo órgano colegial]. A los dos o tres días de aquella asamblea me llamó Pedro para decirme que iban a sacar el Real Decreto-ley 5/2000", señala Pérez, subrayando que, a su juicio, se trató de una decisión falta de acuerdo y consenso.
Y apunta: "La llegada de esta medida generó una sensación de entre enfado e incertidumbre. En política siempre hay que negociar y no sorprender al que está al otro lado de la mesa. Y eso fue lo que a mi juicio pasó. Lo cierto es que dijeron que era una medida coyuntural y llevamos ya 23 años con la coyuntura".
Más allá de este primer recuerdo, analizando lo que han sido todos estos años, Pérez tiene claro que el cierre de esta etapa está marcado por la sensación del deber cumplido. De hecho, en una carta de despedida que envió a los colegiados, afirmaba que ha dedicado al colegio "los mejores años" de su vida. "He estado siempre trabajando, con el teléfono abierto. He intentado no dejar ninguna cuestión pendiente sin resolver. Parafraseando a Churchill, creo que he estado buena parte de estos 23 años luchando contra situaciones que finalmente no llegaron a producirse. Y esto se debe a que desde el COF siempre hemos trabajado para adelantarnos a las circunstancias, ir un paso por delante y prevenir situaciones. Y es que, al igual que en la salud, en la política también es fundamental la prevención".
Si tuviese que resumir en grandes hitos su trayectoria al frente del COF, además de destacar la Ley de Farmacia de la región (que data del año 2007), Manuel Pérez destaca tres: implantación de la receta electrónica, nacimiento del cuarto almacén y apuesta por dar visibilidad a las enfermedades raras. "No puede dejar de resaltar de manera especial nuestra Ley de Farmacia, en la que jugaron un papel fundamental Manuel Arenas y Antonio Mingorance. Es una ley que defiende el modelo farmacéutico y que estuvo marcada por mucho trabajo conjunto con un objetivo claro: adaptarla a las circunstancias y necesidades de los ciudadanos de Andalucía", afirma.
'Receta XXI'
En cuanto a la receta electrónica de Andalucía, fue la primera de todo el territorio. Bajo el nombre de Receta XXI, fue un proyecto pionero cuyas primeras pruebas comenzaron a realizarse en torno a 2003.
Pregunta. Fue una iniciativa pionera en España pero, ¿fue también pionera a escala internacional?
Respuesta. Podría decirse que sí. Por aquel entonces no había nada similar en el mundo.
P. ¿Cómo nace la idea?
R. El Servicio Andaluz de Salud (SAS) nos trasladó la propuesta de poner en marcha un sistema electrónico de prescripción y dispensación, pero la idea inicial era hacerlo con un sistema muy similar al de una tarjeta bancaria: el paciente acude a la farmacia y el farmacéutico entra en el sistema y dispensa los medicamentos, quedándose con un resguardo en que figura la cantidad que se le tiene que abonar.
P. Pero finalmente no fue así, ¿por qué?
R. Porque ese modelo tenía muchos problemas, y una persona que lo vio claro desde el primer momento fue Manolo Ojeda, que era la persona de nuestro equipo que mejor conocía esta cuestión. Por eso le planteamos un contrapropuesta al SAS basada en tener un módulo de prescripción y un módulo de dispensación para poder debatir determinadas facturas, registrar las dispensaciones y realizar comprobaciones.
P. ¿Se buscaba además que fuese un modelo universal, aplicable a todas las farmacias?
R. Por supuesto. Esa era una cuestión clave. Se defendía la universalidad por encima todo. Es decir, que todas las farmacias pudieran dispensar todos los medicamentos en igualdad de condiciones y con el colegio como agente coordinador.
P. Ahora, veinte años después, parece algo fácil, pero darle forma tuvo que ser complejo, ¿verdad?
R. Pues sí. Llevó mucho trabajo y nos quitó muchas horas de sueño. La farmacia de Manolo Ojeda, en Sevilla, fue la primera en dispensar una receta electrónica. El pilotaje la realizaron las farmacias del barrio donde se encontraba esta primera y se fue extendiendo paulatinamente. Recibimos visitas de todas las regiones y de muchos países del mundo para ver cómo funcionaba el sistema.
P. ¿Qué balance se hace ahora de todo esto dos décadas después?
R. Considero que la llegada de la receta electrónica supuso un punto de inflexión, ya qué posibilitó la digitalización de la oficina de farmacia. Fue una puerta que se abrió, por la que ha entrado todo lo que llegó después y lo que va a venir en el futuro.
Problemas derivados de los desabastecimientos
Otro aspecto destacado que Manuel Pérez recuerda de su etapa al frente del COF fue la puesta en marcha del denominado cuarto almacén, una iniciativa que fue la antesala del proyecto que después cogería dimensión nacional con el lanzamiento en 2014 del Centro de Información sobre Suministro de Medicamentos (Cismed) por parte del Consejo General de COF.
"Esta iniciativa nace debido al elevado número de desabastecimientos que sufríamos y a que los farmacéuticos, ante determinadas faltas de determinadas presentaciones, debían dispensar otras para poder seguir atendiendo a los pacientes. Esto derivó en burocracia, problemas y devoluciones de recetas. Por este motivo, ideamos un sistema por el que los farmacéuticos comunicaban al colegio las faltas que le habían dado los almacenes. Estas quedaban registradas en un programa informático que elaboraba un listado con los medicamentos desabastecidos y que después le era remitido al SAS".
via Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/8lEnhRz
No hay comentarios:
Publicar un comentario