La Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) abandera el movimiento que ayer secundaron todas las universidades públicas y privadas de la comunidad para pedir al Gobierno de Isabel Díaz Ayuso que reconsidere su decisión de suspender las prácticas clínicas en todas las titulaciones de Ciencias de la Salud. Al ser la primera facultad madrileña de Medicina que ha comenzado las clases (empezaron oficialmente el pasado lunes), ya sufre en sus carnes el parón en la actividad clínica -en teoría, de dos semanas-, mientras que el resto de los centros, que se irán incorporando paulatinamente a la actividad docente en la segunda quincena de septiembre, lo ven, de momento, como una amenaza cercana, pero aún no concretada.
Ese parón afecta especialmente a los más de 240 alumnos de sexto curso (unos 60 por cada una de las 4 unidades docentes adscritas a la facultad), porque 54 de los 60 créditos del último año de carrera son precisamente las prácticas clínicas; los 6 créditos restantes corresponden al trabajo de fin de grado, que, si no cumplimentan esas prácticas obligatorias, mal van a poder hacer.
54 de los 60 créditos de 6º son las prácticas, y el resto, el trabajo de fin de grado
"Ahora mismo hay más de dos centenares de alumnos de 6º sin hacer nada de nada; estamos de brazos cruzados. Teníamos que haber empezado nuestras prácticas en alguna unidad docente el pasado lunes, pero aún no sabemos cuándo y en qué condiciones podremos hacerlo. A eso hay que sumar a los compañeros de 4º y 5º, que tienen todavía alguna clase teórica, pero cuyo volumen de actividad práctica también es importante", afirma Emma Cañada Lahoz, vocal del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM) en la UAM y alumna de sexto en su Facultad de Medicina.
A la incertidumbre sobre el futuro de las prácticas obligatorias de sexto se suman, según ella, las horas de vuelo perdidas en quinto (entre marzo y junio), en el momento más álgido de la pandemia. "Al principio había alguna esperanza de poder recuperar esas horas de práctica, pero ya las damos por perdidas, tanto por el volumen de trabajo y actividad que tendremos este año como por el hecho de que la planificación de los centros docentes lo hace ya prácticamente imposible. En algunas asignaturas subsanamos esa ausencia de prácticas con trabajos de fin de curso, pero es un parche claramente insuficiente para nuestra formación", aclara.
"Sexto es clave para adquirir competencias vitales en el trato y empatía con el paciente"
Cañada Lahoz confiesa que tanto ella como sus compañeros de clase se debaten entre la incertidumbre y el miedo a las lagunas que esta falta de docencia práctica vaya a dejar en su formación médica: "Ya no nos preocupa tanto el examen MIR, que al fin y al cabo se prepara en academias privadas, como las carencias que podamos tener cuando seamos residentes de primer año y tengamos que ver a los pacientes. Sexto es un año clave para adquirir competencias vitales en el trato con el paciente, la empatía, el desarrollo de procedimientos y técnicas concretas..."
También a Enfermería
La delegación del CEEM en la UAM se ha mantenido estos días en contacto tanto con el Rectorado de la Universidad como con los Decanatos de las Facultades de Ciencias de la Salud. Cañada Lahoz asegura que tanto los responsables académicos como los de los hospitales y centros de salud adscritos a la UAM "son partidarios de que nos incorporemos cuanto antes, pero lo único que ellos saben por parte de la consejería es lo mismo que han transmitido oficialmente: que el parón durará dos semanas". Dada la "falta de planificación y previsión demostrada hasta la fecha", Cañada Lahoz, y con ella todo el CEEM, no confían mucho en ese plazo.
La vocal estudiantil recuerda, además, que la medida afecta especialmente a Medicina, pero añade que "los compañeros de Enfermería también se van a ver muy damnificados si la suspensión se prolonga, porque ellos, en teoría, deberían comenzar su actividad práctica a finales de septiembre o principios de octubre y aún no está nada claro que puedan hacerlo".
De momento, los hospitales de La Paz, La Princesa, Puerta de Hierro, Niño Jesús y la Fundación Jiménez Díaz, además de todos los centros de salud asociados a ellos, no han recibido a ningún estudiante de la UAM, y seguirán sin hacerlo al menos hasta el 21 de septiembre.
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