El 88% de los directivos de equipos de atención primaria que han respondido a una encuesta de la Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria (Camfic) asegura que ahora, cuando ha pasado la fase aguda de la pandemia de Covid-19, tiene residencias de la tercera edad asignadas a su área básica de salud.
El 81% ha hecho cambios por ello; entre otros: la creación provisional de un microequipo de atención de domicilios y atención residencial con gran protagonismo de la enfermería; atención proactiva programada; incremento de la frecuencia de visitas; incremento del seguimiento telefónico; participación en la toma de decisiones, y formación al personal auxiliar de las residencias.
La encuesta se realizó entre el 30 de abril y el 10 de mayo y contestaron 45 directores de equipos de primaria de la provincia de Barcelona; 8 de Gerona; 6 de Lérida y 6 de Tarragona.
El 30% dice que ha dispuesto de un hospital de campaña u hotel-hospital cerca y el 83%, que se han cubierto con personal del propio equipo de atención primaria.
El 97,9% de los equipos que representan estos directivos han atendido a pacientes con Covid-19 en el domicilio y el 89,9%, cuidados paliativos coordinados o no con el equipo específico.
El 21% no ha tenido test de Covid-19 a su disposición para residencias, y el 31%, no para profesionales.
Le ponen un notable a la coordinación con el Servicio de Emergencias Médicas (SEM) y con sus hospitales de referencia y lamentan una insuficiente coordinación con Vigilancia Epidemiológica (salud pública) durante la crisis. Al 46% le parece también insuficiente la gestión de las bajas de IT.
La encuesta también revela que el 82,1% de los directivos de primaria ha modificado los horarios de los profesionales por la pandemia. Y el 88,4% cree que habría que ampliar el horario de los centros de primaria en adelante.
El 67,4% consiera que la gestión de la demanda antes de la pandemia era reactiva y que para pasarla a proactiva sería necesario, entre otros: control de crónicos para enfermería, ampliar los recursos humanos, gestionar telefónicamente la totalidad de consultas y dar a los profesionales autonomía y herramientas, y evaluarlos por los resultados.
El 94,7% opina que la pandemia es una oportunidad para un cambio disruptivo del modelo de primaria, que incluya: aumentar la autonomía del paciente, normalizar la telemedicina y la relación virtual, desburocratizar o impulsar la atención comunitaria.
Los profesionales, según los encuestados, han asumido nuevos roles: los médicos, hacen más visitas telefónicas, teleconsulta y e-consulta; seguimiento de contactos, y cobertura de dispositivos fuera del centros.
Por último, el 95,8% ha hecho redistribución de espacios fisicos en sus centros.
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