El Grupo 40+ Iniciativa Enfermera, que está constituido por profesionales de todos los ámbitos del trabajo enfermero y está presente en la mayoría de las autonomías, ve con mucha preocupación la situación de la pandemia en Madrid y cómo se están gestionando los cuidados enfermeros a la población en el primer nivel asistencial.
Así se lo ha trasladado en una carta a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Diaz Ayuso; al consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, al viceconsejero de Salud Pública y Plan Covid-19, Antonio Zapatero, y al resto de staff de la Comunidad de Madrid.
En la misiva -que además cuenta con el apoyo de 8 sociedades científicas de Enfermería (AEC, Faecap, AET, ANDE, Aeesme, FAME, AEEP y Seegg)- se explica que una de las principales claves para que no colapse el sistema sanitario es contar con una atención primaria (AP) organizada, en la que las enfermeras comunitarias jueguen un papel especifico, proactivo y con responsabilidades propias de su trabajo con la población y de apoyo a las estructuras de salud pública en la vigilancia y detección precoz de contactos, así como en su seguimiento comunitario.
Actuación preventiva
Entre las áreas esenciales de actuación para la contención de la pandemia, según Grupo 40+ Iniciativa Enfermera, está la actuación preventiva, “con una estrategia de detección y seguimiento de contactos, los llamados rastreos masivos, seguimientos de infectados y de contactos, y la adecuada difusión de protocolos de actuación y de medidas para evitar el contagio”.
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En la carta se recuerda, no obstante, que estas acciones se deben llevar a cabo por enfermeros. “Para que esto se produzca se necesita un plan de gestión integral que analice la situación actual de la Comunidad de Madrid en su conjunto y que elabore estrategias de gestión que den respuesta a la demanda actual. Los elementos de debilidad que se han observado han sido la organización por tareas y la actividad centrada en la Covid-19 exclusivamente, que ha llevado al abandono de la actividad de cuidados enfermeros a la población, a la falta de seguimiento, así como a la creación de una situación de desconfianza en los ciudadanos y en los profesionales”, explica Mª Paz Mompart García, coordinadora Grupo 40 + Iniciativa Enfermera.
La actividad centrada en la Covid-19 exclusivamente ha llevado al abandono de la actividad de cuidados enfermeros a la población
Además, añade que “se ha desdibujado la figura de la enfermera comunitaria como profesional autónoma y que hay unas consultas telefónicas poco resolutivas, con deficiencias técnicas que impiden o dificultan las mismas y con agendas ineficientes”.
Propuestas
La carta, dirigida a los responsables de la Comunidad de Madrid, aporta una serie de medidas encaminadas a mejorar la gestión de la AP de la Comunidad Madrid, donde la necesidad de aumentar las plantillas de enfermeras comunitarias es una cuestión indiscutible, según Grupo 40+.
Entre sus principales propuestas está crear un comité de gestión de la atención en AP formado por autoridades, ciudadanía, gestores y profesionales de AP de cada zona básica de salud que organicen la atención; organizar por territorios de salud la atención a la población en función de la demanda existente y rescatar los contratos de verano para reforzar las plantillas de AP y hospitalaria, “agilizando la contratación con criterios de idoneidad y necesidad a partir del 1 de octubre, estableciendo además un plan de Formación Continuada que permita desplegar de manera adecuada las acciones priorizadas de manera segura”.
También propone la cobertura de bajas de enfermeras y demás personal desde el día 0 de las mismas, así como la incorporación de las enfermeras especialistas (principalmente comunitarias, geriátricas y de salud laboral) para articular y coordinar la gestión de casos a poblaciones vulnerables y en el ámbito sociosanitario.
Rastreos efectivos
El manifiesto enviado a la Comunidad de Madrid también explica que es necesario realizar un rastreo de casos efectivo y rápido. “Para ello se requieren enfermeras que trabajen en la vigilancia y control, con autoridad y herramientas de seguimiento. Estos grupos deben de estar coordinados por las enfermeras comunitarias para evitar duplicidades o lagunas de seguimiento”.
En el caso de la prestación de cuidados enfermeros, Grupo 40+ explica que hay que revisar el actual modelo establecido en la primera fase de la pandemia de trabajo por tareas y que ha demostrado ineficacia para implementar en la atención de cuidados el trabajo de las enfermeras comunitarias por población, poniendo en marcha consulta telefónica proactiva para la población mayor de 75 años y personas y familiares ante la cronicidad.
“Esta modalidad permitiría a las enfermeras tener controlada a su población de riesgo y mantener la proactividad para evitar complicaciones y anticiparse a posibles situaciones de riesgo, dando así seguridad a las personas y sus familias y planificando las necesidades de atención domiciliaria”.
Otras medidas
Redistribuir recursos en Madrid, apoyándose unos centros a otros en función de la presión asistencial que tengan; crear protocolos y circuitos de atención comunes para todos los centros de salud que garanticen la accesibilidad y la equidad en el sistema, mejorar la accesibilidad al sistema sanitario desde la atención primaria, creando vías de acceso rápidas y eficaces para que la ciudadanía pueda entrar en contacto y recibir atención cuando lo necesiten, y mejorar la coordinación entre todos los ámbitos con protocolos de comunicación formales y consensuados son otras de las medidas enviadas a los responsables de la Comunidad de Madrid.
En colegios e institutos
Grupo 40 + propone que haya enfermeras referentes en el centro de salud para los colegios e institutos. Su objetivo será canalizar, coordinar y articular las respuestas con el resto del equipo.
Cuando no se cuenta con las enfermeras se pierde la visión integral del problema y se cometen errores a la hora de la planificación de las respuestas
Además, indica en su manifiesto que es necesaria la recuperación pronta de las prácticas de los estudiantes del grado de Enfermería, bajo la tutela de la enfermera comunitaria para el apoyo en el desarrollo de técnicas y procedimientos técnicos y en la atención a personas en la comunidad.
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